Por Gilberto Ríos Munguía (·)
15 de agosto de 2014
Poco
más de cinco años han transcurrido luego del golpe de estado militar que
interrumpiera el mandato del Presidente Manuel Zelaya Rosales. Están presentes
los recuerdos de una campaña anticomunista feroz que desatara la oligarquía por
todo sus medios, acompañando la brutal represión del pueblo en las calles, el
asesinato político, la guerra sicológica y la demás acciones criminales
respaldadas por el Estado.
Durante todo este tiempo esas acciones
continuaron avanzando sistemáticamente con una dirección clara: acabar con la
acción organizada de los sectores sociales politizados al máximo en la coyuntura
que se generó por el zarpazo militar, intentar vaciar de contenidos y
desnaturalizar la lucha de un pueblo que desea cambios radicales en la
estructura de la organización política y social.
Un año antes del
golpe de estado, para el mes de septiembre de 2008, el Presidente Zelaya realizó
una acción histórica, retuvo las cartas credenciales del entrante embajador
gringo Hugo Lorens, en solidaridad con el pueblo y gobierno del Presidente Evo
Morales del Estado Plurinacional de Bolivia, éste último se enfrentaba a las más
fuertes conspiraciones dirigidas justamente desde la embajada gringa de aquel
país.
Para los desfiles marciales que organiza el gobierno los 15 de
septiembre de todos los años en conmemoración de la fecha de independencia
patria, el movimiento popular y específicamente el Bloque Popular había venido
organizando desde el 2004, con mucho éxito, una movilización popular paralela
que cuestionaba la celebración de una fecha patria vaciada de contenido por la
oligarquía servil a los intereses transnacionales.
La dirección de
la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular -instancia nacional e incluyente
de lucha de masas creada en el año 2003-, debatía sobre el apoyo abierto al
gobierno de Manuel Zelaya cada vez más confrontado a los intereses de la
oligarquía, que con la acción de apoyo a Evo Morales demostraba una visión más
avanzada de la situación del proceso latinoamericano. En una reunión cercana al
histórico 15 de septiembre de 2008, el Bloque Popular decidió entrar al Estadio
Nacional para estrechar la mano del único mandatario de Honduras en toda su
historia que miraba hacia latinoamérica a la hora de pensar en los destinos del
pueblo.
Luego las reuniones en casa presidencial se hicieron
frecuentes, como también en la residencia del Presidente Zelaya. Todas los
encuentros tuvieron la misma tónica:cuestionar el modelo neoliberal y sus
consecuencias negativas en la distribución de la riqueza socialmente producida,
también el nivel de control del Estado por parte de la oligarquía y la embajada
gringa. “Tengo más confianza de reunirme en mi casa con ustedes,que en la
Presidencial en la que me vigilan y me escuchan todo”confesó una vez el entonces
Presidente.
Poco después apoyamos la iniciativa de anexión al
ALBA y luego, ya en el 2009, también nos sumamos a la Consulta Popular, conocida
como 4ta Urna, que conduciría a la convocatoria de una Asamblea Nacional
Constituyente.
Llegado el domingo 28 de junio de 2009 se había
acumulado fuerzas para tener un debate trascendental en la historia de Honduras,
uno que debía dirimirse por el voto y la participación popular tan temido por
los grupos conservadores y reaccionarios de la sociedad hondureña. Tres días
antes el General golpista -famoso en el país por haber liderado en su juventud
en el ejército bandas de robacarros y secuestros- abandonaba el proyecto,
obligando al Presidente a rescatar con el pueblo, el material electoral
secuestrado en una base militar aérea de la capital. Me regreso a ese día porque
una vez con la urnas en Casa de Gobierno, el Presidente Zelaya pronunció un
discurso en el que dijo “volveríamos a la era de las cavernas si no incluyéramos
al pueblo en la toma de decisiones del país... ...la democracia debe evolucionar
hasta lograr la participación directa del pueblo en las decisiones de Honduras”.
Al día de hoy muchas campañas sucias y multimillonarias se
publicaron contra el gabinete de gobierno del Poder Ciudadano del Presidente
Zelaya, la más destacada fue la que se dirigía y se dirige contra el Abogado
Enrique Flores Lanza, en la que se le acusa de malversar cuarenta millones de
Lempiras (aprox. 2millones $ USD), recursos aprobados legalmente por el Poder
Ejecutivo para llevar a cabo la Consulta Popular.
Más curioso
resulta en este momento que se encuentra cuestionada la administración del ex
presidente Porfirio Lobo Sosa y la actual administración del mismo Partido
Nacional de Juan Orlando Hernández por escándalos de corrupción y la vinculación
de los miembros de su partido con los carteles del narcotráfico y el crimen
organización, salgan estas acusaciones a la administración del Gobierno del
Poder Ciudadano.
Muchos nos asombramos cuando conocimos la
impresionante suma de seis mil quinientos millones de Lempiras (aprox. 325
millones $ USD) del desfalco que hizo el partido nacional al Instituto Hondureño
de Seguridad Social (IHSS) para financiar la campaña electoral y el fraude de
Juan Orlando Hernández, escándalo del que ha confesado haber tenido conocimiento
el ex presidente Porfirio Lobo Sosa, sin que éste procediera de alguna
manera.
Luego pesa también sobre la administración nacionalista la
obra inconclusa del transmetro de la capital de la república, que con fondos de
cooperación se gastaron más de mil quinientos millones de Lempiras, (aprox. 75
millones $UDS), ejecutados por la Alcaldía Municipal con Ricardo Álvarez como
principal responsable, también en ese momento presidente del Partido Nacional y
ahora designado presidencial.
También en el gobierno nacionalista se
consumó el robo a mano armada que representó la intervención del Instituto de
Jubilaciones y Pensiones del los Empleados Públicos INJUPEMP, que ha roto todas
las marcas al calcularse un desfalco arriba de los catorce mil millones de
Lempiras, (aproximadamente 700 millones $ USD), sin que siquiera se aproxime a
ver en los juzgados a los responsables principales de todos estos
hechos.
El llamado “combate a la corrupción” como todo el aparato de
justicia en Honduras es un instrumento mediático para perseguir a los opositores
políticos del régimen y ha servido en los últimos cinco años para opacar la
necesidad urgente de democratizar el país, las consultas pueblo sobre los temas
más trascendentales de la patria y la necesidad imperativa de transformar el
estado opresor oligárquico en un verdadero Estado de
Derecho.
(·)Secretario General de la Organización Política
Los Necios, miembro de la Dirección Nacional del Frente Nacional de Resistencia
Popular, miembro de la Dirección Nacional del Partido Libertad y Refundación,
Libre y miembro de la Red de Intelectuales y Artistas En Defensa de la
Humanidad.
En twitter: @grillo779
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