Mauricio Oliva y la relatora de la ONU, Alda Facio.
Tiempo.hn/ Sábado, 30 Agosto 2014 - 23:31 Tegucigalpa, Honduras
La preocupación por el galopante crecimiento de los homicidios,
femicidios y la discriminación por razones de género y otras formas de
marginamiento social, fue expuesta por la Relatora Especial sobre la
Violencia contra la Mujer de la Organización de Naciones Unidas (ONU),
Alda Facio, en la Cámara de Diputados.
Facio se reunió primero en privado con el presidente del Congreso
Nacional, Mauricio Oliva, y luego expuso en el pleno sus valoraciones
sobre la discriminación en el país y diversas maneras en que se está
manifestando la violencia.
La funcionaria de la ONU dijo que la Convención sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer que ratificó el
Estado de Honduras, exige que se ejecuten todas las medidas de seguridad
para erradicar la violencia.
A la pregunta de qué porcentaje de mujeres son segregadas en Honduras,
la relatora respondió que “todas son discriminadas, no hay una sola que
no sea víctima, desde la más rica hasta la más pobre, ya que este
flagelo es muy diverso y amplio”.
Indicó que esa discriminación se manifiesta a través de diferentes
canales y mencionó a los medios de comunicación y las actitudes de las
personas que en la mayoría de casos no valora de la misma manera lo que
hace una mujer frente a un hombre.
Dijo, asimismo, que muchas mujeres también adoptan posiciones machistas
que se convierten en acciones de discriminación y eso es más grave.
DESASOSIEGO EN LA ONU
Facio aseguró que en la ONU existe una enorme preocupación porque Honduras está señalada como la nación que tiene más asesinatos en el mundo, entre los países que no están en guerra.
Facio aseguró que en la ONU existe una enorme preocupación porque Honduras está señalada como la nación que tiene más asesinatos en el mundo, entre los países que no están en guerra.
Indicó que un aspecto importante es que “se siente que se ha hecho
poco, y no se toman en serio las obligaciones que tiene el Estado”.
La funcionaria cuestionó que Honduras no ha enviado su informe a la
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
Contra la Mujer (CEDAW), por sus siglas en inglés, el que debió entregar
en abril de 2012, lo que evidencia que no toman en serio la obligación
con esa organización.
Honduras tampoco ha reconocido un tratado anexo a la CEDAW que tiene
que ver con un pequeño procedimiento para que las mujeres envíen
directamente sus quejas al Comité de esa organización, agregó.
Los grupos feministas y otras organizaciones defensoras de derechos
humanos sostienen que no hay una política estructurada del Estado para
combatir las diversas formas de homicidio y hacer justicia a las
víctimas de ese flagelo.
La relatora estimó que la resistencia se debe a que hay una serie de
mitos y temores, en el sentido que por medio de ese protocolo se
obligaría a Honduras a legalizar el aborto o los matrimonio entre
personas del mismo sexo, lo que no es cierto.
Facio explicó que el protocolo facultativo lo único que establece es un
procedimiento “y no habla de derechos sustantivos, sino de derechos
procesales”.
La relatora tuvo conversatorios privados con las parlamentarias y
representantes de varias organizaciones de la ciudad civil que
consideran lacerados sus derechos.
40 % representa la cifra de femicidios oficial, frente a las muertes reales, según Visitación Padilla.
Chonas cuestionan registros inexactos
La activista del Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla,
Dalia Flores, expresó que el número de femicidios registrados a la fecha
suma más de 200.
Flores manifestó que la inexactitud de las estadísticas se debe a que
ya no existe una excelente relación entre la Policía Nacional y el
Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de
Honduras (UNAH).
Las protestas callejeras son el arma más fuerte que tienen hasta ahora los grupos feministas para exigir justicia.
Indicó que el registro de femicidios y otras formas de muerte seguirá
siendo inexacto, porque hay lugares donde los cadáveres no son
autopsiados por Medicina Forense y muchas veces la información no queda
registrada de manera oficial.
Flores manifestó que el Estado se equivoca al querer ocultar
información, porque la percepción de violencia que tiene la ciudadanía
no se borrará con la manipulación de cifras.
La militante de Visitación Padilla manifestó que de acuerdo a las
estadísticas del movimiento de féminas el año anterior solo se
judicializó el 10 por ciento, y lo más probable es que las sentencias
condenatorias sean mínimas.
Flores reprochó que la Policía Nacional sigue utilizando argumentos
absurdos para descalificar a las mujeres, entre ellos, que las muertes
son producto de ajustes de cuenta derivados de actividades ilícitas como
el narcotráfico y la extorsión, en lugar de prometer una verdadera
investigación.
Unas 626 mujeres murieron el año anterior de manera violenta.
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