Foto ADCP |
21.03.2013 Familias campesinas luchan y revierten la situación
Por Giorgio Trucchi | Rel-UITA
Ayer,
20 de marzo, un fuerte contingente de policías y militares llevó a cabo
un nuevo desalojo forzoso contra unos 1.500 campesinos organizados en
la Asociación para el Desarrollo Campesino de Progreso (ADCP) y la Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC), quienes tenían un mes de haber recuperado parte de las 3.644 hectáreas, que en mayo de 2012 el Instituto Nacional Agrario (INA) había expropiado al ingenio Azucarera del Norte SA (Azunosa).
Según el INA, este ingenio, que es propiedad de la empresa británico-sudafricana SABMiller, que en Honduras controla también la Cervecería Hondureña SA y posee la franquicia para producir Coca Cola, no habría solicitado, legal y en debida forma, el sobretecho establecido en la Ley de Reforma Agraria, ocupando y explotando ilegalmente y por décadas estas tierras para la siembra de caña de azúcar.
Ante
esta situación y pese a que la transnacional presentara un recurso de
amparo, apegándose a un tratado de protección comercial suscrito entre
el Reino de Gran Bretaña y el Estado de Honduras, cientos de familias
campesinas de la ADCP intentaron por tres veces recuperar las tierras, sufriendo igual número de desalojos.
Durante
los primeros dos desalojos fueron detenidas 42 personas, entre ellas
varios menores de edad, quienes fueron acusadas de “usurpación de
tierra” y remitidos a los tribunales, donde les dictaron auto de prisión
y les aplicaron medidas sustitutivas a la privación de libertad.
Esta vez, la tenacidad de las familias campesinas pudo más que la violencia de las armas.
“Llegaron
a las 8 de la mañana y entraron al terreno. Nos dieron una hora para
desalojar pacíficamente, exhibiendo una orden judicial que era ilegal,
ya que la Corte de Apelaciones había admitido un recurso de amparo
introducido por nuestro abogado”, dijo a La Rel, Isaúl Villalobos, vicepresidente de la ADCP.
Mientras
militares y policías cercaban el lugar y la empresa enviaba a decenas
de guardias de seguridad a tomarse el control de las tierras, las
familias campesinas prefirieron no dar motivos que pudiesen “justificar”
la represión.
Se
reconcentraron en un terreno contiguo y esperaron el momento más
oportuno para volver a recuperar lo que, aseguran, les pertenece.
“Cuando vimos que las maquinarias de Azunosa iban
a destruir todo lo que habíamos sembrado para nuestra alimentación
decidimos entrar nuevamente a las tierras, sacando a los guardias de
seguridad”, continuó Villalobos.
Pocas
horas más tarde, mientras centenares de policías regresaban al lugar y
se aprestaban a desatar la represión, llegó la orden de la Corte de
Apelaciones de suspender el desalojo.
“Fue
un día muy difícil y lleno de tensión. Da vergüenza ver como se
prefiere garantizar los privilegios y la impunidad a una transnacional,
mientras miles de familias campesinas seguimos sufriendo hambre y
miseria”, aseveró el vicepresidente de la ADCP.
“De
aquí no nos vamos a mover, no importa cuántas veces nos desalojen. Ya
tenemos la tierra cultivada con maíz, frijoles, hortalizas, hemos
levantado nuestras casitas, y hemos ubicado el lugar donde construir las
viviendas.
Exigimos al Estado de Honduras que reconozca nuestro derecho sobre estas tierras que fueron usurpadas por SABMiller”, concluyó Villalobos.
Fuente: Rel-UITA
Represión militar y policial se intensifican en el Valle de Sula.
Miembros
del ejército y la policía nacional desalojaron de manera ilegal hoy
a 1500 familias organizadas en la Asociación de Desarrollo Campesino
para el Progreso (ADCP) y la Central Nacional de Trabajadores del Campo
(CNTC), de las tierras que ocupaban desde el pasado 16 de febrero en
Agua Blanca Sur, del municipio de Progreso Yoro.
El
desalojo fue ejecutado a las 6:30 de la mañana, donde llegaron al menos
15 patrullas, dos comandos del ejército, seis carros particulares con
hombres fuertemente armados, tres buses transportando militares y una
tanqueta preparada con gas pimienta para reprimir a los compañeros
campesinos que se encontraban recuperando estas tierras.
En
el desalojo ejecutado esta mañana por el ejército y la policía, se
pudo constatar que era de forma ilegal, ya que se había interpuesto un
recurso de amparo en los Juzgados de esta jurisdicción el cual fue
admitido con suspensión del acto reclamado. Horas más tarde los
compañeros y compañeros al percatarse que la maquinaria de AZUNOSA iba a
destruir más unas 200 manzanas que han sembrado de maíz, optaron por
evitar esta acción, entrando a las 11: 00 de la mañana a recuperar la
tierra que les pertenece como campesinos y campesinas Honduras.
Exigimos
al Estado de Honduras la adjudicación inmediata de las 5,227 manzanas
de tierra a las campesinas y campesinos que su único propósito es
contribuir con una verdadera soberanía alimentaria de este país y las
que han sido explotadas por AZUNOSA, amparados en un convenio entre el
Estado de Honduras y el Reino Unido el cual ya venció su tiempo de
vigencia.
Responsabilizamos
a los tres poderes del Estado y a AZUNOSA, de cualquier atentado
criminal a la dirigencia o a las bases campesinas.
Alertamos
a los organismos nacionales e internacionales defensores de derechos
humanos, a que constaten las constantes violaciones a derechos humanos
en Honduras.
No
Somos Pájaros para vivir en el Aire, No somos Peces para vivir en el
Agua, somos campesinos y campesinas que necesitamos vivir en la tierra.
LA TIERRA NO SE VENDE, SE RECUPERA Y SE DEFIENDE.
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