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Tegucigalpa. A un año de haber sido asesinados los
jóvenes universitarios, Alejandro Vargas Castellanos –hijo de la rectora
de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta
Castellanos–, y Carlos David Pineda, las autoridades de investigación
todavía no han dado resultados respecto al destino de este caso, pese a
que desde la primera semana luego del delito, se conocieron los nombres
de los responsables de la muerte de los jóvenes.
En ese sentido, la rectora Castellanos declaró que “seguimos igual con
las capturas, incluso con el delito de los responsables, una policía
criminal de una posta vinculada al crimen que unos oficiales de policía
los dejaron ir; la fiscalía de Derechos Humanos que actuó negligente y
ese es el estado que tenemos”.
De acuerdo con la rectora, “eso hace que la tarea sea más difícil, más
compleja, más persistente para poder estar en un país mejor”.
Asimismo, señaló que “a ninguna madre le deseo lo que he vivimos… las
madres que pierden un hijo violentamente” y añadió que “uno encuentra a
diario a personas que somos víctimas de la violencia”.
En tanto, comentó que la institución responsable de la seguridad en
Honduras está integrada por “algunos elementos” criminales “y los que no
lo son los apoyan y los amparan”.
Alejandro Vargas Castellanos y Carlos David Pineda, fueron asesinados
el 22 de octubre de 2011, luego que un contingente de policías los
detuviera y se los llevara a un sector de la salida al sur de
Tegucigalpa para ejecutarlos, lo cual dio inicio a una serie de
cuestionamientos que revelaron la necesidad de realizar un depuración en
la policía, la cual hasta el momento, no ha finalizado.
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