Encuentro contra la Militarización,
Ocupación y Represión en Honduras.
¡Solidaridad militante con el Bajo
Aguan!
¡Para callar
las armas hablemos los pueblos!
Día dos
Una fila para la gente del Aguán. Las compañeras les van a dar una
protección, que pasen también los niños y las niñas, les pedimos respeto.
El acto espiritual garífuna convoca a la presencia de ancestras y ancestros que
protegen a quienes luchan en Honduras. No importa quienes creen o no en esta práctica.
Lo cierto es que las mujeres y hombres de las comunidades garífunas vinieron
hasta este auditorio del Instituto Ramón Rosa para con sus manos y cantos tocar
los cuerpos perseguidos de sus compañeros y compañeras y compartir sus fuerzas.
La espiritualidad entonces no se encierra en un edificio, en una manera de
rezar, de orar, en la soledad privilegiada de un culto, o en presencias que no
entendemos o no sentimos. La espiritualidad es carne de la solidaridad viva y
actuante
Los pueblos
luchan de muchas maneras. Esa diversidad es la dinámica de este Encuentro, esa
y la urgencia de salir del conflicto que la fuerza armada, la policía, los
elementos paramilitares, los terratenientes y este régimen han impuesto en una
zona donde se lucha desde hace años por la tierra. No es broma, ni es poco lo
que sucede aquí. Para llegar al evento las compañeras y compañeros que vienen
de las comunidades pasan por siete o nueve retenes. Son registrados,
interrogadas, retenidas…y lo mismo toca al regreso. Eso todos los días, y es
sólo uno de los mecanismos de esta militarización. La más directa y cruda es el
ataque, el desalojo, la muerte, la tortura. El evento mismo ha sido atacado, se
han detectado por lo menos cinco agentes de la policía infiltrados en la
reunión, hay vigilancia en carros polarizados desde donde se han visto cámaras
de video, amenazas a través de diferentes medios. Eso es el Aguán hoy en día,
cada día.
El Encuentro
contra la militarización, represión y ocupación en el Aguán comienza hoy con un grupo que asiste al funeral de Mirna
Emelda Fiallos, compañera que fue rafagueada en la carretera, iba en un carro
con su esposo miembro de COHAPALMA quien está hospitalizado. Estando aquí los
eventos violentos que se acumulan no dan tiempo casi para nada, más que para
salvar las vidas que se pueden. Se vive en estado de emergencia, y sólo se
puede sostener la situación porque hay una gran cantidad de mujeres y hombres en
esta lucha, y porque se ha tenido algún tipo de solidaridad, aunque poca en
comparación a la dimensión del problema. Ese es el otro objetivo de este
encuentro, respondernos colectivamente cómo seguir enfrentando esta situación
que hoy toca de manera tan agresiva en el Aguán, pero que también está en el
sur del país, en las comunidades lencas, en las garífunas, en los barrios más
pobres de Tegucigalpa.
Una se
pregunta, cómo enfrentamos esta barbarie. Y hay muchas respuestas ya puestas en
práctica, y hay muchas esperanzas y muchos peligros. Enfrentar el monstruo de
la guerra, del capitalismo, del patriarcado no es imposible, esa idea de la
imposibilidad es parte de esta cultura militar que se asume como invencible y
que algunas personas se han creído. El terror y la impotencia son estrategias
de dominación a las cuales necesitamos resistir con creatividad, con
acompañamiento, con dignidad y alegría. Las
mujeres, los campesinos y campesinas del Aguán, las y los estudiantes, la
infancia rebelde saben enfrentar todas las formas de autoritarismo, violencias
y muerte. Este encuentro potencia que se denuncie y se intercambie la experiencia
de resistencia colectiva para que aprendamos todas de todos y ese es uno de los
objetivos más importantes de esta movilización de gente que hoy ya vamos
sumando casi quinientos.
Prensa insurrecta.
01-oct.-2011
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