Honduras: Al menos 238 empleados de salud recibieron su finiquito del hospital Leonardo Martínez // ¡Un duro año que se va y otro que comienza, preñado de incógnitas, esperanzas y optimismo..!
Alrededor de 238 trabajadores de salud del hospital Leonardo
Martínez Valenzuela, de San Pedro Sula se quedaron sin trabajo luego de
que ayer recibieron su finiquito. Los empleados fueron despedidos, a pesar que meses atrás
autoridades de la Secretaría de Salud acordaron asignarles plazas
permanentes.
Sin importar que el personal es el que ha estado en primera línea
durante la pandemia de Covid-19, entre ellos médicos, enfermeras
profesionales y auxiliares, y personal de apoyo, las autoridades tomaron
la decisión de liquidarlos.
En horas de la mañana de ayer, el personal realizó asambleas
informativas en este hospital y decidió no firmar el finiquito, ya que
teme perder sus derechos laborales al hacerlo.
Al respecto el licenciado en Enfermería, Luis Ramírez, amplió que
ayer les informaron que se presentaran a las 7:30 de la mañana, para
darles su finiquito, el cual es extendido por la Fundación del Leonardo
Martínez Valenzuela, que ha sido la encargada de recibir los fondos BID
(Banco Interamericano de Desarrollo) por parte de la Secretaría de
Salud.
“Nos hicieron saber que a partir del 1 de enero nosotros ya no vamos a
venir a laborar porque automáticamente… nos lo dijeron así, pero
estamos prácticamente despedidos”, aseveró.
Ramírez señaló que el personal que está siendo despedido es
únicamente el que está bajo la movilidad BID, que fue contratado para
hacerle frente a la pandemia y atender la sala de COVID-19 que se abrió
en el Leonardo Martínez.
Denunció que “no es posible que el acuerdo del nombramiento
solamente sea para una cierta parte del personal que estuvo en la
primera línea”.
“Nosotros estuvimos al par de estas personas, incluso, aquí tenemos
profesionales que iniciaron antes que los que ya están en proceso de
nombramiento…”, lamentó.
No estamos en contra de que se nombre a nuestros compañeros, si no
que seamos nosotros apartados del proceso, puesto que dimos los mismos
servicios que dio el otro personal que ya está en proceso de
nombramiento”, manifestó.
externó que la molestia es la promesa que están incumpliendo las
autoridades, ya que hay un acuerdo que consistía en que a todo el
personal que estuvo en primera línea se le iba a asignar una plaza
permanente.
“Hoy, simple y sencillamente nos llaman a firmar un finiquito y nos dicen: ya no continúan laborando en este hospital”, añdió.
El profesional de la Enfermería advirtió que emprenderán acciones
contra la Secretaría de Salud, ya que es la encargada de darle respuesta
a la problemática de la asignación de plazas.
De su lado, el médico general Mario Valeriano, señaló que, además,
hasta la fecha, les deben el pago de diciembre y el aguinaldo, el cual
se supone será acreditado el día de hoy.
Mientras tanto, Jacobo Coto, encargado de la sala COVID-19 del
Leonardo Martínez, detalló que el martes les informaron que en este
centro asistencial, a partir de mañana, 31 de diciembre, solo funcionará
la sala de maternidad de COVID-19 y que todo lo referido a medicina
interna será removido al hospital móvil ubicado en el Mario Catarino
Rivas.
“Solo quedaría la sala de maternidad COVID-19”, al mismo tiempo
agregó que en este centro hospitalario contaba con 80 camas censables
que estaban divididas en varias áreas.
“Los pacientes serán atendidos en el triaje de Infop y si ocuparan
internamiento, serían referidos al Hospital Móvil del Mario Rivas”.
Este viernes 31 de diciembre despedimos 2021, un duro año que dejó
innumerables marcas en nuestras vidas, tanto porque perdimos a muchos de
nuestros amigos y seres queridos, a raíz de la pandemia de la Covid-19,
como por los innumerables desaciertos del régimen “cachureco”.
No olvidamos el año que pasa a formar parte entre los muertos, por la
crisis económica que golpeó a la población, la inseguridad, extorsión,
corrupción, desempleo, el abandono de la educación, salud y las masivas
migraciones de compatriotas hacia Estados Unidos u otros países.
Pero también, el año que se va marcó un hito de esperanza y optimismo
con el triunfo contundente de doña Xiomara Castro, como la primera
mujer Presidente en la historia de Honduras.
Asimismo, la señora Castro y el pueblo logramos poner término a la
nefasta narco dictadura de Juan Orlando Hernández Alvarado y a doce
tenebrosos años de gobiernos nacionalistas.
Así que el triunfo inobjetable de doña Xiomara Castro marca un nuevo
rumbo del país, por los senderos de la honestidad, austeridad,
patriotismo, justicia y oportunidades de progreso y desarrollo para
todos.
El año nuevo tiene que ser de cambios, porque por ellos votó
masivamente el pueblo, tras hartarse de tantas atrocidades cometidas por
la pandilla criminal que asaltó el poder de la nación, luego del golpe
de Estado del 28 de junio de 2009, que depuso al entonces gobierno
liberal de José Manuel “Mel” Zelaya Rosales.
Las incógnitas a que hacemos alusión en el titular de estas líneas,
son inherentes a quiénes conformarán el gabinete de hombres y mujeres
con que trabajará la próxima mandataria, en el cuatrienio 2022-2026, y
los desafíos que ellos se proponen para reconstruir la nación.
El pueblo hondureño está ansioso porque se vaya del poder el
usurpador, el inicio de un nuevo gobierno y porque comiencen a
cristalizarse sus expectativas, acariciadas a lo largo de doce aciagos
años de atraco a las arcas del Estado por la organización criminal de la
estrella solitaria.
Sabemos que los cambios que impulsará la nueva titular del Ejecutivo
no están a la vuelta de la esquina, porque comenzará a administrar
miseria, en un país sumamente endeudado y saqueado.
En Honduras todo está por reconstruirse, y en ese sentido, Castro
deberá rodearse de personas probas, capaces e idóneas para los cargos
que se les asignen.
Sus más cercanos colaboradores tendrán que ser eficientes y arrojar
óptimos resultados, en un tiempo razonable, porque el pueblo atraviesa
las penurias más graves de la historia, y busca respuestas urgentes a
sus problemas.
El pueblo hondureño, además, debe empoderarse del nuevo gobierno
porque le pertenece, darle todo el apoyo a la Presidente y jamás
abandonarla, porque quedaría a merced de los buitres que siempre están
al acecho.
Si Xiomara Castro sale adelante en su gestión administrativa, todos ganamos, pero si fracasa, el país se hunde.
¡En consecuencia, los hondureños estamos optimistas del éxito de la
dignataria, y prestos para respaldarla en todos los espacios de la vida
cotidiana, inherentes a los cambios que demanda la patria..!
¡Debemos comprometernos a no permitir, jamás, que se repitan los
hechos bochornosos, indignantes y repudiables de los regímenes
nacionalistas, que no tienen precedentes en nuestra historia..!
Juan Orlando Hernández Alvarado es el gobernante más corrupto de la
historia de Honduras, y en segundo lugar se ubica Porfirio “Pepe” Lobo
Sosa, ambos del Partido Nacional.
¡Feliz año nuevo, con prosperidad y salud para todos los hondureños..!
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