Tegucigalpa, (Conexihon) 13.09.2019 por Gissel Grandez
La Corte de apelaciones retrocedió judicialmente el pasado viernes seis
de septiembre, revocando el sobreseimiento definitivo y auto de formal
procesamiento con medidas distintas a la prisión preventiva contra más
de 20 estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras
(UNAH), acusados por el delito de usurpación y por el delito de
encubrimiento a cuatro defensores de derechos humanos.
“Es
un retroceso judicial de la Corte, por que le da vuelta a un
sobreseimiento que dio el juez de letras criminalizando la protesta
social”, explicó el abogado defensor de los estudiantes, Mario Rojas.
Además,
agregó “los estudiantes se van a reunir el miércoles con las
autoridades de la UNAH para revisar el documento y ver si lo firman con
el rector Francisco Herrera para ver si concilian”.
El
Juzgado notificó audiencia preliminar para el 25 de octubre; por otra
parte si los estudiantes no concilian, expuso el abogado lo que seguiría
es que se ponga la fecha para el desarrollo del juicio oral y público.
Hasta el momento el ex dirigente estudiantil Fausto Cálix, es el único que concilió con la universidad y su caso quedó cerrado.
No se puede conciliar violaciones a los derechos
El
defensor de los derechos humanos, Ariel Díaz sostiene que ellos no van a
conciliar con la procuraduría por que el ofendido es el Estado.
“Los
defensores hemos decidido que no podemos conciliar violaciones a
derechos humanos y estamos sumamente seguros que este es un caso que
puede llegar a la Corte Interamericana por infracciones a la convención
americana y otros instrumentos que protegen el derecho a defender
derechos”, denunció el defensor de los derechos humanos.
Antecedentes
El
viernes 08 de septiembre de 2017, más de 500 efectivos policiales y
militares desalojaron violentamente una protesta pacífica del Movimiento
Estudiantil Universitario (MEU), en las instalaciones de la UNAH, en
Tegucigalpa.
Los
defensores y las defensoras en mención, llegaron a documentar las
violaciones a los derechos humanos contra la comunidad estudiantil y en
horas de la tarde fueron retenidos, les rociaron gas pimienta en sus
rostros y la unidad de transporte en la que se transportaban y
posteriormente detenidos y trasladados a las instalaciones de la
Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y de la Jefatura
Metropolitana Uno, en el Barrio Los Dolores, en el centro de la capital.
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