Bogotá - La confirmación de que el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, padece
de "un tumor maligno" abrió este viernes un nuevo capítulo de una
enfermedad que ya ha atacado a varios gobernantes de América Latina,
entre ellos a Luiz Inácio Lula da Silva, Dilma Rousseff, Fernando Lugo o
el fallecido Hugo Chávez.
El mandatario suramericano, de 79 años, fue sometido hoy a un análisis médico que reveló que el nódulo pulmonar que le fue detectado recientemente y que él mismo reveló al iniciar esta semana se trata de una masa con características malignas.
El mandatario suramericano, de 79 años, fue sometido hoy a un análisis médico que reveló que el nódulo pulmonar que le fue detectado recientemente y que él mismo reveló al iniciar esta semana se trata de una masa con características malignas.
Sin
embargo, el reporte científico indica que Vázquez, oncólogo de
profesión y reconocido como uno de los principales activistas en la
previsión y tratamiento del cáncer, "se encuentra en excelente estado y
superó el procedimiento sin complicaciones".
Su
médico, Mario Zelarayán, había explicado a Efe que el mandatario fue
fumador durante varios años, pero lo dejó hace más de 50, por lo que el
cigarro es, en su opinión, el primer sospechoso de su enfermedad,
específicamente "el humo de segunda mano".
Curiosamente,
Uruguay es considerado un país pionero en la lucha contra el tabaco, ya
que en el primer Gobierno de Vázquez (2005-2010) se aplicó el Convenio
Marco para su control y se entabló un litigio con la firma
estadounidense Phillip Morris, que el país ganó después de seis años de
proceso.
MÁS CASOS EN LOS LÍDERES DE LA REGIÓN
Esta
aparición de tumores o formaciones cancerígenas ya ha sido un
padecimiento recurrente en una decena de jefes de Estado
latinoamericanos, la mayoría con recuperaciones satisfactorias.
El
caso más reciente ha sido el del presidente de Guyana, David Granger,
quien desde octubre de 2018 se ha sometido a una ronda de tratamientos
médicos en Cuba para luchar contra un linfoma no Hodgkin, un tipo de
cáncer en la sangre.
En
julio pasado, los especialistas del Centro de Investigaciones Médicas
Quirúrgicas (CIMEQ) de La Habana expresaron su complacencia, ya que
Granger ha respondido "satisfactoriamente" al tratamiento.
También
el ahora expresidente colombiano Juan Manuel Santos, nobel de la Paz en
2016, padeció un cáncer en 2012 del que fue operado para extraerle un
tumor en la próstata.
Santos
terminó su mandato completamente recuperado y luego reveló que el día
en el que fue informado de su estado de salud fue "el más difícil" de
todo su mandato, marcado además por la firma de la paz con la antigua
guerrilla de las FARC.
Antes
de su caso, uno de los más sonados fue el de su entonces colega
venezolano, Hugo Chávez, quien antes de morir afirmaba estar recuperado
de un cáncer de naturaleza no revelada que le obligó a pasar tres veces
por el quirófano desde junio de 2011 hasta febrero de 2012.
Entre
los rumores sobre su enfermedad y la falta de información médica
oficial, lo único que se supo es que el tumor original que le fue
extirpado en Cuba en junio de 2011 estaba en la región pélvica y que en
febrero de 2012 se le extirpó otro.
Con
su peculiar humor, Chávez bromeó alguna vez con organizar una cumbre de
mandatarios que hayan superado el cáncer, en su mayoría de tendencia
izquierdista.
Sin
embargo, luego matizó que no había acusado "a nadie" de inducir el
cáncer en varios líderes de la región porque eso sería "una
irresponsabilidad", pero reiteró que la situación le parecía "extraña".
En
esta tendencia de la enfermedad tendrían que ser incluidos además la
brasileña Dilma Rousseff y el paraguayo Fernando Lugo, ambos destituidos
de sus cargos en diversos procesos políticos.
Los padecieron cáncer del sistema linfático y lo superaron.
También
al predecesor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, ahora encarcelado
por un proceso de corrupción, se le diagnosticó a fines de 2011 un
cáncer de laringe, del que dice estar curado.
Rene
Preval, presidente de Haití hasta mayo de 2011, padeció un cáncer de
próstata al igual que Santos, enfermedad por la que fue operado en Cuba
en 2001 y luego tratado en ese mismo país.
La
expresidenta argentina Cristina Fernández, ahora competidora por la
Vicepresidencia del país, también anunció en 2011 que sufría un
carcinoma papilar de tiroides y que iba a ser operada, pero resultó que
el diagnóstico estaba equivocado y no era cáncer.
En
la misma línea, Fidel Castro, el líder de la revolución cubana, tuvo
que apartarse del poder en julio de 2006 por una grave enfermedad que se
cree que era cancerosa pero de la que nunca se informó oficialmente
pues fue declarada "secreto de Estado".
OTRAS DOLENCIAS DE LOS MANDATARIOS
Otros
mandatarios latinoamericanos también han expresado diferentes dolencias
que han puesto en jaque su ritmo de trabajo. Los casos más sonados han
sido el del actual presidente de Bolivia, Evo Morales, y el del
exmandatario ecuatoriano Rafael Correa, quienes han tenido en las
rodillas sus puntos débiles.
Morales
fue operado en Cochabamba a fines de 2010 de una tendinitis y ya en
2005, cuando todavía no estaba al frente del Gobierno, Morales, un gran
aficionado al fútbol, recibió tratamiento en Cuba por una lesión en la
rodilla.
Correa,
por su parte, ha sido sometido desde 2009 a tres operaciones para curar
una antigua lesión en la rodilla derecha. Las dos primeras tuvieron
lugar en Cuba (septiembre de 2009 y febrero de 2010) y la última en
Quito (septiembre de 2010).
En
el caso del mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, es conocido que
revisa su salud muy a menudo en Cuba, lo que ha desatado numerosos
rumores pero el Gobierno niega que esté enfermo.
También
es sabido que el actual mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, recibe
chequeos médicos constantes luego del atentado con un puñal que casi
acaba con su vida en septiembre de 2018 durante la campaña que lo llevó a
la Presidencia del gigante suramericano.
http://www.proceso.hn/salud/5-salud-y-sociedad/el-cancer-ataca-de-nuevo-a-un-lider-latinoamericano-esta-vez-a-vazquez.html
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