Interesante efecto causó la forma de
protesta de la movilización de las antorchas el viernes recién pasado.
El grupo de los indignados, acompañados junto a otros movimiento
ciudadanos, hicieron su recorrido por el bulevar Morazán con antorchas y
pancartas en mano, caminando y gritando las consignas en pro de la
educación, salud, la justicia, anticorrupción, anti impunidad y en
contra de la dictadura, dirigiéndose al lugar en donde se está
realizando la construcción de la nueva sede de la Embajada de los EEUU
en Honduras. Esto marca la primera vez, que un grupo de protesta
pacífica ciudadana, llega a este punto, sentando así un precedente.
Las razones de ir a ese destino lo determinó la despedida para quien hasta ese día fue la encargada de negocios Heide B. Fulton y el arribo de su reemplazo Lawrance J. Gumbiner, piezas responsables de establecer las estrategias y de proteger los intereses de Los Estados Unidos de Norteamérica en este país. El mensaje fundamental a oídos de la nueva cara del imperio en nuestras tierras, es indicarle que Honduras es un país aliado, amigo de los EEUU, pero que es un país donde el soberano es el pueblo de Honduras y cuyas decisiones que surjan del anhelo genuino del pueblo, deben ser respetadas.
Las razones de ir a ese destino lo determinó la despedida para quien hasta ese día fue la encargada de negocios Heide B. Fulton y el arribo de su reemplazo Lawrance J. Gumbiner, piezas responsables de establecer las estrategias y de proteger los intereses de Los Estados Unidos de Norteamérica en este país. El mensaje fundamental a oídos de la nueva cara del imperio en nuestras tierras, es indicarle que Honduras es un país aliado, amigo de los EEUU, pero que es un país donde el soberano es el pueblo de Honduras y cuyas decisiones que surjan del anhelo genuino del pueblo, deben ser respetadas.
Honduras no debe vivir de rodillas ante nadie, debemos
encaminar, hacer desarrollo y progreso, basados en el respeto mutuo, no
en actitudes serviles o en la entrega de nuestras propias iniciativas a
cambio de bajar nuestras cabezas ante la imposición abierta del interés
de los EEUU en nuestra propia casa. Nunca más debemos como pueblo
permitir que un funcionario extranjero, independientemente del país que
este represente, valide un fraude electoral, ponga, quite y sostenga de
manera antojadiza a un usurpador en la presidencia de la República,
únicamente porque así le convenga a sus intereses. La voluntad del
pueblo merece respeto, pero ese respeto se debe hacer sentir y valer
ante propios y extraños.
Al final del recorrido de la
movilización que acompañan patrioticamente cada viernes los ciudadanos
en las antorchas, se procedió a colgar una piñata de un pichingo
representando al capitán américa, creación ficticia de las mentes de
pasquines de Marvel Comics, con la cara de la Teniente Coronel
originaria de Búfalo New York. Es interesante que en el pecho de la
piñana del traje del “primer vengador”, lleva una estrella solitaria… a
veces no hay casualidades, pues durante su administración, la señora
Fulton sistemáticamente mantuvo una estrella solitaria en su
pensamiento, convirtiéndose en aliada de JH pero no del pueblo que le
abrió su casa. Y así, en la forma tan tradicional en que se celebran
diferentes fiestas en nuestro medio, la piñata se quebró, deseándole a
la señora Fulton un hasta nunca y recordando el legado que ella junto a
los intereses de sus jefes, tienen a un narco dictador sentado en la
silla presidencial de nuestra patria.
El acto de la piñata levantó roncha con
algunos “moralistas” que acostumbran a rasgarse sus ropas y tirar el
grito al cielo por un acto de protesta pacífico. Quizás estos moralistas
nunca asistieron de pequeños a una piñata o jamás vieron a un monigote
ser quemado en año nuevo. Algunos indicaron, válidamente, que debemos
abandonar ese pensamiento que serán los EEUU los que nos arreglen
nuestros problemas; sin embargo agregamos que en ese mismo orden de
ideas, tampoco le compete a ese país (ni a ningún otro), establecer su
propia agenda en nuestra tierra, violentando la voluntad genuina de
Honduras y sin importarles el costo y el daño causado.
Mientras la piñata de la señora Fulton
pendulaba por los aires frente a la construcción de la embajada, cuya
primera piedra fue colocada por ella y su narco dictador, otra caravana
de compatriotas huía de la pesadilla que este gobierno nos ha creado por
su corrupción e inmoralidad; en otro rincón del país, un grupo de niños
inocentes, sufrían las consecuencias de su salud física y mental,
producto de la gaseada despiadada por las fuerzas del orden y la
seguridad al mando del ilegítimo, quien cada segundo se vuelve más
sanguinario, más violento, más salvaje, evidenciando su irracionalidad
ante la inevitable pérdida del control absoluto del poder, causada por
el despertar y la furia del pueblo en las calles.
Ese es el legado de la Fulton, una
piñata que no dejó confites, sino que luto, represión y crisis, todo por
avalar un gobierno espurio y un clan delincuencial en el poder de
nuestro país. Esperamos que la voz de la Honduras indignada, llegue a
los oídos de su reemplazo y que entiendan que el tiempo de su impuesto
dictador ya está en la agenda del pueblo en cuenta regresiva. Bienvenido
entonces Chargé Lawrence J. Gumbiner a esta patria noble y amiga de su
pueblo, somos personas llenas de sueños, con la decisión firme de
hacerlos realidad. Esta patria bella y su gente, merecemos lo mejor de
la oportunidad de construir una Honduras digna, acompáñenos en esa
construcción. Encontrará en nosotros un pueblo bueno y agradecido, pero
nunca un pueblo esclavo, ni servil; para ese rol ustedes tienen ya, a
su lacayo dictador.
https://diariolosciudadanos.com/2019/07/15/la-pinata-editorial-lunes-15-de-julio-2019/?fbclid=IwAR1K32kizEOUyvC7IUEsT8dWnl3r5GC0Gvi-3q4PmrIx6_c5Ucfl8yjUzEY
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