Publicada en Criterio.hn / Abril 19,2019
Tegucigalpa.- La
captura de un presidenciable guatemalteco en Estados Unidos por
vínculos con el narcotráfico, a menos de dos meses para efectuarse las
elecciones presidenciales en el país de la eterna primavera, es otra
fuerte señal de advertencia del nivel de penetración de las redes del
narcotráfico en la región centroamericana, en especial en los llamados
países del triángulo norte que conforman Guatemala, El Salvador y
Honduras.
Mario
Estrada, presidenciable por el partido Unión del Cambio Nacional (UCN),
fue capturado cuando ingresaba a Estados Unidos, se presentó sin
abogado ante un tribunal alegando que no había podido contactar a ningún
amigo o pariente para que le consiguieran un defensor. La audiencia de
unos cinco minutos, según los reportes periodísticos, sirvió para que el
juez le leyera los cargos por los cuales se le acusa, entre ellos
narcotráfico.
Las
pesquisas indican que Mario Estrada, ligado a los altos funcionarios
del gobierno del presidente Jimmy Morales, habría querido buscar
financiamiento para su campaña del poderoso cartel de Sinaloa, en
México, por un monto de 12 millones de dólares. A cambio, les prometió
entregar parte de su gobierno al trasiego de droga rumbo a Estados
Unidos sin complicaciones, incluso a que el cartel nombrara funcionarios
claves para garantizar que la inversión era segura.
La
implicación de Estrada que será probada en un tribunal estadounidense,
solo es una repetición más de la forma en que operan los carteles
mexicanos o colombianos en Centroamérica, cómo han penetrado la política
y sus instituciones.
Guatemala
y Honduras son un reflejo de ese tipo de movimientos y no es casual que
grandes capos de la droga se encuentren extraditados hacia Estados
Unidos, unos capturados y otros, en forma voluntaria, entre ellos
policías, políticos y personas naturales ligados a los dos primeros.
En
El Salvador los tentáculos del narcotráfico también empiezan a asomar y
un importante empresario, Enrique Rais, prófugo de la justicia, es
señalado de estar en ese y otro tipo de ilícitos. Rais se granjeaba en
la región centroamericana con importantes empresarios, políticos y hasta
ex presidentes a quienes daba de vez en cuando aventón en sus
aeronaves; al menos así lo evidencian un par de fotografías. El Salvador
será, al igual que Honduras y Guatemala, sujeto de interés de
Washington ante el movimiento de los carteles de la droga hacia la
región del pacífico en un afán por evadir los controles que se están
dando en la región Caribe.
Recientemente
un reporte de la cadena CNN indicaba cómo se mueve la ruta de las
drogas de Venezuela a diversos puntos, entre ellos Honduras. Las
reacciones ciudadanas en las redes sociales son de asombro y
cuestionamientos, pero lo cierto es que ello no es nuevo, es una vieja
forma de operar de más de una década, donde el asombro no es lo que
hacen, sino cómo lo siguen haciendo a vista y paciencia de la autoridad y
de los mismos cuerpos especializados antidroga estadounidense.
La
región esta putrefacta y la expansión del narcotráfico no ceden, muta y
se repliega para aparecer nuevamente bajo otras dinámicas y
modalidades. La captura y condena de uno de los líderes del cartel de
Sinaloa, Joaquín “el Chapo” Guzmán, sólo revela que pese a su caída, el
cartel sigue activo y sus nexos con la política parecen intactos.
Con
toda la lucha que se ha librado en Guatemala, que las elites políticas
sigan apostando al narcotráfico como uno de sus financistas solo devela
el nivel de impunidad al que juegan y apuestan, no les importa. De ahí
que quieran eliminar todo lo que les estorbe: candidaturas
presidenciales creíbles y hasta la CICIG. El pacto de corruptos parece
extender sus brazos también a la narco política.
La
captura del candidato presidencial, Mario Estrada, se desconoce qué
tanto influirá en un proceso electoral en donde el pacto de corruptos
cierra el paso hasta ahora a la ex fiscal Thelma Aldana, el presidente
Jimmy Morales mueve sus piezas para evitar ir preso y alargar la comedia
de su vida, en tanto en Honduras, la narco política empieza a generar
estruendos, algunos clanes de transportistas de droga como los Valle
Valle han negociado a cambio de brindar información efectiva, igual uno
de los integrantes del cartel de Los Cachiros, entre otros.
La
región esta putrefacta y las conexiones deben verse más allá de lo que
quisiéramos ver, deben verse en función de un Estado descompuesto que no
será fácil una reconstrucción o construcción con discursos populistas o
autoritarios, sino con pensamiento estratégico en donde el Goliat a
vencer lo representan dos fuerzas oscuras nefastas: la corrupción y el
narco. Así de putrefacto todo esto.
https://criterio.hn/2019/04/19/una-region-putrefacta/
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