A JOH lo tiene de pie en primer lugar la miseria de nuestra política. La falta de ánimo y valentía para exigir la renuncia.
Que
desde una mesa, juntos, Luis, Mel, Salva y Convergencia convoquen a la
nación a ponerse de pie. Y le ofrezcan a todos los sectores las
garantías del caso. Y a JOH, una salida, una avioneta o una lancha
rápida. Lo demás será historia.
Rodolfo Pastor Fasquelle
EL LIBERTADOR / Publicado 3 de Noviembre 218
Hoy
más bien los poderosos murmuran que no se puede, y es que no pueden
sacarlo ellos. Pero cualquiera decía hace unos días que JOH iba de
salida. Antes de M. Pence,
nadie le creía. Estaba solo en todas partes. Ni los ministros lo
acompañaban. La caravana lo había exhibido como a la degradación del
sistema que defiende sin vacilar y que lo sostiene. Un par de
periodistas que otrora fueran sus adláteres- incluso hablaron de
adelantar elecciones.
Con
presión del CNA avanzaban los sumarios contra la corrupción (Caja de la
Dama y de Pandora, caso IHSS), como contra la impunidad, los procesos
contra los asesinos de Berta Cáceres, militares y policías y contra
policías militares imputados. Y proliferaron las denuncias
internacionales. Surgieron voces críticas aunque ambivalentes entre
religiosos conservadores.
Trump
y Cia lo amonestaron públicamente. Le exigieron que detuviera la
caravana, que no estaba ya en sus manos y entonces anunciaron que le
iban a suspender la ayuda. Luego se echaron para atrás, se pusieron a
hablar con él, por teléfono claro.
Los
congresistas demócratas denunciaron tanto su atropello como la
complicidad de los gobiernos estadounidenses. Y todos los líderes de la
oposición o casi (Luis, Mel, Melo y Salva anunciaron que había que
unirse, aunque después vinieron a la palestra pública y al aquelarre a
descalificarse mutuamente, el bueno soy yo, él no).
Y
entonces viene JOH y, aunque no consigue reubicarse en la escena en
vivo, toma de nuevo posesión inverosímil de los medios de comunicación.
Recupera las primeras planas. Invita, aunque no llegan, a los lecheros, a
firmar un Convenio para canalizarles millones cuando solo haría falta
un genuino alivio fiscal a los insumos y una política de Estado. Anuncia
que va a crear mil doscientos empleos para los 14 mil emigrados de las
últimas dos semanas que regresen.
Convoca
a los banqueros que no saben que inventar para cobrar más y anuncia dos
mil millones para vivienda social, aunque los programas de construcción
no arrancan y les promete viviendas a los retornados, sin explicarles
por qué no se las dio antes. Aumenta otros cien millones para los
chafas. En fin, cansa la danza de millones. ¿Eso es, lo que sostiene a
JOH? ¿El pisto que reparte? ¿Y otra vez la represión? (Espera que nos
regresemos, se despidan los noticieros de la noche y empiecen a cerrar
las ediciones de los diarios y se da el lujo -otra vez- de macanear y
gasear a inocentes chavos, mujeres y niños cuyo único delito fue gritar
fuera joh. Y manda a desalojar el campamento de Guapinol con soldados.
No creo. No es eso.
Lo
tiene de pie en primer lugar la miseria de nuestra política. La falta
de ánimo y valentía para exigir la renuncia. Nuestra falta de
comprensión de las metas compartidas. Lo sostiene la falta de fe en
nosotros mismos y de imaginación, nuestra incapacidad para visualizar la
salida. El hondureño cree en quimeras, pero nunca en el otro ni en su
propio esfuerzo. Lo mismo que lo lleva a migrar porque prefiere caminar
al Paraíso de neón que a la capital de sacar a JOH. Y de otro lado la
determinación férrea de quedarse de quien no tiene salida, ni dónde ir
y, por lo tanto no va a renunciar.
La
represión le sirve para amedrentar aunque pague en imagen. Pero no
podría por si sola. Lo sostiene la cobardía de algunos empresarios que,
aunque están advertidos del daño que supone su régimen y acarreará su
caída inevitable, entienden que no hay solución de continuidad, que el
estéril endeudamiento del país significa una bomba de tiempo y que, como
consecuencia, sus patrimonios mismos están ya en la raya. (Solo
Rosenthal tiene lo suyo seguro en el arbitraje internacional). Para ser
discretos y bancables para el contrato oficial, le endosaron su poder a
sus agentes, los politicastros de a ficha y no saben cómo rescatarlo.
Los
gringos no lo necesitan, aquí abunda el pitiyanqui, pero están mal
informados y lo siguen protegiendo aunque saben a qué le huele el
calzón. Sostiene a Joh, la paranoia y el cinismo, dos caras de esa
moneda falsa que llaman política exterior estadounidense, su disposición
gótica para imaginar las pesadillas de Halloween, lo que anima su
intervencionismo. Caray ¡Tenerle miedo a Mel! Y su absoluta incapacidad
para entender el círculo virtuoso del respeto y la cooperación
concertada y orientada a metas básicas y medibles del desarrollo humano,
la verdadera buena vecindad. Ya no hay nadie ahí, en Viera, la portera
no contesta.
No
lo van a sacar los chafas que ya asistieron a los primeros velatorios y
calculan que no habrá quién los proteja si se va JOH. Porque son un
cuerpo disciplinado, que se enorgullece con taparse los ojos. Aunque
solo la cúpula cree en defenderlo y los de abajo son los que van a pagar
el odio que la prisión injusta y los asesinatos y el gas y el garrote y
las balas de goma que matan han generado en el pueblo. Porque los de
escala básica no escaparán mientras que los oficiales se van en avión
militar acaso al Brasil, con Bolsonaro. Estudiar y aprender, les cantan
los chavos. Adolfo propone abolirlas, es valiente. Ninguno quedará aquí
al final.
No
lo van a sacar los liberales, porque JOH tiene en la bolsa a Carlos
Flores, quien ya anunció su Alianza abierta con él, en aras de la
estabilidad, de conservar su poder personal sobre aunque sea una
fracción de nostalgia. No lo va a sacar a don Juan por si solo un
movimiento social sin condición política, ni comprensión del Estado.
Pero se puede y porque se puede se debe, es un deber.
Tonces
como dice el Cabro, ¿Quién lo puede tumbar? El pueblo unido.
Fuenteovejuna, todos a una. Convocados por un liderazgo genuino,
responsable. Los líderes decentes y los disidentes del liberalismo,
cuando Luis lo entienda, Salva que –creo- que aun quiere, aunque ya no
pueda ungirse ganador mediante el diálogo, la Convergencia que tiene lo
que otros no. Y unidos con LIBRE, nuestro Partido, el Partido popular y
mayor de la oposición que, sin embargo, para ese fin, debe aceptar una
conducción colectiva y compartida del proceso posterior. Cuando entienda
eso.
¿Qué
hace falta? Que entiendan y se junten estos niños y confíen y definan
una agenda mínima para integrar sus filas, y darle forma a la Coalición
que todos proponen sin concretizar. Que convengan una ruta estratégica y
un calendario de acciones coordinadas y los términos vinculantes del
interinato.
Que
desde una mesa convoquen juntos a la nación a ponerse de pie. Y le
ofrezcan a todos los sectores las garantías del caso. Y a JOH, una
salida, una avioneta o una lancha rápida. Lo demás será historia. No
habremos llegado a la Utopía. Pero habremos subido un peldaño de
conciencia y confianza para la acción eficaz colectiva. Y si no lo
hacen, que les deduzca el Hado la responsabilidad.
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/avance/3065-que-sostiene-a-joh-y-quien-lo-puede-tumbar
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