Octubre 18,2018 / redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa.-
El gobierno de Juan Hernández insinuó esta tarde noche, en un
comunicado, que detrás de la caravana de migrantes que partió ayer
desde San Pedro Sula, hay intereses políticos.
En
el punto numero 8 del comunicado emitido por la Secretaría de
Relaciones Exteriores dice: “Solicitamos a los diversos sectores
políticos del país, no usar a los hondureños como bandera de lucha
política para sus propios intereses, ya que de por medio está la
seguridad y la vida de decenas de compatriotas que tienen un anhelo
legítimo de que sus condiciones de vida mejoren. Este es un momento
crucial para actuar con responsabilidad y patriotismo.
En
el numeral 3 dicen afirman que “el Estado de Honduras NO promueve ni
alienta la migración irregular y siempre ha condenado enérgicamente que
grupos del crimen organizado (redes de coyotes), dedicados al tráfico de
personas, pongan en riesgo la vida de nuestros ciudadanos”, pero no
crean empleos ni brindan seguridad a los hondureños que son asediados
por la extorsión, el crimen organizado y las maras y pandillas.
https://criterio.hn/2018/10/14/gobierno-de-honduras-insinua-que-detras-de-la-caravana-de-migrantes-hay-intereses-politicos/
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Honduras en oleadas
Por: Fabricio Estrada
Octubre 14,2018 Caravana de migrantes o desplazamiento causa enorme dolor a hondureños
Se
me hace muy difícil traducir en palabras lo que mis emociones dicen con
tanta claridad y espanto. Habla -ese, mi interior- desde el sentirse
desplazado de Honduras junto a los miles que están huyendo de la
dictadura neo-fascista que apoya Estados Unidos en mi país. Repaso
opiniones sobre la segunda caravana que se ha organizado para iniciar un
éxodo hacia el “american dream” y de inmediato encuentro que la
trivialización entrona sus regla bajo las frases “siempre fue así”, “no
hay de otra”, “el que quiere trabajo lo busca donde sea”… toda esa
facilidad con que la hiper-dictadura (la dictadura interiorizada) oculta
lo que es la causa directa: Honduras vive una dictadura montada bajo
diversos mecanismos que han sido activados a la vista de la comunidad
internacional; desde un golpe de Estado, hasta dos fraudes electorales
que elevaron la barbarie a institucionalidad.
El
nombre de Juan Hernández flamea como la bandera de barras y estrellas
más reciente en la luna desolada y asolada por el paramilitarismo y la
represión frontal del ejército. Si esta traducción tuviera una
representación gráfica, necesitaría de una foto donde aparezcan todas
las amistades que van desapareciendo, borrados del marco aquel donde
reíamos y soñábamos un país. Yo mismo desaparecí de esa fotografía que
ahora miro desde Puerto Rico.
Pregunto a
los que van quedando en mi pueblo y cada uno de ellos me asegura que
está a punto de salir del país, que solo espera un último impulso
anímico. Las imágenes de esta segunda caravana puede ser el impulso
esperado. Estoy seguro que comenzarán a aparecer altisonantes
argumentaciones sobre cómo se organizó esto, que cómo es que de pronto
miles saben dónde reunirse, y estas opiniones dejarán de lado el ejemplo
natural del agua que siempre encuentra la grieta dónde reunirse para
salir del espacio confinado.
Y
no solo es un espacio confinado mi Honduras. Dentro de ella se lleva a
cabo una de las masacres institucionales más graves del planeta, masacre
que no solo incluye el atropello o aniquilación física, sino que se
extiende hacia la desaparición sistemática de cada uno de las normas
jurídicas con que se construye la ciudadanía, unas veces burlada, otras
veces encarcelada masivamente, en otras torturada bajo la nube de gases
lacrimógenas más invariable y continua de las que se lancen hoy por hoy
en América y, repito, en el mundo. Que esos argumentos vengan y digan
que eso no incide en estas caravanas y que son las maras las que
expulsan y desplazan, es, sin duda, una de las mayores alevosías de la
hiper-dictadura.
Se
oculta el desempleo y el empleo politizado, se oculta el negocio de la
gran empresa privada (COHEP) con su exitoso logro pos-golpe de Estado al
terciarizar por horas el empleo; se oculta el desalojo de campesinos y
la pasmosa acumulación latifundista en los valles más productivos del
país; se oculta la persecución y asesinato a lideresas como Berta
Cáceres y Margarita Murillo, mujeres valientísimas que han defendido los
recursos de una soberanía ancestral que ahora pretenden borrar con
hidroeléctricas y minería a cielo abierto (más de 300 concesiones han
sido dadas por juan orlando a empresas transnacionales); se oculta el
horror represivo de la protesta contra el fraude que implantó la
dictadura en diciembre pasado, todo esto apoyado por los flameantes
Estados Unidos de América, el mismo lugar a dónde se dirige la segunda
caravana con una lógica histórica incontestable:
SI
ESTADOS UNIDOS QUIERE Y ALIENTA LA SITUACIÓN DE MASACRE A TODO NIVEL EN
HONDURAS ES PORQUE QUIERE QUE LOS Y LAS HONDUREÑAS VAYAMOS A ELLA EN
BUSCA DE REFUGIO. SI LOS ESTADOS UNIDOS QUIERE EXPLOTAR TODO NUESTRO
TERRITORIO ES PORQUE TIENE PARA NOSOTROS UN MEJOR TERRITORIO PARA
RECIBIRNOS. SI ESTADOS UNIDOS QUIERE UN CAMPO DE BATALLA CONTRA EL
NARCOTRÁFICO, PUES SE LO DEJAMOS PARA QUE LIMPIEN BIEN Y LUEGO
REGRESAMOS. SI ESTADOS UNIDOS NO QUIERE MÁS INMIGRANTES POBRES PUES NOS
IREMOS A ENRIQUECER MEDIANAMENTE PARA PONER NUESTRO NEGOCIO AL REGRESO Y
NUNCA MÁS VOLVER AL AMERICAN DREAM.
Pero bien
sabemos del negocio de los bancos con las remesas. Todo ese ahorro y
envío es acaparado por el sistema bancario que es conformado por las
mismas familias que han creado el escenario dantesco. Lo decía en mi
muro en Facebook: las fronteras se han descosido, toda la movilización
social que hemos tenido la última década pos-golpe, ha probado su
incapacidad de ir más allá de las movilizaciones pacíficas en las calles
de todo el territorio nacional. Sin intenciones de una revuelta armada,
pues sigue la lógica de marchar y marchar.
Una
vez lo escribí: las movilizaciones de la Resistencia hondureña eran un
éxodo de un desierto que podía estarnos ofreciendo 40 años sin
asentamiento pero que el simple hecho de que toda Honduras estuviera en
movimiento, sacaría de la molicie y determinismo mental a tantos que ha
considerado a Honduras inmutable. La dictadura no gobierna a una nación,
eso hay que aclararlo, intenta aplacar por la fuerza un desplazamiento
de placas continentales. Dicho de otra forma: la situación de
gobernabilidad en Honduras es como si un capitán de barco que perdió su
nave se empeñara en gobernar las olas.
Y esa
segunda oleada es la que va hacia las costas supremacistas de Trump. Su
golpe silencioso pero obstinado, pondrá en una posición de recambio a la
dictadura. De eso estoy seguro. Ya Trump se lució con las jaulas para
niños… ahora quizá el mismo Trump, como segunda respuesta, meta en la
jaula al dictador y a sus guardianes. En los hechos del imperialismo,
también esa es una lógica fácil de intuir.
https://criterio.hn/2018/10/14/honduras-en-oleadas/
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