Tegucigalpa. En el suelo del centro de la capital de Honduras quedaron los empaques del proyectil de humo de corto alcance MP-4S-CS cuyo distribuidor advierte que “puede causar incendios.
Solo debe usarse al aire libre y no dispararse directamente contra el
personal, ya que podrían producirse lesiones graves o la muerte”.
Pero en más de una ocasión, la policía ha tirado estos proyectiles contra el cuerpo de manifestantes y periodistas, como Dasaev Aguilar, el corresponsal de Hispantv.
Después de tirar una cantidad excesiva de
gas lacrimógeno contra manifestantes, los policías fueron llevados a
almorzar. Puse mi cabeza en el desnivel y frente a mí pasaban por el
piso de arriba, los pies de los agentes policiales, entonces levante la
mirada para verles los ojos después de lanzar gas lacrimógeno contra
manifestantes.
Mientras transcurrían en la fila, los
integrantes de las tropas policiales lucían cansados, algunos miraban
como si se sintieran acusados por algo y desviaban la mirada con
frialdad, otros desafiantes y uno de ellos, me regaló una servilleta
para limpiar las cenizas de mi brazo.
Estaban entrando al Congreso Nacional que
se convirtió en centro de detención de un estudiante de sicología de la
Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y de concentración de
tropas.
Ahí debajo de donde los legisladores
crean las leyes de Honduras, sus superiores les dieron almuerzo a los
policías y también les llevaron frutas.
Un par de horas antes, a eso de las
10:00 de la mañana ya habían desaparecido del parque central los
trabajadores que se manifestaron este Día del Trabajador. Este año los
discursos sindicales y las demandas sociales, fueron sustituidos por el
sonido de las sirenas policiales, los gritos y las bombas.
A esta hora en las calles del centro de
Tegucigalpa se veían pequeñas llamaradas, hollín de llantas quemadas, un
vendedor con juguetes de colores, que daban vueltas, movidos por el
viento melancólico, tropas policiales disparando bombas lacrimógenas y
jóvenes respondiendo con piedras.
Las palomas desaparecieron de la
catedral.
Eran las 11:00 de la mañana. En la
alcaldía se miraba el dintel de la puerta con humo, “los manifestantes
quemaron la alcaldía”, informó la policía. Pero, no acordonaron la
escena del crimen para levantar huellas, marcas patrón, buscar
evidencias que les ayudara a dar con los responsables.
Ningún equipo de criminalística estaba en
el sector, a la orilla de la entrada quemada sólo había tropas del
Comando de Operaciones Policiales (Cobras) y de la Policía Nacional
Preventiva.
En el parque y en los alrededores del
Congreso Nacional había agentes de investigación criminal que caminaban
de un lado hacia otro. En el escenario del delito tampoco estaban los
bomberos levantando evidencia, relacionadas con su experticia para
determinar con prueba científica quiénes cometieron el crimen.
Tres detenidosDefensores de OACNUD documentaron la detención y la violación de derechos Humanos por parte de la policía.
Ver imagenes en:
efensores y un representante de OACNUD documentaron la detención y las violaciones a Derechos Humanos por parte de la policía.VER IMAGENES en:
https://reporterosdeinvestigacionorg.files.wordpress.com/2018/05/20180501_135833.jpghttps://reporterosdeinvestigacionorg.files.wordpress.com/2018/05/20180501_112403.jpg
https://reporterosdeinvestigacionorg.files.wordpress.com/2018/05/20180501_112403.jpg
https://reporterosdeinvestigacionorg.files.wordpress.com/2018/05/20180501_112346.jpg
https://reporterosdeinvestigacionorg.files.wordpress.com/2018/05/20180501_112413.jpg
Y sin embargo, a la misma hora ya había tres jóvenes sospechosos en el Core 7. Uno fue detenido en el mercado Zonal Belén, a 3.5 kilómetros al norte del parque central donde ocurrió el incendio; el otro fue detenido en la subida a La Cuesta La Leona, a 800 metros del parque central y a un tercero, lo retuvieron cuando corría para tomar un taxi hacia el oriente de la capital, según le contaron ellos a la defensora y coordinadora de la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos (ASOPODEUH), Dina Meza.
Los tres jóvenes fueron detenidos,
requeridos dijo la policía, y aunque los arrestaron desde las 11:00, les
leyeron sus derechos hasta la 1:53 de la tarde, informó el defensor del
Observatorio Ecuménico Internacional de Derechos Humamos, Pedro Joaquín
Amador, que presenció el momento de la lectura en las celdas del Core
7.
La principal testigo para encausar a los
jóvenes detenidos fue la policía Katherine Lizeth Acosta, con número PNH
2294, según la información policial recolectada en las celdas del Core
7.
A falta de evidencia científica, el
proceso se basa en la percepción de la policía que aseguró que vio
cuando quemaron llantas y lanzaron gasolina a la policía.
A la 1:58 de la tarde, al Core 7 llegó un
representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los
Derechos Humanos (OACNUD), “no le puedo dar más información tiene que
esperar”, le ordenó el oficial de servicio. EL representante de la
OACNUD recibió la misma respuesta que horas antes habían recibido
familiares, periodistas, abogados.
Por su parte, la Policía Nacional informó
a través de un comunicado que distribuyeron 16,000 efectivos policiales
a nivel nacional y “hubo tranquilidad en todo el territorio nacional a
excepción de disturbios generados por encapuchados en los bajos del
Congreso Nacional y en el centro de la capital donde prendieron fuego a
las instalaciones de la Alcaldía Municipal del Distrito Central”.
La movilizaciones iniciaron a las 8:00 de
la mañana en Tegucigalpa, los sindicatos del Estado y los dirigentes de
las centrales obreras encabezaban la manifestación del Día del
Trabajador.
En la parte posterior desfilaban
estudiantes, periodistas, organizaciones gremiales de maestros, el
sindicato de la Industria de Bebidas y Similares (Stibys), los
estudiantes de la UNAH, las Ecuménicas por el Derecho a Decidir, más de
30 organizaciones desfilaron por la Primera Avenida de Comayagüela.
En medio de la manifestación, en
bicicleta desfilaba expresidente Manuel Zelaya Rosales, más atrás iba
Salvador Nasrralla. Denunció que la quema de la alcaldía fue una
estrategia del gobierno para desmovilizar a la gente.
Defensoras y sindicalistas se preguntaban sin con esta quema ¿no habrán quemado evidencias como las del Trans 450?
Es un hecho sin precedentes, jamás ningún
gobierno había reprimido ninguna manifestación del Día del Trabajador,
“ni siquiera nos permitieron leer nuestros discursos”, denunció el
dirigente sindical José Luis Baquedano.
Los periodistas del monopolio mediático
le insistían a Baquedano repitiendo el discurso oficial y le
preguntaban: ¿ustedes quemaron la alcaldía, se politizó la manifestación
del 1 de Mayo?, mientras tanto alrededor la policía lanzaba agua y gas
lacrimógeno.
Están usando gas lacrimógeno de manera
excesiva y violentan el estándar, advirtió la defensora y periodista,
Dina Meza, con los ojos rojos y llorosos por el efecto del químico.
A las 3:00 de la tarde, todo había vuelto a la normalidad en el parque central, como si nada pasara en Honduras.
Las palomas regresaron y volaban cerca de
la catedral metropolitana, en las celdas los jóvenes esperaban la
decisión del sistema penal para su destino.
https://reporterosdeinvestigacion.com/2018/05/01/usaron-armas-quimicas-capaces-de-ocasionar-incendios-para-reprimir-movilizacion-del-1-de-mayo/
No hay comentarios:
Publicar un comentario