Por: Redacción CRITERIO
Mayo 24,2018 / redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa.-
Edy Tábora, director del Comité por la Libre Expresión (C.Libre)
manifestó que en el caso de las mujeres periodistas que fueron golpeadas
en el 2011 por los guardias de Casa Presidencial y miembros de la
policía nacional aun no se ha hecho justicia.
Ellas
fueron agredidas el 03 de diciembre de 2011 y fueron golpeadas por
miembros de la policía y militares de la Guardia de Honor Presidencial
(GHP) y se presentó una denuncia contra el entonces presidente Porfirio
Lobo Sosa, contra Andrés Felipe Díaz, que era el jefe del Estado Mayor
Presidencial y también contra el entonces jefe e las Fuerzas Armadas
René Osorio Canales.
Hasta
la fecha, y a pesar que han pasado casi 7 años, el Ministerio Público
no tiene avances y lo que hizo el ente investigador fue solicitar
información a las Fuerzas Armadas sobre este hecho y la institución
castrense declaró en secretividad el caso.
Es
por esa razón que este jueves las mujeres periodistas acompañadas de
C-Libre se hicieron presentes a exigir que se de pronta solución a este
caso y que no sea uno más de los que quedan en la impunidad, dijo
Tábora.
https://criterio.hn/2018/05/24/mujeres-periodistas-exigen-justicia-por-agresiones-de-guardias-presidenciales-video/
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Periodistas son víctimas de directivos gremiales que operan instituto de pensiones
Por: Redacción CRITERIO
Mayo 25,2018 / redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa.-
A sus 65 años el periodista Mario Valladares estaría en una situación
de indigencia, si no hubiera heredado de su padre una pequeña vivienda
en un antiguo barrio de Tegucigalpa, patrimonio que mientras estuvo
activo se esforzó en ampliar pensando que en su vejez podría ayudarse
con su renta.
Valladares,
un periodista independiente que a lo largo de 30 años trabajó en su
mayoría en programas noticiosos de radio y televisión, cotizó más de 20
años en el Instituto de Previsión Social del Periodista (IPP), pero no
tiene una jubilación ni tampoco cobertura médica cuando más lo
necesita.
“Yo no tengo jubilación, yo vivo con mi mujer de lo poco que capto de unos apartamentos que rento”, dijo Valladares a CRITERIO
en la estrecha sala de su casa, donde luce en una pared su título de
Licenciado en Periodismo, egresado de la Universidad Nacional Autónoma
de Honduras.
Noticia Relacionada: Conozca la historia de un periodista hondureño que le ofrecieron una pensión de mil lempiras
Mario,
cuando cumplió 60 años, se presentó a las oficinas del IPP en
Tegucigalpa, pensando que podría recibir unos 7.000 lempiras de
jubilación, pero el gerente vitalicio Omar Calderón, lo recibió
fríamente diciéndole: “le vamos a dar una pensión de 1.000 lempiras”.
“Yo
no los acepté porque 1.000 lempiras era como una limosna, era nada. Yo
les dije yo no como zacate, yo he cotizado desde 1986 a 2007 al IPP y me
deben dar una pensión digna”, dijo Mario, como se le conoce
popularmente en el mundo de los periodistas en Tegucigalpa.
La oferta
hecha por Calderón a Valladares de una pensión de 1.000 lempiras,
contrasta con los 6,409.63 lempiras, que legalmente le correspondían
como jubilación, después de cotizar sobre salarios en su última década
de entre 4.524 y 8.453 lempiras.
Mario
fue prácticamente empujado a renunciar a la pensión por la miserable
oferta de 1.000 lempiras. “Yo no iba hacer nada con esa cantidad como
pensión, me empujaron a pedirles que me dieran mis aportaciones
personales y patronales y me entregaron 108,286.72 lempiras”.
El
veterano comunicador, que en la mayoría de su ejercicio profesional lo
hizo de manera independiente, heredó de su padre una vieja casa de dos
plantas, a la que construyó dos pequeños apartamentos.
“Yo
vivo ahí, rento el segundo piso y los dos apartamentitos y de eso estoy
viviendo, yo no sé que estaría pasando si no hubiera tenido esa
herencia de mi Papá. Yo he buscado trabajo como periodista, para hacerme
unos centavitos, pero no hay, no se encuentra”, dijo Mario.
El
periodista que por su edad padece de diabetes, problemas de la próstata
y estreñimiento, no solo tiene que pensar en su alimentación, pago de
servicios y mantenimiento y reparaciones del sitio donde vive, si no que
cómo financiarse el pago de medicamentos y médicos.
“Yo
no fui un periodista corrupto, luche para hacerme la vida en programas
independientes y algún trabajo, así que no hice fortuna, y ahora sin
ingresos por trabajo, es difícil pero no me hace falta la comida, no nos
morimos de hambre”., sostuvo orgulloso.
Valladares
se declara como una víctima del gerente y los periodistas directivos
del IPP. “Claro yo soy una de las víctimas del IPP, si me hubieran
ofrecido los 6.400 lempiras que realmente me correspondían como pensión,
yo los hubiese tomado y estaría viviendo mejor con ese dinero todos los
meses”, dijo el periodista.
Mario
no es el primer periodista al que el gerente y los directivos del IPP
devuelven el dinero de sus aportaciones personales y patronales, y en
algunos casos solo las personales, aplicando caprichosamente normas
inventadas en cada caso. Tampoco es el primero al que dejan sin pensión.
La
operación hecha por el gerente del IPP con Valladares es parte de una
serie de arbitrarias decisiones que les permite no cumplir con los
beneficios de los periodistas afiliados, establecidos en la ley de
creación del instituto de pensiones.
La
penosa situación que viven muchos periodistas afiliados al IPP, tanto
activos como jubilados, transcurre este viernes, mientras los directivos
del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), con motivo del Día del
Periodista, celebran con banquetes, sin faltar el vino, junto a los
figuras más representativas de los poderes del Estado.
NEGOCIO ARBITRARIO
Por
la actuación y medidas que adopta el IPP, más parece que su negocio no
es cumplir con los beneficios establecidos en la ley para los afiliados,
sino que reducirlos valiéndose de ilegales resoluciones adoptadas por
las juntas directivas.
Los
directivos contrariando la ley del IPP, aprobaron en 1998 una
resolución, la 55-03-98, que dispone calcular el sueldo de la pensión en
base al promedio de todos los años de cotización desde que se ingreso
al sistema, mientras que la legislación vigente dice que será el
promedio de los salarios devengados en los últimos tres años.
El
hecho de que Valladares haya sido orillado a solicitar sus
aportaciones, debido a la mísera pensión que le ofreció Calderón,
representa que los directivos y administradores del IPP, dejarán de
pagarle, si Mario viviera 10 años y le hubiesen otorgado legalmente su
pensión de 6,409.63, al menos 897,348.82 lempiras en ese período
De
manera que se deshicieron de Mario, con un poco más de lo que le
hubieran tenido pagar en un año, 89,734.82 lempiras, al devolverle sus
aportaciones.
El
ilegal cálculo de las pensiones que practican la gerencia y los
directivos del IPP desde 1998, habría afectado a todos los periodistas
que solicitaron su pensión a partir de ese año, otorgándoles
jubilaciones por debajo de lo que realmente les corresponde según la ley
del ente.
Pero
Valladares no es la primera víctima pública del ilegal cálculo de
pensión por vejez, el veterano y reconocido periodista de radio, Juan
Antonio Moncada, a sus 66 años cuando llegó a las oficinas del IPP a
gestionar su jubilación, Calderón, sin mucho pensarlo, le dijo que le
correspondía una pensión de 5.600 lempiras.
La
mayoría de los periodistas jubilados, reciben entre 3.000 y 4.500
lempiras, y tal vez unos cuantos, 7.000 lempiras, los que viven en
condiciones precarias debido a que algunos casi están ciegos y son
acosados por enfermedades cardiovasculares, diabetes, problemas
respiratorios, artritis y otros males.
Moncada,
desalentado por la pobre pensión ofrecida por el gerente del IPP, en
enero del 2017 aceptó una propuesta bien matizada de Calderón para
firmar un contrato con un fondo privado de pensiones, al que únicamente
le trasladaron sus aportaciones personales, o sea 121,883.69 lempiras.
Pero
el periodista, que destacó a su paso por las emisoras HRN y Radio Reloj
en la producción y conducción de noticieros, insistió en que se le
otorgara su pensión basada en la ley del IPP, y el 27 de noviembre de
2017 se reunió con el gerente de “lujo” y el presidente de la junta
directiva del ente de pensiones, Dagoberto Rodríguez.
Moncada,
no logró que le otorgaran su pensión de 14,806.37 lempiras, tal como lo
calculó un actuario basado en la ley del IPP, porque Rodríguez y
Calderón le aseguraron que la legislación en lo que respecta a la
pensión fue reformada por los directivos del ente de pensiones en 1998.
“La
ley – el Decreto 190-85 de creación del IPP -, esa se reformó en el
1998; hubo una reforma de junta directiva, entonces se cambió el cálculo
de esa pensión, ya no se hace así”, le aseguró Rodríguez a Moncada
cuando le insistía en que le otorgaran su pensión en base a la ley
aprobada en 1985, que únicamente puede reformar el Congreso Nacional.
CONTRATO DE AFP
Moncada,
lo más que pudo sacar a Rodríguez y a Calderón fue la firma de un
documento en el que presuntamente le traspasarían a la AFP del Banco
Atlántida, también las aportaciones patronales.
El
veterano periodista, no tiene una pensión, sino que un depósito en una
AFP con lo que aportó al ente como afiliado y patrono, porque él hizo
ambas cotizaciones, y no le dieron ningún interés en casi 30 años de
colocar su dinero en el IPP, cuando en un banco habría acumulado al
menos ese dividendo.
El
contrato de la AFP, que promocionan privadamente entre los periodistas
hace casi cinco años, es un inventó del gerente y los directivos del
IPP, en el que se establece que se traspasará a este instrumento
únicamente las cotizaciones personales a los afiliados que lo firmen y
esta sería su pensión, según se desprende del documento.
En
la ley del IPP, además de las cotizaciones personales, se establece
como fuentes de recursos del ente las aportaciones patronales, una
contribución estatal y las utilidades generadas por las inversiones.
Desde
1987 a 2013 el IPP ha captado por cotizaciones personales 22 millones
de lempiras, aportaciones patronales 56.3 millones de lempiras,
contribuciones del Estado 53.2 millones de lempiras y las utilidades
24.3 millones de lempiras, según informes del mismo ente de pensiones.
De manera que de acuerdo al contrato, si los afiliados lo firman se traspasaría únicamente las cotizaciones personales.
“Hoy
se hace el cálculo de la jubilación en base a todas las aportaciones y
no en base a los últimos tres años”, le precisó Rodríguez a Moncada, sin
revelarle los nombres de los directivos que se transformaron en
legisladores para “reformar” la ley de creación del IPP.
Estas
arbitrariedades de las que han sido víctimas Valladares y Moncada, y
otros periodistas que se han jubilado con pensiones calculadas en el IPP
al margen de la ley, las revela criterio.hn, mientras los directivos
del ente de pensiones, luchan tenazmente para no entregar información
pública de sus operaciones financieras del sistema y evitar ser
auditados por la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS).
AFERRADOS AL OCULTAMIENTO
Los
periodistas directivos del sistema, que perseveran en su postura anti
transparencia, huyendo de la aplicación de la ley de Transparencia y
Acceso a la Información Pública, que les obliga a atender pedidos de
información pública y de la auditoría de la CNBS, incluso han dejado de
requerir desde el 2014 las transferencias estatales, causando una
pérdida de casi 4 millones de lempiras a los afiliados.
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Los
directivos del IPP desistieron de requerir las transferencias
estatales, establecidas en la ley, pretendiendo que al no recibirlas
pueden evadir ser sujetos obligados a entregar información de sus
operaciones, debido a que legalmente captan fondos estatales.
Además,
con ese desistimiento pretenden que la CNBS no los audite, en
aplicación de la ley del ente que supervisa el sistema financiero y de
previsión social, y no se les aplique la ley de Protección Social que
manda que los entes de pensiones que capten directa o indirectamente
fondos públicos se sometan a la supervisión de la CNBS.
Los
periodistas que dirigen el IPP, en su afán por no entregar información,
se han gastado también más de 300.000 lempiras en pagar abogados para
consultorías y presentar Recursos de Reposición y Recursos de Amparo
ante la Sala de lo Constitucional tratando de evitar someterse a la ley
de Transparencia y Acceso a la Información Pública.
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Los
directivos entre otras medidas arbitrarias, también violando la ley del
IPP a través de resoluciones de junta directiva, cambiaron el beneficio
de pensión por invalidez, que legalmente es el pago mensual de por
vida, y lo convirtieron en el pago de un seguro de vida de poco más de
435.000 lempiras.
La
decisión ilegal está orientada a quedarse con lo que le correspondería
percibir a un afiliado, si desgraciadamente quedara inválido, porque le
tocaría recibir una pensión de unos 10.000 lempiras mensuales, que
acumularían 140.000 lempiras en un año, 700.000 en 5 años o 1,400.000 en
10 años.
“La
decisión de renunciar a gestionar casi 4 millones de lempiras, nos
coloca como víctimas a todos los periodistas activos y jubilados, ese
dinero serviría para mejorar los beneficios”, comentó el periodista,
Gustavo Palencia, que desde mediados de 2015 solicita información al IPP
a través de la ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública.
Rodríguez,
también presidente del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), en
septiembre de 2017 en una intervención en HRN, aseguró que él como
presidente del IPP había pedido a funcionarios de gobierno que se
reanudara la entrega de los fondos estatales.
“Hemos
presentado nota para que se siga aportando ese dinero, porque creemos
que se pueden mejorar las pensiones de muchos colegas periodistas”, dijo
Rodríguez, pero realmente no cumplió, pues la abogada que lo representa
en un Recurso de Amparo ante la Sala de lo Constitucional, pretende
presentar como prueba para evitar ser sujetos obligados de la ley de
Transparencia y Acceso a la Información Pública, que el IPP no ha
captado fondos públicos desde 2014.
El
periodista Valladares dijo que “la Comisión Nacional de Bancos y
Seguros debe intervenir y auditar al IPP para saber cuál ha sido el
destino del dinero que aportamos y las utilidades, ellos no pueden dejar
a los periodistas en estado de indefensión ante un grupo que actúa como
si el IPP es un negocio privado”.
https://criterio.hn/2018/05/25/periodistas-son-victimas-de-directivos-gremiales-que-operan-instituto-de-pensiones/
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