Los familiares exigen justicia desde hace 53 años y son acompañados por amigos y compañeros de las víctimas. Foto:GSM
Rufino López, Lorenzo Zelaya, Hermelindo Villalobos, Benito Díaz,
Aquileo Izaguirre, Benedicto Cartagena y José María, fueron masacrados
por el ejército hondureño el 30 de abril de 1965, hace 53 años. Este
crimen está en la impunidad pero sus familiares y compañeros aún
demandan justicia y año con año les hacen un homenaje. El de 2018 se
realizó este sábado 28 de abril.
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Sangre Indígena
El sábado retumbó la Montaña de El Jute, los familiares de los
campesinos asesinados llegaron junto a decenas de personas
pertenecientes al Equipo de Reflexión, Investigción y
Comunicación, ERIC, del Frente de Resistencia Popular, FRP, Alumnos del
Instituto Perla del Ulúa, de El Progreso, Yoro, Radio Progreso, MER-LZ
de la UNAH-Valle de Sula, entre algunas de las personas presentes.
Doña Nanda relata que la madrugada de ese 30 de abril de 1965 , se
encontraba preparando café con sus hijos y nietos, cuando como a eso de
las cuatro de la madrugada llegaron unos 25 elementos militares de las
Fueras Armadas de Honduras y los emboscaron.
El ataque comenzó con disparos, uso de armas blancas y aplicación de
torturas. La operación estaba comandada por el teniente Carlos Aguilar.
El crimen fue disfrazado como “un enfrentamiento de las fuerzas armadas
con un grupo guerrillero”.
“Los dejaron casi partidos de tantos disparos, metiéndole fuego a la
casa, quemando juntamente los cuerpos. En el mismo ataque, los mismos
miembros de las fuerzas armadas, mataron a uno de sus miembros, lo cual
les dio a ellos la oportunidad de decir que lo que en ese lugar había
sucedido era un enfrentamiento entre un grupo guerrillero contra las
fuerzas armadas y no una emboscada juntamente con tortura y masacre por
parte del estado dictador”, describió Doña Nanda.
Lorenzo Zelaya tenía 22 años cuando se organizó la Huelga del 54 y fue un dirigente de base obrero bananero.
Después de la huelga fue despedido junto a sus compañeros, y es allí
cuando se comienzan a organizar los grupos campesinos, para recuperar
tierras ociosas que estaba en poder de la transnacional bananera.
El 11 de Octubre del año 1961 en Guaymas, sector de El Progreso,
Yoro, se celebró la primera conferencia de delegados campesinos de
diferentes aldeas de Cortés, Yoro y Atlántida, creando la primera
organización campesina, la Central de Unión Campesina CCU.
En 1963 se produjo el golpe de estado, acarreando con él una enorme
represión, donde los movimientos campesinos, totalmente estigmatizados,
sufrieron persecución, y eso les obligó a desplazarse con la idea de
resistir y repeler dicha represión.
Entonces se creó el Frente de Acción Popular (FAP) y dentro de él, se
forman pequeños grupos campesinos, para prepararse para algo más fuerte
porque los niveles de represión eran horribles.
Uno de los grupos subió a la Montaña de El Jute, allí comenzaron a
organizarse en la casa de Don Aquileo Izaguirre, un campesino residente
en dicho lugar y que murió en la masacre.
Doña Nanda era la esposa de Izaguirre, por primera vez, después de 40
años, en el 2005 se recopiló información de lo sucedido en aquel lugar,
en donde fue la primera vez que se realizó la caminata de los Mártires
en la Montaña Delicias del Jute, para colocar una placa en conmemoración
a los siete campesinos..
Doris Zelaya, es la hija de Lorenzo Zelaya, y decía: “La muerte de
Lorenzo Zelaya es una historia muy tremenda, sí, muy tremenda”
La lucha por la tierra no concluye en Honduras, en la actualidad, más
de 300 mil familias campesinas no tienen tierra, y de ellas cerca del
60 por ciento son mujeres.
La criminalización de su lucha mantiene con procesos judiciales a
unas siete mil personas. Los responsables los crímenes contra el sector
campesino no son castigados .
Lunes, 30 Abril 2018 - 23:18.
http://www.pasosdeanimalgrande.com/index.php/es/contexto/item/2111-en-la-montana-de-el-jute-la-verdad-no-puede-enterrarse
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