Redaccion Criterio.hn / Abril 10,2018
Por: Carlos Zelaya Herrera
Las
negociaciones multipartidistas en el escenario del Congreso Nacional
pos crisis electoral, debe obligar a los hondureños a estar atentos ante
el carácter del régimen nacionalista de llevar aspectos de interés
nacional, de la formalidad mediática al plano de la “real politik”, en
la que, con sus actos, contrario a lo acordado, tratan de asegurar la
permanencia en el poder de la dictadura recién instalada.
No
deja de llamar la atención el fuerte contraste de posiciones y
actitudes previas a las elecciones recién pasadas del titular del
legislativo Mauricio Oliva y la corte de diputados azules, hablando
todos el mismo lenguaje irónico y despectivo en torno a las demandas de
cumplimiento de compromisos y derechos políticos-electorales de Libre,
Pac, en la etapa de Salvador Nasralla, y el PINU-SD, lo que al final los
llevó a integrar la Alianza de Oposición Contra la Dictadura.
La
cultura política de nuestro pueblo dio un salto de calidad tras la
experiencia de movilizarse espontáneamente contra el golpe de Estado del
28 de junio de 2009 contra el gobierno de Manuel Zelaya, el mejor desde
épocas impertérritas con el pueblo hondureño.
La
lucha en las calles de varias ciudades del país costó sangra de
mártires, golpizas, encerronas, gases lacrimógenos y soportar con
doloroso estoicismo el accionar de escuadrones de la muerte con el
ropaje de combate o secuelas del crimen organizado y el narcotráfico.
A
medida que la consciencia colectiva se asentó en la certeza del porqué
de la asonada golpista, su origen geopolítico en procura del estatus quo
imperante en el país y la región, la lucha popular ha tomado caminos
como el señalado por la líder mártir lenca Berta Cáceres, en defensa de
la soberanía nacional y el patrimonio natural y cultural de los pueblos
originarios de Honduras.
La
consciencia siguió en alza y nace el movimiento Indignado con sus
antorchas, generando las mayores movilizaciones en la historia nacional,
encendidos al conocer los detalles de la horrorosa trama de saqueo y
muerte de derecho habientes del Instituto Hondureño de Seguridad Social,
la venta de medicinas falsas y las admisiones Porfirio Lobo Sosa y su
sucesor e ilegalmente reelecto Juan Hernández Alvarado, en tales delitos
estando ambos en la presidencia del país.
Precisamente
esa es la genética con la que la OEA, cumpliendo órdenes de Washington,
y el régimen de Hernández se vieron forzados a parir ese hijo no
deseado por ellos como es la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e
Impunidad en Honduras, (MACCIH), a fin de evitar una CICIG, similar al
poder legal con la que cuenta su similar de Guatemala.
Las
luchas sociales están casadas con los movimientos políticos y es así
como con tanto dolor, indignación y propuestas acumuladas llegamos a un
proceso electoral en el que con naturalidad confluyeron las posiciones
de Libre, con el ex líder del PAC, Salvador Nasralla, el PINU-SD,
corrientes disidentes de liberales y nacionalistas; así como
independientes y grupos de izquierda.
Una
amalgama de coalición cuyo corazón y pulmones laten y respiran en los
movimientos, organizaciones sociales, como de derechos humanos y
dirigentes de izquierda, en el centro de la Alianza de Oposición Contra
la Dictadura que con esto mantiene el sentido contestatario y
reivindicador que demanda la realidad nacional de hoy.
Por
su parte, la nomenclatura nacionalista, diputados, alcaldes, dirigentes
de base y seguidores, han demostrado a la fecha mantener el mismo
libreto de almidonada accesibilidad al diálogo y cumplir sus
presupuestos, lo que debe encender las alarmas para que con visión de
fondo nos planteemos posibles escenarios y resultados de esta
negociación en el Congreso Nacional de la República.
Ojalá
esté equivocado, pero la lección pura y dura de la “real politik” que
practica Juan Hernández y su régimen solo confirma la célebre frase que
el Che Guevara, desde la patria de la Sierra Maestra, dedicó al
malquerido “tío Sam”: “Con los yanquis en confianza, ni un tantito así”.
Una
tesis que subraya la necesidad de avanzar en esta etapa histórica y
mantener la unidad de la coalición opositora hasta que
se responda a las
causas y logren los fines para los que nuestro pueblo despertó y
levantó en Alianza de Oposición Contra la Dictadura.
https://criterio.hn/2018/04/10/con-o-sin-nasralla-la-alianza-del-pueblo-en-oposicion-al-sistema-debe-permanecer/
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