Nikki se sentó con la Bestia y le dio los tiempos para engullir a quién primero y quién después, no importa todos terminarán en el mismo lugar. Ella no muere, es Colonia, Capitalismo, Neoliberalismo, ella es Barbarie; las conferencias de prensa a las 7 de la mañana, la entrega de los peces pequeños, las burlas temerosas, bocadillos. Uds. tienen miedo (y tienen razón) son los peces gordos, asegurar lo robado no sirve de nada, el tiempo ya llegó y el Sistema los devorará.
Reflexión
EL LIBERTADOR
Tegucigalpa.
Cuando los españoles desembarcaron en las costas de América no traían
deseos de progreso, sino ambición, lujuria y muerte; los nativos limpios
de espíritu les ofrecieron amistad a cambio recibieron aliento de
plomo, espada, sangre y religión. Con ellos ya venía la Bestia, no era
inocente, solo aprendía y entonces supo de traiciones y mentiras.
Cuando
Torquemada, el sacerdote que confesaba a la reina Isabel “la Católica”,
abría el cuerpo de un indígena buscando el alma, la Bestia observó,
aprendió que el miedo se incrusta en los huesos de los hombres y
mujeres, hace que nieguen sus costumbres y que el terror se reproduzca a
través de la genética hasta que un día lo convierten en amor. También
se hincó, miró al cielo y dio gracias a su dios.
En
300 años de esclavitud se desarrolló, la Bestia fue peste y desolación,
pero apenas comienzo. Con campesinos en los campos de concentración
tendidos por las bananeras absorbió la explotación del hombre por el
hombre, con la violencia del látigo y el soborno a la mula ensacada.
García Márquez la miró en un viaje de tren, "en los relámpagos que
estallaban por entre los listones de madera al pasar por los pueblos
dormidos, veía los muertos hombres, los muertos mujeres, los muertos
niños, que iban a ser arrojados al mar como el banano de rechazo”.
Conoció
el poder del fusil de la mano del dictador Tiburcio Carias Andino, a la
Bestia le gustó tanto el uniforme que lo usó 16 años, miró la cara de
los desaparecidos para no olvidarlos, se repartieron como fruta muerta
el dinero del soberano, fue una orgía infernal de gula y lo más
importante aprendió del cerril Carias el servilismo al gobierno
extranjero, hasta ganarse el título de forma absoluta “Banana Republic”.
Es
durante este periodo del asesino Andino, que la Bestia se alimenta de
brutalidad e ignorancia, la cultura se convierte en crimen y la
mentalidad lumpen armamentista reina sobre la luz de la razón y el
entendimiento; la libertad de expresión es enemigo público, los artistas
se escondieron en el laberinto del suicidio, el vulgar gobernó
demasiadas noches. La bestia creció en la obscuridad.
Tiempo
después vino la modernidad, el discurso con gusto, más parecido a una
estrella “pop” estadounidense, las señoras enloquecían con la ropa
deportiva en los carteles de propaganda, si señores ¡Llegó el cambio!
¡Rafael Leonardo Calleja! y con él los "Chicago Boys", despreciaron al
montuno Carias e institucionalizaron la corrupción fina (no robaron como
penco de hacienda), no significó que robaron menos, sino que se
volvieron profesionales, no es lo mismo criarse con olor a monte, que en
las universidades de EE.UU. la Bestia lo amó ¡Honduras era la fiesta!
Los
años así transcurrieron, los presidentes desfilaron unos más
delincuentes que otros, la Bestia fue enviada, lujuria, codicia, gula,
pecado, juez y verdugo, mandó a los niños descalzos a los semáforos,
hizo dos clases los ricos y los mendigos, eso sí, siempre con la
máscara (chiquita) de la democracia, los cerdos inundados de insaciable
hambre se repartieron el festín, la cena fue el obrero, el taxista y el
emprendedor, así hasta 2009.
Intentó
vestir de pueblo, pero la Bestia gorda y hambrienta no soportó el nuevo
traje, distinto y a la moda de las mayorías, lo despedazó y en 2009 fue
golpe de Estado y volvió hacer lo que fue, muerte, pobreza y locura
uniformada, discurso de guerra y amenaza de "baño de sangre" desde el
purpurado y educado Cardenal en cinco idiomas lo prometía y en cientos
de asesinatos se convirtió.
La
Bestia caminó a la par con Carias, se modernizó con callejas (hijo
rebelde del tirano), hasta que llegó el vástago pequeñito, Juan Orlando
Hernández, no tiene nada que enseñar, ni caudillo, ni moderno, más
entreguista que los anteriores y con buenas destrezas en la
"administración" de los bienes públicos. Nuestra amiga que ha caminado
hasta aquí no respeta a nadie ni nada, solo tiene hambre y aunque coma
siempre quiere más.
La
decadencia desbordó los límites de lo cuerdo, la corrupción, los
asesinatos, fraudes electores, pero es el entreguismo para mantenerse en
la presidencia es lo que asombra a la Bestia, ver la humillación de una
señora que tuvo título de la Dama de un pueblo, con los ojos hinchados
de llorar, camisa de verde esperanza y con grilletes en los pies y
manos; sólo indica: La Bestia los destruirá a todos, los triturará y
expulsará. A todos.
Hoy
enseña los dientes torcidos, una mueca que parece sonrisa, la máscara
se quebró ya días, la gordura le comió el cuerpo y sólo es una masa
amorfa instintiva, hambrienta terriblemente hambrienta de gravedad, hoy
tiene los mil ojos puestos en el palacio legislativo, JOH le dejó un
rastro, pero sólo es un distractor, cuando la Bestia termine de comer
Oliva, buscará algo mejor, con más gusto, se debe sufrir para apreciar
la alegría.
Nikki
se sentó con la Bestia y le dio los tiempos para engullir a quién
primero y quién después, no importa todos terminarán en el mismo lugar.
Ella no muere, es Colonia, Capitalismo, Neoliberalismo, ella es
Barbarie; las conferencias de prensa a las 7 de la mañana, la entrega de
los peces pequeños, las burlas temerosas, bocadillos. Uds. tienen miedo
(y tienen razón) son los peces gordos, asegurar lo robado no sirve de
nada, el tiempo ya llegó y el Sistema los devorará.
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/2764-la-bestia-o-genesis-de-este-apocalipsis
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