Por: Redacción CRITERIO
Diciembre 29,2017 / redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa.-
Los hondureños, organizaciones, congresistas y senadores aliados
estadounidenses convergen en el Departamento del Estado para exigir que
no continúe reconociendo el brutalmente represivo régimen hondureño y su
altamente sospechosa incautación de poder
La
comunidad hondureña en el área de Washington, junto con organizaciones
de derechos humanos, de organización popular, de solidaridad y otras
organizaciones de la sociedad civil con sede en los Estados Unidos, se
han reunido en el Departamento del Estado de los EE.UU., indignados por
la declaración del candidato presidencial Juan Hernández como ganador en
las elecciones presidenciales hondureñas, en medio de informes serios y
generalizados de fraude electoral y violaciones de los derechos
humanos.
Además,
están “extraordinariamente preocupados por las felicitaciones del
Departamento del Estado de los EE.UU. a Hernández en este ambiente de
terror para la oposición en todo el país”.
Los
manifestantes se unen para instar al Departamento de Estado de los EE.
UU., en los más fuertes términos posibles, a rescindir su afirmación de
los resultados anunciados por el Tribunal Electoral Supremo, controlado
por el régimen.
Después
que la publicación inicial de los resultados oficiales de las elecciones
presidenciales hondureñas mostrará que el candidato opositor lideraba
con aproximadamente 5 puntos porcentuales basado en más de la mitad de
las actas contabilizadas, el Tribunal Supremo Electoral (o TSE,
controlado por la administración actual) paró la publicación de los
resultados de las elecciones presidenciales por más de un día. En
comparación, en las elecciones presidenciales del 2013, el ganador fue
declarado con una proporción parecida de las actas contabilizadas.
Una vez
que se reanudaron las actualizaciones de los resultados el presidente
titular Hernández ganó terreno a un ritmo sorprendente y rebasó
rápidamente al candidato de la oposición, de acuerdo con los números del
TSE. El largo retraso y el cambio dramático en la tendencia del conteo
de votos reportados antes y después de ese retraso plantean serias dudas
sobre la integridad de esta elección. El TSE declaró a Hernández
ganador el 17 de diciembre, el mismo día en que la Organización de
Estados Americanos (OEA), llamó a Honduras a celebrar nuevas
elecciones–una demanda expresada abrumadoramente por la oposición
hondureña–debido a las serias preocupaciones sobre el proceso electoral.
Además,
las delegaciones internacionales de La Voz de los de Abajo, Code Pink y
Acción Permanente por la Paz (Witness for Peace) presenciaron y
escucharon testimonios sobre palizas e intimidación perpetradas por
parte de las fuerzas de seguridad, incluyendo las financiadas por los
EE.UU., así como numerosos incidentes de fraude y violencia en los
centros de votación. En el norte de Honduras, niños de tan solo cuatro y
siete años de edad han resultado heridos por las armas de las fuerzas
de seguridad estatales. El 10 de diciembre, un decreto presidencial
suspendió los derechos constitucionales e impuso un toque de queda, y ha
habido múltiples reportes de las fuerzas de seguridad usando bala viva y
otra fuerza efectivamente letal contra civiles durante las protestas en
contra el fraude en todo el país, resultando en al menos 35 muertes de
manifestantes hasta el momento.
El
gobierno de los EEUU ha sido un partidario constante y financiero del
gobierno hondureño, incluyendo el claro apoyo al golpe de estado del
2009 que llevó al Partido Nacional–de la extrema derecha–a tomar el
poder, con Hernández como Presidente del Congreso Nacional en el periodo
del 2010 al 2013. Además, los Estados Unidos ha impulsado el
catastrófico y fracasado modelo del Plan Colombia en Honduras, Guatemala
y El Salvador a través del paquete de ayuda conocida como la “Alianza
para la Prosperidad en el Triángulo Norte.”
Nota relacionada Salvador Nasralla a viaja a Washington a reuniones con Departamento de Estado y la OEA
Este
proyecto de 750 millones de dólares disfrazado de una iniciativa
antidroga, se ha utilizado para crear condiciones “favorables” para los
inversores externos, a costa de la militarización, la violencia y la
corrupción que han contribuido activamente al tipo de deterioro de la
democracia que estamos presenciando en Honduras actualmente. Apenas dos
días después de las elecciones hondureñas, el Departamento de Estado de
los EEUU certificó que el gobierno hondureño cumple con las condiciones
adecuadas de derechos humanos y de anticorrupción, lo cual significa que
Honduras recibirá millones de dólares en ayuda estadounidense. Las
circunstancias alrededor de las elecciones y más allá demuestran
claramente que el gobierno hondureño no cumple en absoluto con esas
condiciones.
Las
organizaciones de la sociedad civil con sede en los EE.UU., en consulta y
solidaridad con los hondureños en el país y por todo los EE.UU.,
afirmamos en los más fuertes términos posibles que si los EE.UU, tiene
un compromiso verdadero con la democracia, debe:
- No reconocer el resultado anunciado de las elecciones debido a los reportes generalizados de la participación del estado en el fraude electoral y en la violencia;
- Revocar la certificación del Departamento de Estado que declara que gobierno hondureño cumple con las condiciones de derechos humanos y anticorrupción;
- Poner fin a la ayuda de seguridad proporcionada por los EE.UU. a Honduras, incluyendo la policía y la ayuda militar, y el apoyo a las fuerzas de seguridad de Honduras a través del programa denominado “Alianza para la Prosperidad en el Triángulo del Norte; Aprobar el proyecto de ley HR 1299, “Ley Berta Cáceres sobre los Derechos Humanos en Honduras” y su proyecto de ley complementario en el Senado;
- Condenar la violenta represión por parte del gobierno hondureño a los manifestantes y su suspensión de los derechos constitucionales, y exigir que el gobierno hondureño deje de usar bala viva contra los civiles y retire a los militares de las calles;
- Extender el Estatus de Protección Temporal para los más de 57,000 hondureños actualmente en los EE.UU.; y
- Respetar los derechos de los pueblos indígenas (incluyendo las comunidades garífunas) y las comunidades campesinas que se organizan para defender y proteger sus territorios ancestrales, la tierra, el agua y la Madre Tierra frente a la militarización y la represión del actual régimen hondureño.
Finalmente
señalaron que en este momento decisivo para el pueblo de Honduras,
instan al Departamento de Estado y a todos los representantes del
gobierno estadounidense que estén del lado correcto de la democracia y
la historia, abordando urgentemente las demandas fundamentales arriba
mencionadas.
https://criterio.hn/2017/12/29/hondurenos-organizaciones-aliadas-piden-washington-no-se-reconozca-represivo-regimen-honduras/
No hay comentarios:
Publicar un comentario