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Estafeta
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.
”Edgard Allan Poe.
El
cuervo es un pajarraco muy popular por locuaz y parlanchín, muy similar
a nuestros pericos y cotorros. Bien se podría decir de él que tiene “incontinencia verbal”.
Todo esto a propósito de dos columnistas, uno de La Tribuna y el otro
de El Heraldo, al parecer pupilos del mismo maestro, o mandados por el
mismo amo, han escrito sendos artículos con tan poca creatividad y
originalidad que hasta en los títulos han coincidido. Otra seña es que
los dos son renegados: uno del melismo y otro del comunismo, pero ambos
convertidos en enemigos feroces del candidato presidencial de la
Alianza, Ingeniero Salvador Nasrralla.
Los
dos se remiten a repetir que Nasrralla es un parlanchín, que padece de
“incontinencia verbal” (lo pongo entre comillas porque pudieran, los
aludidos, reclamar derechos de autor de tan gigantesca originalidad),
sin atreverse a increpar al candidato que cabalga sobre la bestia de la
violación de los artículos pétreos de la Constitución de la República.
Será casual esa coincidencia o es que fueron aleccionados para que
repitieran, y no quiero pensar que al son de una bolsa solidaria o de un
billete de cincuenta pesos, los mismos argumentos desargumentados y
carentes de legitimidad porque son torcidos y parcializados.
Ambos
coinciden en que Nasrralla no es político, en que no entiende la
política vernácula y por tal motivo no está autorizado para gobernar a
Guaymuras –me gusta más este nombre que el peyorativo de honduras-. Pero
estos amigos son académicos, profesores universitarios (de la
universidad que forjó Julieta, rectora a pesar de la ley), conocedores
de la historia reciente de Guaymuras y de las ciencias sociales (uno de
ellos formado en Cuba) y se hacen los papos porque saben perfectamente
que los políticos vernáculos que han gobernado a Honduras, desde 1821
hacia acá, no han podido sacar al país de las honduras en que se debate:
honduras de miseria, de analfabetismo, de insalubridad, de falta de
escuelas, de falta de viviendas (excepto las pocas dignas que hizo don
Ricardo Álvarez, tan dignas que no creo se atreva a vivir él en una de
ellas), de falta de tierras para el campesino, de falta seguridad y de
respeto a la vida, de
falta de honestidad de los gobernantes, de falta de patriotismo y
exceso de la enfermedad del vende patria de nuestros administradores,
para mencionar solamente unos pocos problemas.
Están
ambos horrorizados por la posibilidad de que cualquier político
advenedizo o falso mesías se haga con las riendas del poder, pero tal
horror lo provoca solamente Nasrralla. Para
estos intelectuales, la pastorcilla del PAC es una experimentada
política, lo mismo Romeo y los desconocidos candidatos de los otros
partidos de Maletín. Porque estos amigos o se olvidan voluntariamente de
lo que no les conviene o padecen tempranamente del mal de Alzaimer,
pues advenedizos, en nuestra historia, fueron: Oswaldo López Arellano,
responsable de muchísimos asesinatos durante sus gobiernos golpistas y
de aceptar un soborno de la United Fruit Co; Suazo Córdoba traidor que
intentó convertirnos en un Estado asociado a los yankees y que permitió a
Álvarez Martínez cometer los más horrendos crímenes en contra de muchos
hondureños; Pinocheletti, que se encaramó en el poder luego de
patrocinar, por encargo de Hilary, un golpe de Estado en Honduras; y
Pepe Lobo, quien llega a presidente por la los ausencia de la
Resistencia en las urnas y que tiene a Honduras embarrada con el
narcotráfico. Hay muchísimos más, por supuesto, principales y
segundones. Uds. Los conocen perfectamente.
Ambos
están preocupados por la posibilidad de que se convoque a una
constituyente con el fin de refundar el país. Defienden sin escrúpulos
la Constitución del bipartidismo esclerosado, muy a pesar de que este
estatuto fue roto con el golpe de Estado. Creen –a pie juntillas- en ese
ordenamiento que asegura a los partidos tradicionales –nacional y
liberal- causantes de la tragedia de este país, la conservación del
poder para convertir a las arcas nacionales en su propio botín.
Uno
de estos académicos presenta una alergia, de difícil tratamiento, a Mel
Zelaya. Muy probablemente los antígenos que le causaron tal mal los
adquirió mientras era funcionario del gobierno del presidente Zelaya, en
la presidencial misma, en donde se dedicaba a glorificar al gobernante.
Para este analista ya no hay nada que discutir acerca de si es
necesaria o no una nueva constitución. Ya los sumos sacerdotes de
cachurequismo sentenciaron que los problemas del país no radican en la
Constitución, sino en los ciudadanos que no cumplen las leyes, como si
quien no las cumple fuéramos los de a pie y no quienes nos gobiernan.
Ejemplo ejemplar: JOH se presenta a la reelección y viola la ley
suprema. Esto no lo ven, no lo olfatean, no lo palpan, no lo oyen los
amigos catedráticos de este cuento. Para ellos este delito es inodoro,
incoloro e insípido a pesar de que esas aguas están contaminadas de
ilegalidad y trampa.
Acto
seguido, afirman que la Alianza tiene un discurso rayado en contra de
la tiranía nacionalista, que para los dos académicos, es democracia pura
e inmaculada, a pesar de que no se sostiene con los votos sino con las
indignantes bolsas solidarias, con el bono insolidario y con los
cincuenta pesos por voto y asistencia borreguil a las concentraciones.
¿A
quién pretenden engañar estos encantadores de serpientes cuando nos
quieren hacer creer que vivimos en una auténtica democracia? Porque para
ellos democracia es la engañifa que se produce en las elecciones
fraudulentas, sancionada por un Tribunal Electoral espurio y avaladas
por una Corte Suprema surgida de la indecencia de unos cuantos diputados
que vendieron sus conciencias por unas monedas y de un Fiscal anósmico.
¿Es democracia, acaso, que los diputados se burlen del pueblo al que
representan?
Los
dos coinciden en justificar el golpe de Estado, en otras palabras son
golpistas puros y sin contaminación. Dijo uno en LTV que el golpe estaba
bien dado, y el otro afirma que Romeo salvó a Honduras. Y, para agregar
otra perla al rosario de insensateces agregan que hay que votar por la
reelección, como si esto no fuera otro golpe de Estado y traición a la
Patria. No olviden, señores, que la Constitución advierte que caen en
delito quienes alienten a la desobediencia de los artículos pétreos.
Ambos
piden, y para eso desgarran sus vestiduras, no hacer caso al mensaje
liberador de Nasrralla. No quieren que se le tome en serio y les
aterroriza que el planteamiento fundamental sea llevar a la cárcel a los
corruptos porque para ellos, la corrupción es una virtud que nadie
puede “prometer terminar”, pues –vaya argumento- la corrupción parte
inherente de la republiqueta en que sobrevivimos.
Estos
amigos muerden y más tarde se dan cuenta que la mordedura también daña a
sus compinches. Ser locutor de un concurso de belleza será acaso un
demérito, porque de ser así habría que preguntarse que hace Trump en la
presidencia de USA si en un tiempo fue dueño y presentador del mis
mundo.
Pues
bien, todas estas similitudes en el pensamiento filosófico político de
altura –para darles algún mérito- de estos señores, coincidentes y
copias al carbón del discurso troglodita de Fernando Anduray y sus
adláteres –en tiempo no muy lejano miembros de la fatídica mancha brava
que lideraba Ramos Soto- son, ni más ni menos, las dos ala de un cuervo
vocinglero y cotorresco que repite, por mandato, la doctrina que tiene a
Honduras en las honduras.
Sálvese el pueblo de estos fantasiosos con una bola de cristal.
"fian-honduras@googlegroups.com".
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