La
condena contra el libre ejercicio del periodismo en Honduras, puede
variar desde la cárcel, por imputación de cargos judiciales, emanados
por entes que ostentan el poder de forma sospechosa, hasta la muerte,
mediante asesinatos misteriosos.
Escrito por: Ronnie Huete Salgado
Latinoamérica, 17 de octubre de 2017. Cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cataloga a Honduras como el segundo país más peligroso para
ejercer el periodismo después de México, la “indeleble democracia” está rota.
Ambos países latinoamericanos
no padecen de los estragos de una guerra civil, pero su violencia es
comparada como si se viviese en un conflicto bélico, es decir una guerra
no declarada, cuyas consecuencias pesan sobre
sus habitantes.
El Comisionado Nacional de
los Derechos Humanos en Honduras, registró hasta en 2016 a 64 personas
vinculadas con medios de comunicación que habían sido asesinadas desde
el 2001.
Trabajar como periodista
independiente o corresponsal internacional en Honduras, así como
defensor de derechos humanos, es un trabajo que puede arrebatar la vida o
la libertad del periodista o comunicador social en
esta nación centroamericana.
La debilidad en las políticas
públicas orientadas a facilitar la libre emisión del pensamiento con
garantías de seguridad es la característica estatal que sitúa en peligro
al periodista en Honduras.
Organizaciones no
gubernamentales como la Asociación para una Ciudadanía Participativa ACI
PARTICIPA y el Comité por la libertad de Expresión C-Libre, son
organismos hondureños que observan con suma preocupación y
evidencia el irrespeto a la vida para con los periodistas y defensores
de derechos humanos.
Un informe publicado por
C-LIBRE en 2015 describe que durante junio de 2009 a octubre de 2015
fueron 49 los periodistas y comunicadores asesinados.
Ataque a patadas
“En el suelo yo solo pude
sentir las botas de ellos en la cara y en el cuerpo” dijo la periodista
Dunia Montoya cuando el 1 de septiembre de 2015 fue hospitalizada a
causa de una agresión de parte de varios agentes
de la Policía Nacional, quienes también destruyeron su equipo de
trabajo periodístico.
El informe en relación con la
situación de los periodistas y defensores de derechos humanos publicado
por C-Libre y ACI Participa, también describe que la periodista Montoya
fue lanzada al pavimento y la atacaron a
patadas en el rostro y el tórax, provocando que su hombro derecho
terminara totalmente volteado hacia atrás (Luxación).
Dunia Montoya es la directora
de la organización Comunicación Comunitaria y a la vez es corresponsal
de varios medios internacionales.
En el presente, se han
duplicado las agresiones, amenazas y hasta encarcelamientos contra
periodistas y defensores de derechos humanos.
El 24 de agosto de 2017 el
director del periódico El Libertador Johnny Lagos fue víctima de un
atentado junto a su esposa, cuando salía de su jornada de trabajo de las
oficinas de El Libertador y ambos fueron interceptados
por supuestos sicarios.
En este atentado la esposa
del periodista resultó herida como resultado de los fragmentos
provocados por los impactos del arma de fuego, sin embargo, ambos se
encuentran estables físicamente.
Este atentado contra la vida
del periodista Johnny Lagos marco nuevamente la preocupación de
organismos internacionales como la representación del alto Comisionado
de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en
Honduras, La Organización de Estados Americanos (OEA), la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) entre otros.
El 8 de septiembre de 2017,
en el contexto de la crisis de la Universidad Nacional Autónoma de
Honduras (UNAH), 4 defensores de derechos humanos entre ellos la
periodista María Tomasa Morales, fueron víctimas de tratos
crueles inhumanos o degradantes.
Tanto la periodista como los
defensores de la vida fueron sacados abruptamente de un auto bus
perteneciente al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos. El uso de
la fuerza según describieron organismos internacionales
de derechos humanos, fue improcedente.
Rociados con gas toxico
directamente en los ojos, a producido que el defensor de derechos
humanos del Observatorio Ecuménico Internacional en Honduras, Carlos del
Cid, tenga fuertes posibilidades de perder su ojo izquierdo.
Todo este escenario de
violencia estatal se efectuó en los predios de la UNAH, cuya crisis de
2017 ha dejado aproximadamente más de 60 estudiantes criminalizados, así
como un extraño asesinato de dos personas, vinculadas
directamente con la crisis universitaria.
Retenidos por ser periodistas y defensores de la vida
A su vez el periodista y
corresponsal internacional Ronnie Huete, fue también remitido en los
tribunales de justicia el 25 de mayo de 2017, después de brindar
cobertura periodística internacional a una acción de protesta
pacífica que se efectuaba en la UNAH. Este caso también fue alertado
por organismos internacionales de derechos humanos, así como en
gobiernos que pertenecen a la cooperación internacional en Honduras.
De esta forma se criminalizó
su labor periodística, sin embargo, después de tres meses de un proceso
judicial se comprobó la inocencia del periodista Huete, a través de un
sobreseimiento definitivo (carta de libertad)
dictaminado por un juez en los tribunales de justicia. Huete ahora es
objeto de calumnias y difamaciones y a su vez es perseguido por personas
y vehículos extraños en la capital de Honduras.
El periodista Ronnie Huete
también fue víctima de tratos crueles inhumanos o degradantes en el
edificio administrativo de la máxima casa de estudios, cuando fungía
como rectora, Julieta Castellanos Ruiz.
De igual forma los defensores
de derechos humanos arriba descritos, así como la periodista y
defensora de la vida, María Tomasa Morales fueron remitidos a los
tribunales de justicia, criminalizando la labor que hacen
en pro de la defensa de la vida, sin embargo, después de un proceso
judicial se comprobó la inocencia de los mismos.
Todos estos eventos violentos
que amenazaron la vida de seres humanos, bajo la lógica de un país
civilizado y democrático fueron invisibilizados por algunos medios de
comunicación corporativos de ese país.
Los dueños de esta prensa
instrumentalizan la comunicación al servicio del poder corporativo de
Honduras, con el objetivo de diseñar una realidad ficticia e irreal ante
los ojos de los receptores y apegada a sus intereses
oligopólico financiero.
Fechorías
Algunos reporteros de prensa
de estos medios corporativos fortalecen la apología del odio y las
difamaciones, calumnias, entre otras injurias, contra los que el
minúsculo grupo de poder corporativo en Honduras considere
como estorboso a sus intereses oligopólicos.
Lo que describe también un
debilitamiento en el verdadero ejercicio del periodismo, puesto que
algunos reporteros lo han reducido a relaciones públicas, conforme a la
información que ha sido vendida a través de pautas
de los grupos de poder económico.
Con un bajo nivel educativo e
intelectual, estos reporteros también son víctimas del oprobio de
algunos dueños de medios de comunicación, puesto que sin saberlo son
instrumentalizados en el discurso del poder de esta
elite financiera, que les convierte en mercenarios de la información.
El peligro del periodista en
Honduras radica en pensar, en ser crítico con contexto en las
injusticias que irrespetan la dignidad humana en su nación, así como en
la denuncia de quienes violan los derechos humanos
y hacen actos atroces con el presupuesto del erario del Estado.
El peligro del periodista en
Honduras también es denunciar a los corruptos que incitan a la impunidad
y a la persecución contra los que denuncian sus fechorías.
El peligro del periodista en
Honduras se reduce en la esencia de informar, sin tener dependencias
corporativas que aplasten su pensamiento y orientar a la población en
nombrar los hechos por su nombre, cuando se vive
en plena dictadura.
Ronnie
Huete es Licenciado
en periodismo (UNAH) con Maestría en Cooperación al Desarrollo y
elaboración de proyectos, estudió presencial en la Universidad
Politécnica de Valencia, España y se ha desempeñado como docente
universitario de la UNAH y otras universidades privadas. En 2010
vivió en Florianópolis, Brasil, regresando a Brasil el primer semestre
de 2012 en la ciudad de São Paolo. en 2008 viajó por Centroamérica, para
luego en 2013 desplazarse a California, EUA. En Julio de 2015 viajó
hacía Washington D.C. y luego tuvo una corta
estadía en Nueva York, terminando en el Estado de Florida. En 2016
produjo un programa radial en el Condado de Orage, California.
Actualmente
se encuentra en Honduras, en donde estudiaba su segunda licenciatura en
sociología, en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras UNAH, sin
embargo,
fue víctima de criminalización y persecución judicial por parte de las
autoridades universitarias, por lo que está tomando fuertes medidas de
seguridad, ya que su vida corre peligro.
El
24 de mayo de 2017, el periodista Ronnie Huete Salgado, se encontraba
en el edificio administrativo de la UNAH, en donde realizaba cobertura
periodística internacional
para la agencia brasileña de prensa desacato.info,
sin embargo, fue torturado, despojado de su celular y privado de su
libertad por elementos de la seguridad privada de la UNAH, para luego
ser encarcelado y procesado judicialmente
por tres meses.
El
pasado 1 de septiembre de 2017 en los Tribunales de Justicia de la
capital de Honduras, un juez dictaminó sobreseimiento definitivo (carta
de libertad) en favor del periodista
Ronnie Huete Salgado, quedando libre de todos los supuestos cargos que
le imputaban las autoridades de la UNAH en la administración de la ex
rectora Julieta Castellanos Ruiz. Quedando así en libertad definitiva.
Cualquier
atentado o amenaza para el autor de este artículo es responsabilidad de
quienes representan y gobiernan el Estado de Honduras y o los que
menciono en el presente artículo.
El
autor de este artículo es corresponsalía voluntaria para la Agencia
informativa Latinoamericana Prensa Latina, Kaos en la red , el portal http://desacato.info editado
en Florianópolis, Brasil, rebelion.org, http://conexihon.hn , criterio.hn,
www.hondurastierralibre. Entre otras agencias de prensa internacional
para la cual trabaja de forma independiente (freelance) y que cuyas
publicaciones son efectivas en España, México, Argentina, entre otros
países de América Latina.
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