Julio 27,2017 / Redacción Criterio.hn
Por: Carlos Zelaya Herrera
Las
patrañas del régimen son tan descomunales como el fraude en las pasadas
elecciones y la reelección presidencial, escribimos esto para poner de
relieve la exagerada cantidad de armas e implementos que la policía
“descubrió” en el centro penal sampedrano y que Juan Hernández Alvarado
presentó como un éxito de su gobierno en política penitenciaria y
seguridad.
Un
parangón de todos esos hechos deja la inquietud de no saber quién era
Hernández en ese momento, si el político demagogo en plena campaña
proselitista o el gobernante que se supone serio, responsable y
comprometido en el bienestar de sus conciudadanos.
Entre lo
que se confiscó se encuentran al menos 132 armas de alto calibre, tres
lanzagranadas con su respectiva munición, más de tres millones de
lempiras y dos kilos de cocaína, entre una gran variedad de objetos
peligrosos.
Es
notable que la cárcel sampedrana como el resto del circuito
penitenciario nacional cuentan con anillo de seguridad internos y
externos compuestos por custodios del Instituto Nacional Penitenciario,
Policía Nacional, vigías de civil y elementos de la Fuerza de Seguridad
Interinstitucional Nacional, (FUSINA).
Nota Relacionada: Vergonzosa escena es celebrada por JOH como un logro de su gobierno
Quizá el
desaguisado presidencial lo empujó el señalamiento del candidato de la
Alianza de Oposición, Salvador Nasralla, que el domingo anterior en una
concentración política en la ciudad de Danlí criticó el emplazamiento y
cercanía de las cárceles de máxima seguridad El Pozo y La Tolva, a
Ilama, Santa Bárbara y a Morocelí, departamento de El Paraíso, en donde
fueron construidas.
Sin
embargo, la presentación y la coyuntura en que sucede la comparecencia
hacen que el mandatario caiga en el pantano de la manipulación mediática
ridícula y torpe mayúscula que la prensa corporativa, de forma
lacayuna, masificó para que el gobernante-candidato saque pecho con su
gestión de gobierno en plena campaña política.
Quién
puede creer que en esa prisión, en donde hace menos de un mes se
registró otra operación de tal naturaleza, entró semejante cantidad de
armas sin que a los largo de todo el periplo nadie se diera cuenta o
algo sobre eso se filtrara.
Simplemente
nadie se come ese bocado sin vomitar; puede alguien en sus sano juicio
creer que a una cárcel que está bajo la mira del público haya privados
de libertad tan hábiles y capaces de introducir tanto armamento y
explosivos a vista y paciencia de las autoridades?
Además,
las condiciones en que estos artefactos de muerte se encuentran hablan
de un almacenamiento en bodega porque luce reluciente y sin deterioro
alguno, una sospecha más acerca de su procedencia.
Puede ser
aceptable que en sus labores de seguridad y vigilancia los custodios
encuentren drogas y licor, entre otros productos introducidos de
contrabando, porque no son tan difíciles de detectar, pero un arsenal de
semejantes dimensiones, millones de lempiras y armamento exclusivo
militar, indigna que se usen en plena campaña política.
Todo esto
deja mucho que pensar y desear porque aún con la presencia de la Misión
de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras, MACCIH, en
Honduras todo lo que sucede en este gobierno pasa, sin que nada pase.
La
presentación que hizo hoy Juan Hernández Alvarado, es una hipérbole de
demagogia política vulgar y barata, con actores desaliñados y carentes
de credibilidad y confianza.
Lo visto
hoy pone en evidencia el rumor popular que rebasa a la prensa mediática
de que las encuestas privadas muestran una intención de voto a favor del
candidato presidencial de la Alianza de Oposición por arriba de los 14
puntos.
Aparte de
sus paisajes Honduras tiene gente sorprendente como cierta clase de
ciudadanos conocidos como los cachurecos, cachirecos o cachirrencos,
según sus antecedentes o como le guste al pueblo, a quienes vemos
viviendo el esplendor de su maldad, ambición, falso patriotismo,
falsedad, dilación, trampa, engaño y mentira, en dimensiones que jamás
pudimos imaginar.
“Podrán
cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”, escribió
el eterno Pablo Neruda, y así será el día de las elecciones cuando
nuestro pueblo dispense el desprecio que esa clase de ciudadanos y
partidos políticos se merecen. Que así sea…!
http://criterio.hn/2017/07/27/la-locura-preelectoral-de-joh-el-mayor-acto-de-ridiculez-politico-gubernamental-de-la-jornada/
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