Por: Patricia Murillo Gutiérrez
Dos
distinguidos escritores y catedráticos universitarios Medardo Mejía y
Rafael Alberty hicieron en su momento, publicaciones acerca del
movimiento huelguístico de 1954.
Mejía, el
bardo olanchano le escribía a su camarada Salvador Tovar el 10 de junio
de 1958: ”Usted y yo jovencitos nos sumamos al Movimiento Obrero de la
Costa Norte de 1927, bajo las banderas del Partido Comunista, fundado
por el heroico e insustituible Manuel Calix Herrera, quien tuvo un fin
ingrato al ser encerrado en las bóvedas de la Fortaleza de San Fernando
de Omoa por 5 años, saliendo de allí hecho un arco esquelético a causa
de la tuberculosis, yendo a morir su pueblo, Juticalpa en 1939,
comienzo de la Segunda Guerra Mundial”.
Recuerdan
que “el reflujo de la revolución hondureña duro 15 años. En la década
de los 30, la represión obrera fue salvaje a cargo de testaferros
instruidos y pagados por las Compañías y el poder retenido por 16 años
(dictador Tiburcio Carias Andino), que contribuyó a las matanzas de
obreros y campesinos con sus propios esbirros, como Carlos Sanabria en
Trujillo, Eduardo Guayo Galeano en La Lima, Juan Fletes en Olancho,
Calixto Carias en Amapala.
Según don
Medardo Mejía, “los promotores estaban en la Capital junto a Carias
Andino y eran Fernando Zepeda Duron, José María Albir, Vicente Cáceres
diputado y Director del Instituto Nacional y otros más, todos bajo el
rigor de la disciplina fascista”.
En la
década de los 40s señalaba, sucedieron hechos inquietantes en la región:
a la altura de 1944 el pueblo salvadoreño derribo al tirano de
Maximiliano Hernández Martínez.
El
pueblo guatemalteco derrumbo al déspota Jorge Ubico. En Honduras la
pequeña burguesía liberal, estuvo a punto de sacar al dictador Carias
Andino el 6 de Julio de 1944, con una manifestación pacífica que
termino en una masacre en San Pedro Sula.
Carias
entrego el poder a Juan Manuel Gálvez en 1949 y siguiendo una tendencia
mundial, ceso la represión y los obreros empezaron ver la conveniencia
de fundar sus sindicatos y sus organizaciones políticas.
Para don
Medardo, la Huelga Obrera de 1954 debió estar liderada por hombres como
Manuel Calix Herrera o Juan Pablo Wanwright que lucharon y ofrendaron
sus vidas por las causas del proletariado y no por algunos oportunistas
que aseguraron haber estado a la vanguardia de los trabajadores.
Por su
lado el profesor Rafael Alberti escribió en La Tribuna del 18 de marzo
de 2007, que el primero de Mayo de 1954, día universal de los
trabajadores del mundo, en la ciudad de El Progreso se celebró por
primera vez tal fecha.
Paralelamente
en las diferentes terminales o departamentos de la Compañía Bananeras
presentaban lo que consideraban sus propias reivindicaciones..
Así en La
Lima, en El Progreso, en Puerto Cortés, en Tela y en Batan. Los obreros
de la construcción, de los ferrocarriles, de la mecánica, mercaderías,
electricidad etc. reclamaban desde aumentos salariales hasta la
suspensión de la explotación del hombre por el hombre.
Al irse
organizando sintetizaron en un solo pliego, 30 peticiones. El 28 de
mayo inician años las pláticas preliminares entre los delegados del
Tela Railroad Compañía con Cesar Augusto Coto, delegado de los
huelguistas de La Lima. Ángel Domínguez y Juan B. Canales de Puerto
Cortés, Augusto Castañeda y Francisco Ríos por Tela, Jaime Cabus y Oscar
Gale Varela de Batan, Manuel A. Sierra y Raúl Zepeda Montoya de La
Lima, Gabriel David y Marcos Santos por El Progreso. Asesores de la
Huelga eran José Ángel Zelaya, Guillermo Rosales Mejía, José Roberto
Panchame, Roberto Arellano Bonilla, Delegado de Prensa, Iván Cañas y
vocero Francisco Ríos.
Explica
Alberty que se dividió el liderazgo de la Huelga y los que dirigían
desde La Lima acusaban a los dirigentes de El Progreso y Puerto Cortes
de “comunistas”. Manuel de Jesús Valencia era el líder de La Lima y
Cesar Augusto Coto de El Progreso. El 9 de Julio de 1954 tras dos meses
9 días de este glorioso movimiento se firmo un convenio en el Palacio
de Hacienda en Tegucigalpa, entre miembros del nuevo comité central de
Huelga, la comisión mediadora del Gobierno y representantes de la
Compañía.
Según
Alberty, financieramente el movimiento huelguístico fue un aparente
fracaso, pero se consiguió lo esencial: la organización legal de los
trabajadores bananeros, principiando por la fundación del Sindicato de
trabajadores Bananeros de Honduras, SITRATERCO.
Este
ejemplo fue tomado por los trabajadores de empresas nacionales y
extranjeras quien crea sus propias organizaciones, sindicatos,
asociaciones, feredracions y a Confederación de Trabajadores de Honduras
CTH, recuerda don Rafael Alberti.
Hasta aquí los de estos ilustres compatriotas.
Y
nosotros nos interrogamos ahora que hay 3 Confederaciones obreras, la
CTH, la CGT y la CUTH. ¿En qué momento de progreso o involución infernal
están los derechos de los y las trabajadores y trabajadoras hondureños?
¿Qué
grado de indecencia han tenidos por acción u omisión diversos dirigentes
obreros, así como gremiales que a través de las décadas que siguieron a
la Huelga del 54, permitieron que varios gobiernos especialmente los
dos últimos nacionalistas, hicieran añicos las conquista que cobraron
tanto dolor y sangre a nuestros padres y abuelos trabajadores?
Y lo más
grave aún, ¿hasta cuándo seguiremos permitiendo tanto latrocinio y
despojo los asalariados hondureños que cada día vemos disminuir los ya
escasísimos derechos laborales que un día gozamos gracias al sacrificio
de los hermanos y hermanas de la Huelga del 54?
Ejemplo:
el imparable saqueo del INPREMA, donde miles de millones de lempiras de
su patrimonio ha sido invertido en bonos del Estado y como si fuera poco
2 millones de dólares de los maestros y maestras serán prestados ´para
apoyar la construcción del Centro cívico Gubernamental.
Y que tal
los 7 mil millones de lempiras desviados del IHSS, cuando en su Junta
Directiva estaban representantes obreros. Ya de los del Gobierno
Nacionalista no nos puede extrañar nada.
http://criterio.hn/2017/05/01/medardo-mejia-rafael-alberty-mas-la-huelga-1954/
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