Estafeta.-
El señor Almagro, Ministro de Colonias de USA (OEA), por su procedencia uruguaya seguramente es católico, apostólico y romano, pero su actuación le hace norteamericano. Y en el ejercicio de esa identificación vergonzosa en contra de los pueblos de Nuestra América, no ha dejado de presionar para que a la República Bolivariana de Venezuela se le aplique la Carta democrática. En el ejercicio como marioneta, cuyos hilos se manejan desde el Departamento de Estado, suplantó al presidente pro tempore del Consejo de la OEA, el Embajador Boliviano, por otra marioneta, el embajador de “honduras”, acostumbrado a doblar el espinazo frente a las exigencias del mismo amo de Almagro.
El señor Almagro, Ministro de Colonias de USA (OEA), por su procedencia uruguaya seguramente es católico, apostólico y romano, pero su actuación le hace norteamericano. Y en el ejercicio de esa identificación vergonzosa en contra de los pueblos de Nuestra América, no ha dejado de presionar para que a la República Bolivariana de Venezuela se le aplique la Carta democrática. En el ejercicio como marioneta, cuyos hilos se manejan desde el Departamento de Estado, suplantó al presidente pro tempore del Consejo de la OEA, el Embajador Boliviano, por otra marioneta, el embajador de “honduras”, acostumbrado a doblar el espinazo frente a las exigencias del mismo amo de Almagro.
Venezuela,
en una actitud de defensa de su soberanía, su independencia y del
derecho de su pueblo a la autodeterminación, dejó la OEA, organismo que
se ha quedado ahora sin Beatriz y sin retrato.
Almagro
quiere, porque así se le ha ordenado, que en Venezuela se convoque a
elecciones generales, a pesar de que el presidente Maduro ejerce su
mandato constitucional como resultado de su triunfo en las urnas, y que
las elecciones ya están previstas en la Constitución bolivariana. La
oposición, también apadrinada por el mismo amo de Almagro, desea
revertir las cosas en Venezuela para que ese país vuelva al pasado y que
las compañías petroleras transnacionales vuelvan a tomar el control de
la explotación del petróleo venezolano y, por supuesto, desean agregar
un nuevo peón en la OEA para asegurar, de esa manera, las acciones
abusivas de USA en contra de cualquier régimen en Nuestra América que se
insubordine a sus deseos y mandatos.
Por
otra parte, míster Almagro pareciera que padece de una ceguera
selectiva y que se le ha infartado la circunvolución cerebral en donde
guarda la memoria: esa ceguera no le permite ver la violación de los
derechos humanos en México, la impunidad en que se manejan los asesinos
de los jóvenes de Ayotzinapa y el fraude, en contra de López Obrador,
que permitió el encumbramiento de Peña Nieto en la Presidencia de
México, quien ahora ha demostrado su cobardía para defender a México de
la humillación a que le somete Trump; no se refleja en la retina de este
neo yanqui, el hecho de que el pueblo de Brasil esté en las calles para
exigir la renuncia de Temer, quien no es más que el jefe de una
pandilla criminal que ha atracado al pueblo de Brasil y que se ha
encumbrado mediante un juicio ilegal en contra de la legítima presidenta
Dilma Roussef, para asegurar su impunidad; no pasan por su nervio
óptico las manifestaciones masivas de los argentinos en contra del
presidente Macri, también sospechoso de corrupción, y que por ahora
cuenta con un exiguo respaldo entre los argentinos, pues la mayoría
desea su partida y enjuiciamiento; no pasan por el cristalino de este
gringuero las escenas de protesta en Guatemala en contra de los
genocidios en impunidad y en contra del actual presidente que ha burlado
sus promesas electorales; el señor Almagro, ni con gafas perfectamente
graduadas, puede ver la represión en contra de los mapuches en Chile y
la represión en contra del movimiento estudiantil que exige educación
gratuita; no llegan a su corteza cerebral las imágenes de miseria en
Colombia y el resurgimiento del paramilitarismo que asesina a los
defensores de los derechos humanos. Y, no está demás decir, no ve los
abusos a los derechos humanos ejercidos por Trump en Usa y en todo el
mundo, ahora, incluso, da pleno respaldo a los yihadistas y a los
regímenes del Golfo Pérsico patrocinadores del terrorismo, incluido el
ataque a las torres gemelas de Nueva York.
Pero,
lo dije arriba, el señor, mejor dicho míster Almagro, padece de amnesia
parcial porque se ha borrado de su corteza dedicada a la memoria todos
los actos vandálicos protagonizados por la OEA (léase USA) en América
Latina: el golpe de Estado en Guatemala para derrocar al presidente
legítimo, Coronel Árbenz, protagonizado por la OEA por instigación de
Míster Dulles, Secretario de Estado en ese entonces; ha olvidado el
golpe en contra de Allende y la implantación de una dictadura
sanguinaria en Chile; tampoco está en su corteza el genocidio en
Argentina y en Uruguay; no recuerda los golpes de Estado en Honduras y
en Dominicana, en 1964, que se siguieron de represión, persecución y
asesinato en contra de miles de hondureños y en una invasión sangrienta
por parte de USA en Dominicana; se le ha acabado el voltaje al recuerdo
de la invasión a Grenada que terminó con la muerte del Primer Ministro
Bishop y de muchos grenadinos; ha olvidado completamente la masacre en
Panamá destinada a derrocar a un sicario propio de USA, con un saldo de
miles de asesinados y heridos; desaparecieron de su mente los ataques
permanentes en contra de Cuba, sobre todo la invasión de Bahía Girón en
donde USA recibió una tremenda derrota; no hay imágenes de las acciones
de la Contra en el territorio nicaragüense y los asesinatos
protagonizados por Álvarez Martínez en Honduras; se perdió de su USB el
recuerdo de los ilegales golpes de Estado en Honduras, en Paraguay y en
Brasil. Todo esto y mucho más, míster Almagro, con la total indiferencia
e ineficacia de la OEA.
Ahora
mismo la cosa está que arde en Brasil. El pueblo salió a las calles y
exige la salida de Temer. El Fora temer retumba en todo el país. Temer
ha ordenado la represión y lanzó el ejército en contra de los
manifestantes. La prensa adocenada y, no lo dudo, el señor Almagro
también, ven en estos manifestantes a delincuentes que se oponen a la
democracia plena que reina en Brasil, muy a pesar del origen oscuro del
mandato de Temer, pero califican de héroes a los violentos manifestantes
caraqueños que han destruido propiedades del pueblo y que han asesinado
manifestantes, con métodos tan execrables como rociar gasolina a una
persona e incendiarla.
¿A
quién pretende engañar míster Almagro, si los hilos con que dirigen sus
movimientos son evidentes? Ud., señor Ministro de Colonias, siga con su
farsa de Consejo Permanente de la OEA, pero sepa que la carta
democrática la imponen los pueblos, libres de toda coacción y de toda
interferencia externa. Esa Carta democrática en Venezuela se llama
Asamblea Constituyente para fortalecer el poder del pueblo y recuperar
la paz. Y en esa dirección ha marchado el pueblo venezolano, al mando de
Chávez y ahora de Maduro.
Fuente: Victor Manuel Ramos Rivera Vía FIAN Honduras 25.05.2017.
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