redaccion@criterio.hn / Tegucigalpa.- En
su cierre de campaña de esta mañana en el boulevard Suyapa de la
capital de la república, el titular del régimen y candidato a la ilegal
reelección por el Partido Nacional, Juan Hernández Alvarado, prometió
nuevamente dar seguridad al pueblo hondureño.
Un sofisma con el que el régimen de corte militarista-represivo, oculta el
fortalecimiento de la milicia y destruye a la policía civil, al asignar
un presupuesto inflado, cuatro mil 500 millones de lempiras solo para la
Fuerza Aérea en este año en tanto recorta 717 millones de lempiras al
Hospital Escuela Universitario, el principal centro asistencial público
del país que entró a un proceso de franca privatización.
Mientras
recorta las asignaciones a educación y salud de los hondureños, además
de asesorarlo con militares de Colombia e Israel, señalados de fomentar
el paramilitarismo en sus regiones correspondientes.
A nivel
Centroamericano, junto a El Salvador y Nicaragua, Honduras, denominado
el Triángulo Norte de Centroamérica, entidad creada con fines proclives a
los intereses geopolíticos de Estados Unidos, se encuentran en una
carrera militarista con la adquisición de tanques, fragatas,
helicópteros y repotenciación de la rama aérea, en tanto campea el
exterminio social, crímenes políticos y altos niveles de impunidad, en
especial de dirigentes populares y ambientalistas.
Con al
menos 16 masacres y casi 80 víctimas en los tres primeros meses del año,
los nacionalistas siguen en este proceso electoral y a pie juntillas
una frase acuñada en el norte del país: “promete, promete, promete y
prometes hasta que la metes, y después de metida, a la mierda lo
prometido”.
Desde
hace 11 años a partir de 2000 a 2011 han muerto de forma violenta 46,450
compatriotas y del 2014 a 2016, que abarca el mandato actual, la
mortalidad alcanzo la cifra aproximadamente 18,486 personas.
Cifras en
las que no generan confianza y que pueden ser mucho mayores pues
provienen de dos aliados del régimen, la unidad de estadísticas de la
policía nacional y el Observatorio de la Violencia de la UNAH, que
dirige Julieta Gonzalina Castellanos, que con sus favores a Hernández
pretende quedarse en el cargo por un período más, aunque con el actual
ya había violado las leyes nacionales y de la Alma Mater.
http://criterio.hn/2017/03/05/falsas-promesas-cierre-campana-joh/
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