Criterio.hn/ 25 septiembre, 2016 |
El
crimen de Berta Cáceres a principio de año fue el de mayor relevancia,
pero tras el golpe de Estado en 2009 decenas de activistas han sido
asesinados en Honduras.
Por: Jorge Cabrera/ Reuters
Dana
Frank, profesora de historia en la Universidad de California (Estados
Unidos), ha publicado un artículo en el ‘New York Times’ en el cual
vuelve a poner encima de la mesa el rol de EE.UU. en los crímenes
políticos cometidos en Honduras. Frank, especializada en el estudio de
la política de Washington hacia ese país centroamericano, recuerda
el asesinato de la activista Berta Cáceres en marzo de 2016 y remarca la
“política represiva” del Gobierno hondureño.
“Tuvo
que morir asesinada Berta Cáceres para que, por fin, se abriera un
debate público en EE.UU. sobre la financiación que la
Administración Obama ofrece a las peligrosas fuerzas de seguridad de
Honduras”, señala esta analista.
Frank
recuerda que, en junio, un grupo de congresistas estadounidenses
propuso impulsar la llamada ‘Ley Berta Cáceres para los derechos humanos
en Honduras’.
Esta normativa exigía suspender todo tipo de ayuda
económica en materia de seguridad al país centroamericano. Sin embargo,
la legislación no fue aprobada.
“Proporcionamos
millones de dólares para asistencia en seguridad a Honduras, pero estas
mismas fuerzas de seguridad se han creado para atacar y matar a
activistas ambientales, laborales y de derechos humanos, como Cáceres,
sin ninguna respuesta efectiva de las autoridades”, declaró a ‘The
Guardian’ el congresista Hank Johnson.
Asesinatos políticos sistemáticos
Apenas
tres meses después de la muerte de Cáceres, Lesbia Yaneth Urquía,
también militante del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e
Indígenas de Honduras (Copinh), apareció muerta.
Antes,
un exsoldado de las Fuerzas Especiales del Ejército
hondureño develó que Berta Cáceres estaba en una lista negra de su
comando de élite, lo cual involucró de manera directa en el crimen a las
autoridades militares y políticas de Honduras.
Foto de Lesbia Yaneth UrquíaEdgard Garrido / Reuters
Dana
Frank subraya que, según la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, en lo que va de año han sido asesinados un mínimo de ocho
activistas, que se suman a las muertes violentas de periodistas
críticos con el poder. En 2015 ya fueron asesinados 10 trabajadores de
prensa, ubicando a Honduras en segundo lugar de esa clasificación
latinoamericana, detrás de México.
Un país clave en la geopolítica estadounidense
“El
golpe de Estado de 2009 contra Manuel Zelaya es, de alguna manera, el
comienzo de una contraofensiva imperial, que estamos viviendo muy
claramente en estos días”, aseguró el periodista y analista
internacional Fernando Vicente Prieto a RT.
De
acuerdo con este columnista de TeleSUR, “durante todo el siglo XX
Honduras fue un bastión para Washington en la región”, “desde allí
desarrolló la guerra de los Contras hacía la Nicaragua sandinista” y en
el territorio posee “una de sus bases militares más importantes”.
Prieto
hizo hincapié en que “a partir de la desclasificación de documentos,
salió a la luz que los asesores de la que fuera secretaria de
Estado, Hillary Clinton, le plantearon la necesidad de reconocer que
hubo un golpe en Honduras y de disminuir la ayuda” a ese país. Sin
embargo, la actual candidata a la Casa Blanca “hizo lo posible para que
ese golpe fuera exitoso” y lo legitimó “mediante unas elecciones
controladas por el mismo régimen golpista”.
La represión como herramienta de control
Fernando
Vicente Prieto destacó que hoy “vemos una Honduras controlada por la
extrema derecha”, donde se da “un gran nivel de agresión de las
transnacionales sobre el territorio”. Al mismo tiempo, en el país se
lleva adelante “una militarización al servicio de la geopolítica
continental de EE.UU.” y para “garantizar la represión interna mediante
el asesinato de activistas de organizaciones populares, periodistas y
todo aquel que se oponga a este modelo de neoliberalismo extremo”.
Esta
analista consideró que “EE.UU. tiene una responsabilidad fundamental en
esta situación a pesar de que, como hace habitualmente, intenta
camuflarla diciendo que es para el bien de Honduras” y denunció que “lo
que ellos llaman ayuda humanitaria” es parte de un combo, que trae
aparejado “la pérdida de soberanía, el control territorial y el
establecimiento de gobiernos que se ponen en contra de la población”.
“Por
eso es un argumento muy hipócrita, justamente porque la ayuda de EE.UU.
es a las transnacionales y al Gobierno golpista”, concluyó Prieto.
http://criterio.hn/la-relacion-ee-uu-asesinato-lideres-sociales-honduras/
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