CGT se prepara para ir a paro general de 24 horas en Argentina
Este
podría ser el primer paro nacional que enfrenta el Gobierno de Mauricio
Macri, que lucha constantemente en contra de la inflacióPn creciente en
Argentina. | Foto: El País/ Publicado 24 septiembre 2016 (Hace 2 horas 58 minutos)
Los
líderes sindicales planean llevar ante el Ministerio de Economía su
amenaza a paro, cuando se reúnan con su titular, Alfonso Prat-Gay, el
próximo 29 de septiembre.
La Confederación
General del Trabajo (CGT) de Argentina amenazó al Gobierno de
Mauricio Macri con una huelga de 24 horas, aunque no le ha puesto fecha.
Se estima que la fecha se defina después del jueves de la semana
próxima, cuando la dirigencia de la CGT se reunirá con el ministro de
Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay.
Las dos
facciones de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) podrían
sumarse a la medida de paro general, que sería el primero que afronta el
Gobierno de Mauricio Macri.
Juan Carlos Schmid, integrante del triunvirato que desde el 22 de agosto
conduce a la CGT unificada, dio el anuncio al término de un encuentro
con 120 secretarios generales. “Tenemos las facultades en la mano para llevar adelante una medida de fuerza con un paro de 24 horas”, soltó Schmid.
Los
últimos datos oficiales indicaron que el Producto Bruto Interno (PIB)
cayó 3,4 por ciento en el segundo trimestre del año, y el desempleo
subió al 9,3 por ciento en julio. “Los únicos que aplauden al
Presidente son los extranjeros, pero los argentinos no estamos
conformes. Podremos seguir dialogando, pero hoy no tenemos respuesta a
la inflación, la pérdida del poder adquisitivo del salario y los puestos
de trabajo”, acusó Schmid.
Sin embargo, Héctor Daer, otro miembro del triunvirato, aclaró que por ahora seguirán con las negociaciones con el Gobierno. “Lo
único que falta es la dimensión de la medida de fuerza y el momento.
Eso será lo que esta conducción amerite que tenga que hacer. Si
anunciamos hoy un paro no dialogamos más”, señaló.
Los sindicatos argentinos habían acordado no levantarse y garantizar la
paz social hasta ahora a cambio de aumentos salariales y más dinero para
sus organizaciones. Pero el presidente argentino se ha negado a reabrir
las paritarias para discutir nuevas subidas, lo que ha sido
interpretado en la CGT como una declaración de guerra.
Durante los
primeros meses del año, los sindicatos cerraron paritarias con subidas
salariales por encima del 30 por ciento, para ponerse a tono con la
inflación que impera en Argentina. Pero ante el deterioro de la
situación económica, exigieron abrir las paritarias otra vez. Pero Macri
se negó por el supuesto impacto que tendrá una nueva actualización
salarial en la inflación, una de las principales batallas que enfrenta
Macri.
Se
prevé que en 2017 la subida del índice de precios al consumidor (IPC)
supere el 40 por ciento, pese a los últimos registros dan reporte de una
ralentización de ello.
A la CGT se puede unir la CTA para iniciar un paro nacional de 24 horas.
Un Gobierno en eterno enfrentamiento con los sindicatos La relación
entre la Administración de Macri y los sindicatos nunca ha sido
sencilla. El Presidente recibió a los siete sindicalistas más poderosos
de Argentina en la Casa Rosada apenas asumió el poder, en un intento por
demostrar que respetaba el poder sindicalista.
Y es que los sindicatos representan al peronismo
con mayor capacidad de movilización. Macri, en tanto, debe cambiar el
paradigma de que el último presidente democrático no peronista en
terminar su mandato fue el radical Hipólito Irigoyen, en 1922. Otro
radical, Raúl Alfonsín, estuvo cerca de terminar su mandato en 1989,
pero tuvo que adelantar el traspaso de diciembre a julio al
peronista Carlos Menem, por causa de una crisis económica que derivó en
hiperinflación.
Los “gordos”,
como se les conoce a los líderes sindicales que llevan décadas al frente
de sus gremios, al final del Gobierno de Cristina Kirchner, se
dividieron. Hugo Moyano, al frente del poderoso gremio de los
camioneros, por ejemplo, hizo campaña por Macri. Pero el amor no
duró. Moyano se distanció y la CGT, dividida hasta agosto en tres
grandes centrales, se reunificó.
Desde entonces
aumentó la presión contra Macri. La amenaza de un paro sin fecha por los
“gordos” será llevada ante el ministerio de Economía cuando se reúnan
con su titular, Alfonso Prat-Gay, el próximo 29 de septiembre. Allí
presentarán una vez más sus reparos a la situación económica.
Los gremios más
combativos hasta ahora fueron los agrupados en la Central de
Trabajadores de la Argentina (CTA), fuerte entre los empleados públicos.
Pero la CGT, más cercana al peronismo tradicional, ha decidido negociar
con el Gbierno bajo presión, sin movilización de calle. La declaración
de un paro nacional es una de sus estrategias.
>> Sindicato argentino advierte que Macri se cree dueño del Estado
En contexto
El
pasado 23 de agosto, la nueva conducción de las tres ramas de
la CGT confluyeron en un triunvirato que está compuesto por Juan Carlos
Schmid, del sindicato marítimo; Héctor Daer, del sector de sanidad; y
Carlos Acuña, del sindicato del personal de las expendedoras de
combustible.
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