Por; Delmer Allan Steer
Entre el enorme número de muertes que estiran los hilos con que se
sutura la pena y el dolor en la extensión de nuestro territorio patrio,
sentimos mucho pasar esta noticia. Pero GloboTV ha muerto.
Ha sido vilmente asesinada. Descansa en paz de un simple misil
explosivo que no deja fragmentos. Sus restos se han consumido. En su
tumba no hay flores, apenas abundan los comentarios improductivos,
iguales a este que hoy sale al aire y al tercer día - me atrevo a
apuntar la fecha 6/18/2016, ¿quien esté dispuesto a apostar lo
contrario? - "todos lo olvidarán".
Sentimos su monumental paso
por la carrera del despertar de nuestras consciencias, otrora dormidas
por la desinformación malvada que escupe la oligarquía criolla
explotadora, arrimada a la caravana de camelleros.
Pienso que en
nuestra vida, ahora GloboTV apenas se devuelve a ser un simple
recuerdo. No es asunto de su culpa administrativa. La culpa más grande
es la administración de nuestra solidaridad, tan escasa que demuestra
nuestro pueblo.
Aunque mientras el soberano David y su equipo de
trabajo elevaba poco a poco la crucifixión del johlote, apuntalaba la
verdad con clavos de durmientes de ferrocarril y los martillaba junto
con espeluznantes pruebas acerca de la corrupción institucionalizada,
nosotros llamábamos a la radio expresando nuestro singular apoyo. Miles
de llamadas caían diariamente como cuando se quema el guamil para
preparar la tierra para la siembra.
Pero esa singularidad era
tan pobre, que bastó una orden del bajísimo señor de las tinieblas para
que se la asesinara. Exactamente como políticamente asesinaron a Berta
Caceres Flores.
Sin la información verídica de GloboTV, también
Honduras ha muerto de muerte natural. Igual muere su pueblo, que como un
cuzuco acurrucado en las trincheras de sus miedos se inmoviliza por la
falta de arriesgar su fina e inmaculada piel moreteada de gases
lacrimógenos a cambio de luchar por su liberación.
Por eso de la
fidelidad de sus mejores soldados y preocupado porque sus restos los
tiraran en cualquier parte insignificante, Francisco Morazan exigió que
sus restos fuesen depositados en El Salvador. Talvez GloboTV habrá de
exigir lo mismo. Porque no se puede luchar al lado de un pueblo
displicente.
Talvez la veracidad de la información llueva de
nuevo en este territorio poblado de gente que no existe. Pero veo el
cielo demasiado nublado; mientras en Yoro se reporta lluvia de
peces...el bajísimo señor de las tinieblas junto con la plebe activada,
la chafarotada, la corte azulada y el congreso embarrado, por todo el
territorio se reporta torrentes e inundaciones de bolsas solidarias.
No hay nada que salve a este pueblo de las ondas de frecuencia hambrienta que encogen su estómago. QEPD el pueblo también.
Mil gracias a todos ustedes muchachos, lo hicieron monumentalmente
bien. Entraron en la historia del periodismo de investigación y estamos
seguros será una nueva cátedra en el porvenir de la carrera del
periodismo...si los estudiantes no se rajan como el ocote rechina frente
al fuego. Sin la GloboTV, Honduras ya no será lo mismo.
¡Hasta la vista GloboTV!
No hay comentarios:
Publicar un comentario