Desde
el derrocamiento de Manuel Zelaya, se profundizó el neoliberalismo, se
revirtieron las reformas que emprendió el gobierno que dirigió, como el
financiamiento a la producción y vivienda y se profundizó la devaluación
de la moneda, acrecentando el empobrecimiento de la población.
JULIO ESCOTO EXPLICA LO QUE EL GOLPE SE LLEVÓ Y LO QUE EL GOLPE DEJÓ
Equipo de Redacción / EL LIBERTADOR / Publicado 28 de Junio 2016.
- San Pedro Sula. Nos entrevistamos con el escritor nacional Julio Escoto (1944), sobre qué ha sucedido hasta hoy en Honduras desde el golpe de Estado del 28 de junio de 2009.
- ¿Cuál fue el mayor logro del pueblo aglutinado en la resistencia en estos siete años desde el golpe?
-
Indudable que cierto despertar de conciencia histórica y política,
experiencia que ha conducido a que la gente vea relación entre sus
vivencias diarias y el funcionamiento de la máquina del poder,
pensamiento que antes pertenecía casi exclusivamente a intelectuales y
gente de izquierda, así como a intelectuales de izquierda, que son
pocos.
Esto
ocurre particularmente en los planos políticos y económicos, no así en
el ideológico y el cultural. La gente ha aprendido a medianamente
encontrar rutas de causa y efecto entre su pobreza y la corrupción
externa, ambos en auge, o en la especie de sucesión dinástica que se da
en ciertas familias políticas, que se transfieren por décadas el poder y
los beneficios del poder, pero muy difícilmente entiende sus propios
procesos de alienación y enajenación y le es por tanto difícil
desprenderse de ellos. Una alienación que niega la realidad o se resiste
a comprenderla y que más bien prosigue esperando soluciones del cielo
(de manera conveniente inducidas por pastores y sacerdotes) en vez de
asumir que el mundo es real y que sólo lo construye el músculo del
hombre.
La
ganancia de los siete años posteriores al golpe ha sido, pues, algún
ascenso en la inteligencia de la gente, que ya es capaz de distinguir
entre propuestas tradicionales y propuestas de reforma o contestatarias
(pues hasta el presente no hay ninguna revolucionaria); que ya
identifica personas y mecanismos dedicados a la dominación, así como los
estilos de mentira y manipulación que estilan los medios masivos.
Lo
triste de este pequeño avance en la visión política de la gente es que
no ha sido aprovechado. Tanto el FNRP como LIBRE han sido lentos para
intensificar esa percepción y esa inquietud y han descuidado fundar
escuelas, grupos, células de estudio de la realidad nacional, por lo que
el impulso o empuje inicial de cambio ha disminuido e incluso se está
perdiendo.
- ¿De qué manera se despertó el patriotismo positivo con el golpe a través de la resistencia?
-
La realidad misma fue más poderosa que cualquier discurso o proclama
para hacer ver lo que vivíamos. El golpe evidenció que las clases de
poder no estaban dispuestas a permitir siquiera un referéndum y menos
una transformación política desde el Estado. Exhibió con toda claridad a
la clase dominante y se observó que era la misma, o en alianzas, con la
clase poderosa económica. Vino a develarse qué grupos o personas
pertenecían a la oligarquía hondureña, incluso su exiguo número, y de
cómo administran el Estado sin dar directamente la cara y menos formar
parte de él sino utilizando a otros (ningún ministro o militar, por
ejemplo, ni el presidente, pertenecen a la oligarquía). Y
particularmente, probó que si el pueblo se une tiene la potencia para
causar sismos sociales.
El
reconocido escritor y pensador hondureño Julio Escoto (foto) hace un
amplio análisis sobre las secuelas del golpe de Estado y reflexiona
sobre lo que el golpe se llevó y dejó en la sociedad.
- ¿Cree Ud. que el golpe nos ayudó a profundizar en la construcción de la identidad nacional? ¿Cómo y por qué?
-
En algún grado sí, en el de ayudar a conocernos a nosotros mismos,
nuestras debilidades y fortalezas. Cuando la gente reaccionó airada al
ocurrir el golpe de Estado ella misma se dio cuenta de que tenía lazos
de pertenencia con el poder pero que el pequeño poder disponible le
había sido quitado y por lo tanto buscó a los actores de ese expolio. Se
encontró con que gran parte de los golpistas, o como grupo de apoyo y
auxilio, era la población adinerada árabe-descendiente, y esa visión
robusteció su sentido de pertenencia nacional. Buscando modelos o roles
patrióticos acudió a los próceres históricos: cientos de veces las
marchas mostraban alusiones a Lempira, Morazán y Cabañas, por ejemplo. Y
adicionalmente hubo un reacomodo de las clases sociales ya que pobres,
obreros y clase media, en términos globales, se posicionó contra el
golpe, mientras que clase alta y adinerada más oligarquía se sumaron a
la ilegalidad. Este conocimiento permitió entender a la gente, entonces,
que la lucha de clases es inevitable, lo que es además otro aporte a la
formación de la identidad colectiva.
- ¿Se podría decir que hubo un renacimiento en el arte y la cultura? Sí o no. ¿Por qué?
No
exactamente sino un aprovechamiento coyuntural del arte para utilizarlo
a favor de la lucha anti golpista. Si hubiera habido un renacimiento
este continuaría hasta ahora pero tras la crisis se apagó o redujo
significativamente.
- ¿Cuál fue el papel de las mujeres en Resistencia durante el Golpe?
Extraordinario,
pues, además de participar en la protesta colectiva alentaron al varón
en la misma demanda. A pesar de que su carga de trabajo es prácticamente
el doble que la del varón, la mujer hondureña estuvo presente en las
movilizaciones, la crítica, el análisis y la búsqueda de respuestas
políticas. Lástima que el sistema ya consiguió volver a adormecer a la
población, hombres y mujeres, y que aquella resistencia no haya sido
idealmente conducida.
- ¿Han cambiado las estrategias de lucha de los diferentes grupos sociales a raíz del golpe?
-
Son ahora más directas, efectivamente, pero también las del enemigo son
más sutiles. En vez de reprimir tanto o directamente compran
conciencias, a lo que la Resistencia y LIBRE ha sido incapaz de
responder adecuadamente.
- ¿De qué manera?
-
Llueve mucha pasividad en el movimiento de resistencia, los líderes
están concentrados en el detalle coyuntural (politiquero) y no en la
perspectiva histórica; mucha gente desvió la inquietud revolucionaria o
siquiera contestataria hacia el sueño electoral o electorero; no hay
formación política masiva a largo plazo, que es lo único que puede
derrotar a los conservadores.
SIETE AÑOS DESPUÉS: REBELDÍA SIN OPOSICIÓN
Equipo de Redacción / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Ya
son siete años de impunidad por el golpe de Estado del 28 de junio de
2009. El presidente Juan Hernández se prepara para un segundo mandato
sin oposición de los partidos Libertad y Refundación (Libre) y partido
Anticorrupción (Pac), sin ofrecer promesas más que combatir la
inseguridad y violencia en una convulsa Honduras que marca
fraccionamientos en torno a un eventual continuismo de Hernández.
GRAVES RETROCESOS
El
gobernante no ha propuesto una verdadera reconciliación nacional y ha
enfilado baterías contra movimientos sociales, partidos políticos y
líderes que se opusieron al crimen constitucional. Explica la defensora
de derechos humanos, Bertha Oliva, que Honduras aún no se repone del
colapso que implicó el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya. Sobre
el tema, analiza que “el quiebre institucional provocado en 2009 sólo
beneficia a la actual cúpula del poder y a los que dirigen el país
porque, si lo vemos desde los DDHH, nos damos cuenta que hemos tenido
graves retrocesos y los crímenes contra opositores se cometen con saña”.
REFLEXIÓN DE DDHH
La
reflexión de Bertha trae a la mente los asesinatos cometidos contra más
de 200 personas durante la dictadura neofascista de Roberto Micheletti;
unas 30 personas fueron asesinadas durante las movilizaciones del
Frente Nacional, eran enterrados por la tarde y los dolientes volvían a
las calles a exigir el retorno del Estado de derecho y la creación de
una nueva Constitución que defienda y promocione el bienestar de más del
90 por ciento de la población empobrecida, según cifras del Instituto
Nacional de Estadísticas (INE).
TIEMPO EQUIVOCADO
El
ataque del poder con el golpe militar ocurrió en el lugar adecuado,
pero en el tiempo incorrecto porque el mundo ha evolucionado y, esta
vez, los urdidores de la violencia contra la sociedad autodestruyeron el
sistema ideológico que habían creado para someter a la sociedad y en el
que enmascaraban el desprecio contra los hondureños. El director del
Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh),
Wilfredo Méndez, explica que crimen constitucional profundizó la
impunidad, consolidó la corrupción y el crimen es la norma en el
Estado.
UN BALANCE
“Otro
elemento negativo que nos dejó el golpe fueron las violaciones a los
derechos humanos y en ese contexto tampoco tenemos en la medida que pasa
el tiempo una repuesta jurídica del caso, lo que tenemos en este caso
es un altísimo nivel de impunidad del 94 por ciento, y un sistema de
justicia proclive a los violadores de los derechos humanos y en contra
de las víctimas”, advierte. En lo positivo -prosigue- el golpe de Estado
hace un remezón de la conciencia colectiva y “tenemos en primer lugar
una movilización de la conciencia social y una población hondureña que
uno no esperaba. Vemos que ha habido un despertar abrupto de la
conciencia colectiva que es extraordinario para la vida hondureña y la
gente empieza a ver de otra forma la composición política del país”.
Aunque
la toma de conciencia ha sido paulatina, todavía sigue la indiferencia
desde la sociedad a los movimientos populares. Cuando han reaccionado,
ha sido multitudinario el poder de convocatoria. En mayo de 2015, surgió
de pronto el movimiento indignado, como respuesta al megafraude contra
el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) que asciende a siete
mil millones de lempiras, pero ha decaído con el correr de los meses:
pasaron de multitudinarias movilizaciones a marcha con poca afluencia.
El reto queda para las organizaciones sociales de reaglutinar a grupos
populares, sostiene Méndez.
NO APRENDIERON
En
cambio, el director de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ),
Carlos Hernández, dice que la clase política no aprendió las lecciones
del golpe de Estado. Señala que “algunos sectores no aprendieron la
lección y cada vez que nos acercamos a un proceso electoral comienza a
aflorar la polarización, parece ser que no se aprendió”. No se aprendió
del crimen contra la democracia, reitera, porque no se ha fortalecido la
institucionalidad “y seguimos viendo las mismas condiciones previo al
Golpe de Estado, tenemos partidos políticos casi con las mismas
estructuras y los mismos mecanismos del golpe de Estado y nos demuestra
que son pocos los aprendizajes que ha habido”.
CONCIENCIA DESPIERTA
Destaca
aspectos positivos en el plano social, entre ellos, que “hubo una
reacción de la ciudadanía y que la conciencia social se fue
despertando”. No obstante, advierte que en el escenario de reelección
que plantea el Partido Nacional, ha reavivado la polarización “de los
grupos sociales y creo me parece que es una tragedia y demuestra que,
aun en el otro sector, tampoco fuimos capaces de coaccionar un discurso
orientado a rescatar la democracia en el país”.
VOTO ÚTIL
El
escenario previo al golpe de 2009 se ha “calentado”: los que se oponían
a Zelaya, hoy apuestan a la reelección, los grupos que apoyaron el
derrocamiento de “Mel”, como la Unión Cívica Democrática (UCD) se han
llamado al silencio y varios de sus miembros consideran ahora como
“derecho” que se abra la reelección para el actual titular del Poder
Ejecutivo. “Si la oposición sigue dividida, el gobierno actual tiene
posibilidades de quedarse en Casa Presidencial; si la oposición logra
identificar con un voto útil, que independientemente de que haya alianza
entre los tres, ese voto permita un cambio de gobierno en las
elecciones de 2017”, prevé Méndez.
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¿QUÉ DEJÓ EL GOLPE DE ESTADO EN HONDURAS?
El
derrocamiento del gobierno de Manuel Zelaya involucionó a Honduras,
situándola entre las naciones más violentas del mundo. Al mismo tiempo,
despertó la conciencia en la sociedad con el surgimiento de partidos
antisistema y el fortalecimiento de los movimientos sociales.
ASPECTOS NEGATIVOS
-Mayor concentración de la riqueza en pocas manos.
-Profundización del neoliberalismo.
-Violaciones masivas a derechos humanos.
-Calificación de ser la nación más violenta del mundo.
ASPECTOS POSITIVOS
-Despertar de la conciencia ciudadana.
-Surgimiento de movimientos sociales como el Frente Nacional de Resistencia Popular y los partidos Libertad y Refundación
(Libre) y Anticorrupción (Pac).
-Conformación de un Parlamento, en teoría, opositor, pero es controlado por el Partido Nacional.
-Declive del bipartidismo.
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GOLPE PROFUNDIZÓ POBREZA Y NEOLIBERALISMO
En
2011, el gobierno de Honduras, presidido por Porfirio Lobo, lanzó el
programa "Honduras is open for business" para atraer la inversión
extranjera al país; a la fecha, los logros son invisibles, mientras se
incrementa la pobreza y exclusión social provocado por el neoliberalismo
profundizado con el golpe militar del 28 de junio de 2009.
Tegucigalpa.
El economista y exgerente del Banco Central de Honduras (BCH), Claudio
Salgado, lamenta que el golpe de Estado se haya llevado las reformas
emprendidas en materia económica. “Lo que provocó el golpe fueron las
reformas que se estaban implementando en el área económica, por ejemplo,
el haber tocado las compañías petroleras, el haber reducido la tasa de
interés que se le paga a los bancos por mantener el exceso de liquidez
del Banco Central, fue el origen del derrocamiento del gobierno”, dice.
Recuerda que en el gobierno de Zelaya, cuando se creó una línea de
crédito de diez mil millones para que el Banco Hondureño para la
Producción y la vivienda (Banhprovi) lo manejara y financiara sectores
como la agricultura y vivienda y si uno revisa todas estas medidas que
estaban tomando a partir del 2008 iba a ver que iban en contra de la
élite económica”. “Lo justificaron con la ‘Cuarta Urna’, prosigue, pero
el elemento central eran las reformas que iban encaminadas a dividir el
poder económico de la élite y lo que ocurrió después del Golpe es que
todo se revirtió”.
Afirman hondureños encuestados por EL LIBERTADOR.
"NO SUPERAMOS EL GOLPE DE ESTADO"
Una
muestra representativa de la ciudadanía capitalina coincide en que los
efectos sociales, psicológicos y económicos del golpe de Estado del 28
de junio de 2009 “no han sido superados”, y cuestionan puntualmente que
“prosigue la crisis económica, política y social”.
Este
periódico sondeó a la población en las principales calles y avenidas de
Tegucigalpa y Comayagüela, a siete años de del crimen constitucional
contra el pueblo hondureño; la mayoría afirma que con el golpe, “aumentó
la criminalidad, pobreza, impunidad y violación constante de las
garantías individuales”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa.
Una porción significativa de la población capitalina consultada por
este rotativo declara y explica que el golpe de Estado del 28 de junio
de 2009, “no ha sido superado”. Dicen, que a seis años de la quiebra del
orden constitucional en Honduras, “la situación sigue igual o ha
empeorado”, porque el país “está gobernado por los mismos que
perpetraron el asalto a Casa Presidencial”.
El
ciudadano Gabino Rivera, opina que el golpe no “se ha superado” ya que
“son los mismos que nos gobiernan e imponen sus leyes”. De igual forma
responde casi la totalidad personas que fueron abordadas en este sondeo;
exponen que hechos como la reciente represión, persecución y asesinato
de estudiantes, repiten el escenario vivido durante la dictadura de
Roberto Micheletti, al igual se ha convertido en política la “imposición
del gobierno”.
“El
tiempo cura, pero Honduras estará rota por siempre”, así piensan muchos
hondureños abordados, y sostienen que desde 2009 son “víctimas de la
represión en reclamo de nuestros derechos”.
“No,
la realidad es que nosotros necesitamos que haya más oportunidades de
trabajo, y no que se sigan tomando decisiones en contra del pueblo y a
favor de grupos de personas que patrocinaron el golpe de Estado y ahora
quieren apoderarse del pueblo, aquí lo que hay es una dictadura.
Gabino Rivera
“No,
de ninguna manera, el golpe de Estado no está superado, porque hay una
constante violación a derechos humanos; esto se ha convertido en una
dictadura, prácticamente, los hondureños hemos vivido dos golpes de
Estado históricos, en este panorama todo el mundo está alineado para
violar la institucionalidad del país”.
Sabas García
“Esto
es una clara extensión del golpe de Estado de 2009, considero que es
necesario que la población recupere sus derechos y el poder en las
calles, que han sido violados por la Corte Suprema de Justicia, debemos
hacer todo lo posible por recuperar la soberanía nacional”.
José Vásquez
“Estamos
viviendo en una dictadura con estos gobernantes que ahora desean
continuar violando la constitución, y buscando el continuismo, cómo es
posible que lo que era malo en 2009, es aceptado hoy”.
Jorge Zepeda
“Definitivamente
no se puede superar algo que nos cayó como balde de agua fría, y ahora
resulta que ellos mismos imponen la reelección para legalizar el
continuismo ¡por favor! dejen que el pueblo decida”.
Lourdes Carranza
“Es imposible que superemos una crisis producida por un golpe de Estado en tampoco tiempo, la situación del país sigue muy mal”.
Vilma Martínez
“No
se ha superado, porque sigue vigente las secuelas provocadas por el
golpe de Estado que dividió a la población, ahora se necesita unificar a
todos los sectores para lograr defender nuestros derechos y recuperar
la institucionalidad”.
Alba Ochoa
“Todavía
no hemos superado la crisis de 2009, ahora estamos peor porque se sigue
violando la constitución, y lo que es más importante se violan los
derechos humanos de todos los hondureños”.
Edmundo Sánchez
“No
se supera, porque la crisis sigue vigente, cada día vamos peor en
economía y en los demás sectores como el empleo que son de mucha
importancia para el desarrollo de un país como Honduras”.
Héctor Meza
“No
podemos olvidar el golpe de un día para otro, y menos cuando la
represión continua viéndose en las calles de nuestro país, esta
dictadura ha durado diez años, y ellos desean continuar por mucho tiempo
más”.
Eduardo Burgos
“No,
porque aún falta demasiado por mejorar, y las secuelas se deben tratar
poco a poco, lo que necesitamos en Honduras es que toda la población se
una y busque solucionar este abuso constante de los políticos mafiosos
de nuestro país”.
Lenin Castellón
“Por
supuesto que no, así como está la situación actual es imposible pensar
que hemos superado algo como el golpe de Estado, es increíble que los
mismos quieran seguir en el poder para continuar robando lo que le
pertenece al pueblo, todos estos políticos son unos corruptos”.
Ángel Vásquez
“Esto
no se supera de la noche a la mañana, además, los golpes de Estado en
Honduras son todos los golpes que nos dan a diario a toda la población
hondureña, con cada ley que aprueban en contra de los derechos de la
sociedad”.
Martha Mazier
“Sería
un milagro decir que a estas alturas se ha superado el golpe de Estado,
cuando seguimos viendo fricciones constantes entre el pueblo y la clase
gobernante, que no hace más que justificar sus actos sabiendo que ellos
mismos provocaron el golpe de Estado de 2009”.
Fernando Martínez
“No,
porque después del golpe ha surgido más delincuencia y pobreza en todo
el país. Por estas razones es imposible pensar que hayamos superado el
golpe de Estado”.
Edgardo Orellana
“La
crisis continúa y eso es indicio que todavía no hemos superado el golpe
de 2009, lo que ha hecho la clase política en estos gobiernos es
generar más problemas para la sociedad hondureña”.
Juan Flores
“En
Honduras lo que hay es una polarización de pensamientos, y
constantemente los políticos tratan de esconder la realidad para que los
países vecinos nos vean con buenos ojos y conseguir dinero para seguir
robando”.
Juan Morales
“El
golpe no se va a superar hasta que saquen a los que lo ocasionaron, si
realmente hubiéramos superado el golpe, el pueblo no seguiría en las
calles”.
Óscar Pineda
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/1513-julio-escoto-explica-lo-que-el-golpe-se-llevo-y-lo-que-el-golpe-dejo-2
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