Después
de una década de lucha constante, por fin las mujeres organizadas
lograron en febrero de 2013 la aprobación en el Congreso Nacional de
Honduras la reforma del artículo 118-A del Código Penal,
que tipifica el femicidio como delito distinto y con penas más graves
que un simple homicidio. Sin embargo, un 97% de los crímenes contra
mujeres siguen en la impunidad por falta de investigación y
judicialización.
La
Organización de Naciones Unidas (ONU) define el femicidio como el
asesinato de una mujer motivado por la “misoginia”, que en otras
palabras podría explicarse como el delito contra una persona por el
simple hecho de ser mujer. Misoginia es un término utilizado para
definir la actitud de una persona que demuestra odio o desprecio para el
género femenino.
Informes
oficiales, como el del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos
(CONADEH) y estadísticas de las organizaciones de mujeres, indican que
como producto de la impunidad Honduras se ha convertido en tierra fértil
para la criminalidad, que lo ubica como uno de los países más violentos
del mundo.
Connectas, una plataforma periodística, adscrita al Centro Internacional de Periodistas (ICFJ), publicó recientemente su investigación ¿Por qué matan a las mujeres en el triángulo norte?, haciendo referencia a los homicidios contra mujeres ocurridos en Honduras, El Salvador y Guatemala.
En
el caso particular de Honduras, Connectas afirma que durante el periodo
del 2009 al 2013 en Guatemala el número anual de femicidios se mantuvo
relativamente estable, y en El Salvador se redujeron de forma dramática;
sin embargo en Honduras, la cifra casi duplicó, de 363 muertes de
mujeres, en el 2009 a 636 casos en el 2013.
Para el 2014 según informes de diversos organismos nacionales la cifra disminuyó de 636 a 526 casos.
Lo
anterior indica que de 2009 a 2014 se registró la muerte violenta de
3028 mujeres, de las cuales un alto porcentaje fueron categorizados como
femicidios, pero a pesar de que la legislación ya tipifica este delito,
éstos, y el resto de crímenes, casi en su totalidad se mantienen
impunes como producto de los mitos que persisten en las autoridades
encargadas de la investigación.
En
declaraciones para Connectas, Carolina Sierra, integrante del Foro de
Mujeres, coalición de organizaciones feministas hondureñas, destacó que
el 97% de femicidios están impunes, como producto de esa situación.Revictimizacion e Impunidad
“Desde
el momento en que una mujer o un familiar de una mujer víctima de un
femicidio va a al Ministerio Público o llegan a hacer las
investigaciones al lugar de los hechos empieza un proceso de re
victimización, primero de la mujer, con quien vive, que hace, con
quienes se relacionaba a qué horas andaba, sin antes valorar el hecho de
una nueva vida que se pierde”, indicó Sierra. Agregó, haber acompañado
casos que ocurrieron hace 6 u 8 años y que se mantienen tal como
iniciaron.
Para
ella, el grado de estigmatización es elevado, y su apreciación la puede
documentar con los casos que ha conocido en su trabajo en el Foro de
Mujeres por la Vida. Un claro ejemplo es la respuesta que esta
organización ha recibido de las autoridades, cuando han preguntado por
el caso de Keyla Sarahí Zelaya Torres, una adolescente de 16 años, quien
hace ocho años fue acribillada a tiros en la Colonia La Pradera de San
Pedro Sula, muerte que hasta hoy se mantiene impune, por el simple hecho
de no investigarlo porque según la Policía, “no era buena ficha y por
eso la mataron”.
“Ella se lo buscó”,
relata Connectas, en una cita directa que atribuye a la Policía. Este
organismo informa que Keyla Sarahí era una joven dedicada al comercio y
que al morir dejó un hijo de pan en mano.
Buscando
conocer las verdaderas causas de la impunidad, Connectas entrevistó a
Leandro Osorio, un comisionado de Policía, que hasta septiembre pasado
fue el titular de la desaparecida Dirección Nacional de Investigación
Criminal (DNIC), el cual dio una respuesta vaga que pareciera echar la
culpa a las muertas.
“Ahora
las mujeres operan en diferentes modalidades del crimen. No ha habido
un operativo que no hayan mujeres, en todos los operativos, en todas las
acciones en todas las investigaciones que nosotros hacemos con
anticipación y tiempo siempre hay una mujer. Es difícil,
desgraciadamente, ahora la mujer activa muy frecuentemente en todas
estas actividades del delito”, afirmó, sin dar una explicación de las
causas del porqué no se investigan los crímenes.
Al
desaparecer la DNIC y conformarse la Dirección de la Policía de
Investigación (DPI), que para muchos no es más que un simple cambio de
nombre, este comisionado fue trasladado a la Policía Nacional
Preventiva y ahora se desempeña como jefe en San Pedro Sula, para la
región noroccidental.
Hablando
sobre el mismo tema y utilizando el mismo discurso, el subcomisionado,
Orlin Cerrato, ex jefe de la DNIC en San pedro Sula, también le explicó a
Connectas, que muchas mujeres jóvenes “son parte de las maras y
pandillas o de bandas criminales dedicadas al sicariato y robo de
vehículos. Vemos que la mujer se ha ido involucrando en delitos que
antes eran exclusivos de los hombres”, afirma el sub comisario.
“Mienten” dice un Juez
El
Juez del Tribunal de Sentencia, de San Pedro Sula, Ramón Enrique
Barrios, ha dejado claro que no es verdad que la mayoría de crímenes en
contra mujeres hayan sido por venta de droga o por verse involucradas en
otros delitos. Para él, su gran mayoría son muertes provocadas por
cuestiones amorosas.
Lo cierto es que hay un mito o falta de objetividad de las autoridades sobre todo de la policía, y por eso quedan en etapa de investigación y queda la hipótesis que estaba relacionada con la droga, nadie niega que hay mujeres que son detenidas con droga, pero no todas,” --Ramon Enrique Barrios, Juez de Tribunal de Sentencia de San Pedro Sula
Las
declaraciones de Barrios, también encuentran respaldo en lo expresado
por Migdonia Ayestas, directora del Observatorio de la UNAH, quien en
conversación para Connectas, también ha lamentado la incapacidad del
Estado para investigar el crimen. “La información que hemos tenido es
que el 70% de las muertes no se investigan porque hay pocos
investigadores, tener 600 casos por cada investigador es imposible”,
manifestó Ayestas.
Aseguró
que en el 2012 junto a 14 organizaciones de mujeres llevaron a cabo un
ejercicio para determinar la causa de las muertes y “solo 3 de 600
mujeres que habían muerto en ese tiempo estaban involucradas en actos
criminales”. Ella también descarta que la mayoría de mujeres estén
muriendo por formar parte de grupos delictivos. “La gran mayoría son
femicidios sexuales, las violan y matan”, detalló Ayestas.
Triángulo norte
Para
Connectas, situación similar ocurre en Guatemala y El Salvador, donde
las autoridades emiten opiniones especulativas sobre los posibles
móviles de la muerte violenta de mujeres, sin hacer una investigación de
los hechos. Estos países también registran cifras elevadas de
feminicidios.
En
el caso de Guatemala, la Policía Nacional Civil (PNC), reportó que el
2013 ocurrieron 653 muertes violentas de mujeres, pero el Instituto
Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) segura que la cifra fue mayor,
759 casos. Del total, un 47% tenía entre 14 y 29 años, el 42% andaba
entre los 30 y 59, un 5% eran adultas mayores, mientras que el 4% eran
niñas menores de 13 años.
El
2012 en Guatemala ocurrieron 707 muertes violentas de mujeres; el 2011,
696; el 2010, 695 y 2009, 720. Para el 2013 Guatemala contaba con una
población aproximada de 15.5 millones de habitantes, casi el doble de la
población hondureña que alcanza los 8.8 millones.
Por
su parte El Salvador, muestra una reducción considerable de 628 muertes
violentas de mujeres registradas en el 2011 a 320 en el 2012 y 217 en
el 2013. En el 2010 El Salvador reportó 580 asesinatos de mujeres y en
el 2009 la cifra fue de 592. Para 2013 este país centroamericano
mantenía una población aproximada de 6.34 habitantes.
http://www.revistazo.biz/web2/index.php/nacional/item/1104-sin-investigar-los-femicidios-autoridades-echan-la-culpa-a-las-muertas
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