Por: Redacción CRITERIO 1 de Diciembre 2015 redaccion@criterio.hn
No
se puede combatir el crimen, la delincuencia y la corrupción si a lo
interno de las instituciones del Estado, todavía allí existen manzanas
podridas que son criminales y delincuentes y que son corruptos, de tal
manera que cualquier proceso de reforma y de fortalecimiento debe tener
como condición sine qua Non, la depuración, la profilaxis, la
limpieza, porque esas manzanas podridas obstaculizan la lucha en contra
del crimen organizado y la delincuencia, aseguró Omar Rivera director
ejecutivo de la Asociación Paz y Justicia (APJ).
Omar
Rivera apuntó que como organización han estado en Olancho, Santa Rosa
de Copán, el Progreso Yoro, Comayagua, Choluteca y San Pedro Sula entre
otras ciudades en pláticas con la sociedad civil y pobladores de esas
comunidades y departamentos y la conclusión hay o no existe un cambio
trascendental en el combate a la violencia y criminalidad que pueda ser
percibido por la población.
Rivera
puntualizó que, “cuando usted tiene una reducción de la tasa de
homicidios, como lo menciona la autoridad, de 90 muertes a 65 muertes
por cada 100 mil habitantes, significa que usted debe ponerse contento
porque el fin de semana hubo una masacre, pero esta ya no fue de nueve
personas, sino que de seis”.
“Usted
no puede venir a hacer fiesta o a pretender que le den un homenaje o
se le denomine victorioso en una lucha contra el crimen que todavía
tiene dimensiones insoportables” señaló Rivera.
La
tasa de homicidios a nivel mundial es de 5.5 a 7 homicidios por cada
cien mil habitantes. O sea que tenemos más o menos, de acuerdo a las
cifras oficiales si estas fueran reales, tenemos una tasa de homicidios
que supera 11 veces más del promedio mundial y más o menos cuatro veces
más la tasa de América Latina.
Tenemos
una situación insoportable que a pesar de todas las reformas legales e
institucionales y a pesar que se ha tenido dinero, como nunca, para la
seguridad con un incremento sustancial para la Policía Nacional y para
las Fuerzas Armadas que se han involucrado en esta tarea los resultados
son pírricos en el combate a la criminalidad.
Rivera
recordó que la Tasa de Seguridad ha recaudado entre 7 y 8 mil millones
de lempiras y hay cerca de 90 proyectos de la comunidad internacional en
el tema de seguridad y justicia y lamentablemente los resultados no son
trascendentales.
Reconoció
que ha habido algunos avances, sobre todo en el tema de crimen
organizado, pero esos avances no son suficientes y la gente no lo
percibe así.
El
tema de la impunidad, el problema es que el enfoque que se le da es un
enfoque de intervención territorial, un enfoque represivo, pero no
sistémico y es ahí donde se falla en vencer la impunidad.
En
Honduras solo el 4% de los homicidios llegan a juicio oral y público y
son sancionados. Con 96% de impunidad cualquiera se atreve a ser
delincuente o a quitarle la vida a otro ser humano o a actuar de forma
violenta para resolver cualquier tipo de disputa, sentenció Omar Rivera.
Cuando
usted no sanciona a los criminales y estos tienen este amplio grado de
impunidad, ese es un caldo de cultivo para que otros multipliquen,
reediten, imiten ese tipo de prácticas, porque saben que no los van a
investigar, mucho menos los van a judicializar y es casi seguro que no
llegaran a ser sancionados por un juez.
¿Ocho
mil millones de lempiras en la Tasa de Seguridad, el involucramiento de
la Fuerzas Armadas en el combate a la delincuencia, cambios en el
estamento jurídico y en la institucionalidad y los resultados son
tibios, que pasa? Se le consultó a Rivera quien respondió así:
Creo
que han cometido un error, especialmente en la primera Parte de este
gobierno al pretender darle un protagonismo a las Fuerzas Armadas que
nunca debió tener. Dijo reconocer algunos logros en fortalecer el
sistema de investigación criminal y en garantizar una mayor preparación
de los policías que este 14 de diciembre se graduarán unos 1000
elementos con instrucción de 3 a doce meses. Y debió fortalecerse la
égida civil y la policía comunitaria y no la militarización de la
sociedad.
Rivera
motivó al gobierno a que le apueste a un proceso integral que incluye:
primero un proceso de programas de prevención del delito, un enfoque
comunitario en la acciona de la policía, mejoramiento de la capacidad
técnica y científica de la investigación criminal, todo un proceso de
especialización del ministerio público y una despolitización de los
órganos operadores de justicia.
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