Redacción Central / EL LIBERTADOR / 26 de Diciembre 2015
Tegucigalpa.
El influyente diario estadounidense “The New York Times” destaca la
lucha que emprenden actores sociales en el combate a la impunidad y
corrupción en el Triángulo Norte de Centroamérica, en especial, en
Honduras.
En
un editorial publicado este sábado, el rotativo neoyorquino resalta el
papel del movimiento popular que exige una Comisión Internacional Contra
la Impunidad en Honduras (CICIH), similar a la que opera en Guatemala y
que mandó a la cárcel al presidente Otto Pérez Molina.
EL LIBERTADOR reproduce el editorial del diario estadounidense.
Una
alianza inusual entre los fiscales locales y expertos internacionales
encargados de hacer cumplir la ley derribó presidente Otto Pérez Molina
de Guatemala en septiembre, como una gran investigación de corrupción
alcanza los niveles más altos de la élite política del país.
En
la vecina Honduras, líderes cívicos han estado presionando al gobierno
durante meses para adoptar un modelo similar para comenzar saltando
lejos en el país la corrupción y la cultura de la impunidad. Eso puede
pronto llegar a pasar.
El
gobierno del presidente Juan Orlando Hernández y la Organización de los
Estados Americanos, una organización regional, están en las etapas
finales de la negociación del alcance de un equipo de lucha contra la
corrupción liderada por investigadores extranjeros y jueces que
capacitar a funcionarios hondureños para que estarían en mejores
condiciones para enjuiciar pública compleja los casos de corrupción.
Según
lo previsto en la actualidad, el equipo de la OEA tendría un mandato
más débil que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en
Guatemala, que fue establecido por las Naciones Unidas en el año 2006.
Sin embargo, es una iniciativa prometedora que Estados Unidos y otros en
la comunidad internacional deben apoyar y fondo.
Los
hondureños salieron a las calles este verano para protestar por
prevaricato por empleados del gobierno de alto nivel que robaron dinero
de sistema de salud del país, mediante la emisión de contratos a
empresas fantasmas. Algunos de esos fondos terminaron en las arcas del
Partido Nacional del Sr. Hernández.
Honduras
y la OEA esperan terminar el diseño del nuevo acuerdo el próximo mes.
Ahora en forma de borrador, que protege el equipo internacional de la
intromisión política y la obliga a emitir un informe público sobre su
progreso cada seis meses. Todavía no está claro cuánta autoridad el
equipo tendría en el establecimiento de las prioridades de la fiscalía y
la gestión de casos complejos.
Aún
así, la experiencia en Guatemala ha demostrado el profundo impacto que
este tipo de asociación puede tener en los países donde los miembros de
una clase dirigente corrupta han sido malversación durante décadas.
Esta
sería la primera misión de este tipo a cargo de la OEA, que ha sido en
gran parte intrascendente en los últimos años. Tomando esto en es una
buena señal de que el nuevo líder de la organización, Luis Almagro, ex
ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, parece decidido a
revitalizarlo.
El
Sr. Hernández ha dicho que está comprometido con la erradicación de la
corrupción y el fortalecimiento de las instituciones judiciales de
Honduras. Si él es sincero acerca de eso, debe asegurarse de que el
equipo de la OEA comienza su trabajo pronto, y él debe permanecer fuera
de su camino.
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/878-new-york-times-resalta-lucha-de-indignados-contra-la-corrupcion
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