Haber
botado este avion puede implicar una debacle para la economia turca que
depende en gran medida de Rusia, y cuya accion belica podria implicar
la perdida para 2016 de unos 100 mil millones de dolares que le
granjearia la relacion con los rusos.
Agencias / EL LIBERTADOR /
Moscú.
Al derribar al avión militar ruso Su-24 Turquía ha cometido un error
que tendrá consecuencias muy graves, afirman expertos militares.
Según
ellos, este ataque, por su parte, está relacionado con el éxito de la
lucha de Rusia contra los terroristas en territorio sirio, algo que no
interesa a Turquía. Además, Ankara teme que los ataques aéreos rusos
ayuden a cortar el contrabando de petróleo del Estado Islámico hacia el
país.
Turquía
"se ha ofendido por los ataques a los camiones de combustible", cita la
agencia Tass al director adjunto del Instituto de Análisis Político y
Militar, Alexánder Jramchijin, quien se refiere a los golpes
contundentes de la Fuerza Aérea rusa a los canales ilegales de
suministro de petróleo de los yihadistas.
Jramchijin
señala que los sistemas de radar de Turquía supervisan constantemente
la situación en el espacio aéreo sirio, vigilando los vuelos de los
aviones rusos, pero Ankara tomó la decisión de derribar a uno de ellos
solo ahora, después de que el Ministerio de Defensa de Rusia había
informado de la destrucción de 15 instalaciones de almacenamiento y
refinación de petróleo, así como de 525 camiones cisterna.
Cabe
señalar, que muchos analistas también discuten en sus blogs el tema del
papel que supuestamente juega uno de los hijos del presidente turco,
Recep Tayyip Erdogan, Bilal Erdogan, en el negocio del petróleo del
Estado Islámico.
De
acuerdo con los datos de vuelo registrados y difundidos por el
Ministerio de Defensa de Rusia, el Su-24 no violó el espacio aéreo
turco, sino llevó a cabo una misión de combate en Siria y cayó en
territorio sirio.
Los
analistas señalan que en la historia existen muchos casos cuando
aviones militares de un país entraron en el espacio aéreo de otro, pero
el derribo de uno de ellos es una excepción.
Normalmente
las autoridades de la nación afectada se limitan a furiosos reproches y
convocar al embajador para que dé las explicaciones pertinentes.
Así
lo hicieron los propios turcos a principios de octubre, cuando un avión
de combate ruso en realidad violó su espacio aéreo debido a
"condiciones meteorológicos adversas". Por lo que surge una pregunta
¿Qué necesidad urgente tuvo el presidente Erdogan esta vez para tomar
medidas tan radicales?
"Vamos
a excluir desde ya la idea de que fue algún tipo de coincidencia o una
decisión espontánea. No fue algo espontáneo. Fue una decisión no
solamente militar-operativa tomada a nivel táctico, sino también a nivel
político, ya que este tipo de situaciones no pueden ocurrir sin contar
con la dirección del país", cita el Canal Uno de Rusia al analista
político experto en Oriente Medio, Karine Gevorgyan.
La
televisión rusa señala que solo hace una semana el presidente Erdogan
sonreía a Vladímir Putin, como a otros líderes mundiales, en la cumbre
G20 celebrada en Antalya. ¿Pero qué ha cambiado desde entonces? La
respuesta, por su parte, se esconde en el calendario de visitas
internacionales del mandatario francés, François Hollande.
Ayer
se reunió con el primer ministro británico David Cameron, este martes
ha llegado a EE.UU. para dialogar con Barack Obama, después hablará con
la canciller alemana Angela Merkel y solo un día después, con los
resultados de estas discusiones viajará a Moscú.
La
agenda principal de todos los encuentros será la creación de una
coalición unificada en Siria para luchar contra el Estado Islámico,
objetivo común de todos estos Estados, pero no el de Turquía.
"Turquía
rescata al Estado Islámico. Creo que este es el único diagnóstico de la
situación. Por desgracia, los turcos en su momento se esforzaron mucho
para desestabilizar a Siria. De hecho, el complejo del Imperio otomano
se ha intensificado mucho en Turquía, después de la llegada al poder de
la dirección actual. Los turcos esperan recoger sus frutos en Siria y no
descartan imponer un régimen títere. Es decir, Turquía estaba
interesada en el Estado Islámico como una herramienta para resolver sus
propios problemas", dijo al Canal Uno el analista político Serguéi
Mijeev.
De
acuerdo con los expertos, el objetivo actual de Erdogan, quien siempre
trata de demostrar que Ankara no escucha a nadie y que hará lo que más
le convenga, es romper la coalición y la manera más sencilla de hacerlo
es crear una división entre Rusia y Occidente.
"En
realidad, Turquía no se habría atrevido a este paso, si no hubiera
sentido que detrás de ella está la OTAN y Turquía, como uno de sus
miembros, comprende que está bajo protección", explicó al Canal Uno la
asesora del director del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos, Elena
Suponina.
Así,
ahora la OTAN está planeando una reunión extraordinaria de la Alianza,
donde sus miembros decidirán cómo actuar a continuación. Por supuesto,
los acontecimientos recientes también han afectado el curso de las
conversaciones de Hollande con sus homólogos extranjeros, cuyo cambio
solo está por manifestarse.
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/internacionales/773-corrupcion-de-familia-presidencial-de-turquia-detras-del-derribo-al-bombardero-ruso
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