Roberto Briceño Jiménez
La contradicción y las tensiones en la Universidad Nacional Autónoma de
Honduras, resulta de la negación de la participación de las y los estudiantes
en el gobierno Universitario. Si hubiera participación en los escenarios
democráticos universitarios: Claustros de Profesores, foros, Asambleas de
Asociaciones de estudiantes, Consejos de Carrera Docente, Asambleas de
Trabajadores, Directivas de Facultades y en el Consejo Universitario.
La reforma tendría
significado socializador para los actores, las diferencias las tensiones resultarían
en beneficio de las y los estudiantes para aprender a ser sujetos reflexivos y críticos,
más que reducidos a “clientes” receptores de servicios, de disposiciones unilineales y de información e
instrucción.
En la UNAH hay una política concentradora de medios y
agentes de poder con una racionalidad instrumental que aliena a las los
universitarios. Y cierra espacios pedagógicos para aprender a ser y, a convivir socialmente en cultura
universitaria creativa y critica en perspectivas de cambios socioculturales.
En perspectiva sociológica las personas somos
diferentes, las culturas son diferentes
imponer tablas rasas es alienante e irracional. Las tablas y el standard
son para las cosas, no para las personas; standarizar a las personas no es posible, es
imponer igualdad excluyente. Esa igualdad es fundamentalista dogmática y
por tanto irracional. Si racionalidad existe en su intencionalidad es solamente
la de reproducir élites conservadoras de
un sistema decadente. que polariza las
desigualdades y concentra los medios de poder en grupos corporativos dominantes
que usurpan derechos y se apropian de
espacios vitales de países y sus comunidades originarias.
En la UNAH se ha des institucionalizado la
participación colegiada en beneficio de la centralización autoritaria
jerarquizada unilineal. Han reformado normas para imponer cierres a las
representaciones de docentes y estudiantes en carrera docente y en las
facultades. Las
directivas de Facultades no se han organizado ni los claustros de Profesores ni
las Asociaciones de estudiantes están representados. Si funcionaran esos
espacios de participación la reforma iría en proceso, educando a sus actores involucrados
y gestando cambios como fuerza sociocultural que contribuiría a procesos de transformación
de las comunidades y de las sociedades en movimiento sociocultural.
Es visible en los discursos oficiales la coherencia de una razón instrumental
que impone la lógica del mercado, escenario de realización del capital: Esa
racionalidad si hace vinculante la “racionalidad Mc Donald” como la dimensiona
Ritzer, de una pedagogía acrítica y
alienante con las políticas de los organismos
de gobierno mundial: OCDE, OMC y el Banco Mundial.
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