Recientemente
en el marco del día del periodista, el presidente Juan Orlando
Hernández volvió a mostrar sus posturas autoritarias e intolerantes ante
la crítica de quienes no piensan como él. En su discurso tildó de
“seudoperiodistas” a quienes atacan con mentiras los logros del gobierno
y del país, y los acusó de querer incendiar el país, generar el caos y
la anarquía, y alejar la inversión extranjera y la ayuda internacional.
Conviene
recordar al Señor presidente que desde el Derecho y la ética la
libertad de expresión constituye, en primer lugar, una piedra angular en
la existencia misma de una sociedad democrática; en segundo lugar, es
indispensable para la formación de la opinión pública; y en tercer
lugar, es una condición para que quienes deseen incidir sobre las
políticas públicas, puedan desarrollarse plenamente.
El
presidente Hernández debía saber que en una sociedad democrática las
personalidades políticas y públicas están más expuestas –y no menos
expuestas- al escrutinio y a la crítica del público.
Por
tal razón, la necesidad de que exista un debate abierto y amplio, tan
crucial para una sociedad democrática, ha de abarcar necesariamente a
las personas que participan en la formulación o la aplicación de la
política pública. Dado que en su condición de presidente está en el
centro del debate público y se expone a sabiendas al escrutinio de la
sociedad, debe mostrar mayor tolerancia a la crítica.
En
este sentido, los medios de comunicación no sólo tienen el derecho sino
también la obligación de mantener informados a los ciudadanos y
ciudadanas sobre las acciones y omisiones de su gobierno que impactan
directamente en la vida cotidiana de la gente.
Usted
no puede, Señor presidente, invocar el orden público para atacar a
personas críticas con su gobierno pues para refrescar su memoria, el
orden público no puede ser invocado para suprimir o desnaturalizar
derechos, sino que debe ser interpretado de acuerdo a lo que manda una
sociedad democrática. De hecho, la defensa del orden público exige la
máxima circulación posible de informaciones e ideas, es decir, el máximo
nivel de ejercicio de la libertad de expresión.
Cuando
usted, Señor Presidente, acusa como lo hace a quienes no pensamos como
usted, y somos críticos de su gobierno, lo que está haciendo es
intimidándonos para impedir la libre circulación de información, ideas,
opiniones o noticias, y por tanto, afectando una de las condiciones
básicas de una sociedad democrática. Escuchar y descargar Nuestra Palabra
Derechos compartidos, citando la fuente | Contáctenos | Misión | Historia | www.radioprogresohn.net
Si no se ha suscrito Nuestra Palabra, envíe un correo electrónico a multimedia@radioprogreso.net con el mensaje de suscripción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario