Felipe Delgado Bustillo y Luis Darío Castro Basulto son los últimos colaboradores de Cienfuegos que llegan desde África tras permanecer casi seis meses en la ofensiva contra la epidemia del ébola
Las
lágrimas en sus rostros no hicieron mella a su virilidad. Al contrario,
fueron más hombres al llegar a casa tras vencer a la muerte, o al menos
evadirla. Felipe Delgado Bustillo y Luis Darío Castro Basulto son los
últimos colaboradores de Cienfuegos que llegan desde África tras
permanecer casi seis meses en la ofensiva contra la epidemia del ébola.
Y como ha sucedido por estos días en todos los territorios del país han sido recibidos por sus familiares y se les ha reconocido su labor.
Y como ha sucedido por estos días en todos los territorios del país han sido recibidos por sus familiares y se les ha reconocido su labor.
Tras
las palabras de agradecimiento a quienes mantuvieron una preocupación
constante por su estado, los profesionales de la salud elogiaron el
desempeño de los cubanos no solo en Sierra Leona, sino también en
Liberia y Guinea Conakry, donde aún se encuentran tres
internacionalistas de esa provincia.
Delgado
Bustillo resaltó cómo esta ha sido la más difícil de sus siete misiones
en el llamado continente negro y relató el trabajo conjunto con los
especialistas de otros países como Alemania, Reino Unido y Estados
Unidos, así como la admiración de aquellos a los colaboradores de la
isla caribeña.
Por
su parte, Castro Basulto narró conmovedoras anécdotas sobre la atención
a niños enfermos con ébola, y cómo los cubanos «se apoderaron» de los
hospitales en cuanto llegaron, y asumieron con voluntad las duras
jornadas de trabajo.
«Fueron
días muy duros, porque había mucha incertidumbre. Cada segundo se
estaba en riesgo de muerte, pero teníamos el deber de volver con la
misión cumplida. Y lo hicimos. Aquí estamos», dijo.
Días
atrás, en el recibimiento de los primeros profesionales de la salud
holguineros que arribaban a la Patria luego de combatir el ébola, se
constató la gratitud con la que el pueblo reconoce la misión de estos
hombres.
En
declaraciones a la prensa, el doctor Yunior Diéguez Barrera agradeció
el calor humano con que el pueblo cubano los acogió de regreso y afirmó
que con esta nueva experiencia acabaron por derrumbarse los muros de
silencio que aún existían en muchos países acerca de la calidad de la
medicina cubana.
Agregó
que nunca olvidará la estrecha cooperación profesional y las muestras
de altruismo que se vivieron entre los representantes de los equipos de
trabajo de distintas nacionalidades, y que pusieron de relieve las
potencialidades para afrontar situaciones similares, cuando prima la
voluntad política.
«Varios
países incluso llegaron a solicitar la cooperación de Cuba para la
etapa postébola, principalmente para la restauración de la
infraestructura de sus sistemas de salud, que han quedado deteriorados»,
agregó el doctor Diéguez Barrera.
También
en Artemisa se vivió la alegría por este regreso y el reencuentro
familiar. En el Mausoleo a los Mártires de Artemisa los seis integrantes
del contingente Henry Reeve que cumplieron misión en tierra africana
fueron homenajeados por familiares, amigos y autoridades del Partido, el
Gobierno y de Salud Pública en el territorio.
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