Escrito por Wendy Funes en Jueves, 31/07/2014 - 07:39
• Wilmer
Javier Aguilar (ya fallecido), uno de los agresores de Erick Martínez,
era cobrador de buses de La Popular-Reparto, consumía marihuana y su
familia ha dicho a Conexihon que tenía nexos con “malas compañías”, sin
ahondar en detalles por temor. La colonia Popular es controlada por la
Mara 18.
Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- La
Fiscalía deberá reorientar la investigación criminal para dar con el
verdadero asesino del periodista Erick Alexander Martínez Ávila y,
además, deberá buscar evidencia científica para demostrar que el
comunicador fue víctima de asesinato.
Hasta ahora la Fiscalía de Delitos
contra la Vida no pudo probar ante el Tribunal de Sentencias con
Jurisdicción Nacional que el periodista fue víctima de asesinato, apenas
lograron probar un homicidio simple y tampoco acreditaron que Gustavo
Adolfo Aguilar Sánchez fue uno de los autores materiales del crimen.
En consecuencia, este 30 de junio, el
Tribunal de Sentencias declaró inocente al imputado Gustavo Adolfo
Aguilar Sánchez, detenido desde el 7 de mayo de 2012 por este ilícito. A
las 4:15 de la tarde, los jueces de Sentencia entraron nuevamente a la
Sala 2 para dar su veredicto, se habían retirado una hora antes, tras
oír las conclusiones de las partes. Durante sus conclusiones la Fiscalía
había pedido penas máximas que sumadas sobrepasaban los 80 años de
cárcel y la fiscal leyó ante el Tribunal el párrafo último del artículo
117 del Código Penal que habla de prisión de por vida. Antes de
retirarse, la jueza le preguntó al hermano del periodista si quería
hacer una petición especial y él respondió que no. Cuando le tocó el
turno al imputado, manifestó:
“Lo único que quiero decir es que soy inocente”.
Una hora después, al volver a la sala,
la presidenta del Tribunal de Sentencias con Jurisdicción Nacional
dijo, después de haber deliberado, respecto a pruebas que se han
evacuado en el juicio por dos delitos de robo agravado de vehículo
continuado en contra de Testigo A1 y Testigo A2; tres delitos de robo
agravado continuado en contra de Testigo A1, Testigo A2 y Erick Martínez
y un delito de asesinato en contra de Erick Martínez; este Tribunal ha
valorado la prueba y encontró los hechos probados siguientes:
“El
6 de mayo entre 9:00 y 9:30 de la noche el Testigo A1 transitaba detrás
del anexo del Banco Central de Honduras, cuando transitaba lo rebasó un
turismo ocre, se bajaron cuatro desconocidos, no identificados, lo
bajaron por la fuerza por lo que él se tiró al suelo y disparó,
resultando herido Wilmer Javier Aguilar Lemus, resultando que al
vehículo del Testigo A1 se le activó la alarma contra robo del vehículo
que quedó cerca de Banadesa.
Eso obligó a los delincuentes a
cambiar de vehículo, descendiendo del vehículo y fueron al vehículo del
Testigo A2, el testigo se quitó los zapatos y se refugió en la paila de
un carro, bajaron a uno de ellos herido, posteriormente se determinó que
era Wilmer Aguilar Lemus, se llevaron el vehículo con pertenencias del
testigo.
Posteriormente personas desconocidas
llevaron a Wilmer Javier Aguilar Lemus al hospital Escuela, dijo el
Tribunal, la Fiscalía lo identificó en unas partes del juicio como
Wilmer Lemus Aguilar y en otras con el apellido Aguilar Lemus. El 7 de
mayo de 2012, en cuneta de alcantarilla fue encontrado el cadáver de
Erick Alexander Martínez Ávila que falleció por asfixia por
estrangulación, el 6 de Mayo de 2012.
El señor Gustavo Adolfo Aguilar
Sánchez se presentó junto a hermanos de la iglesia, a la que asistía, a
reclamar el cadáver de su primo Wilmer Javier Aguilar Lemus, donde fue
requerido por la policía”. En su
sentencia, el Tribunal indicó que la Fiscalía debió establecer que
Martínez Ávila fue víctima de asesinato y la plena participación de
Aguilar Sánchez en la muerte.
De la prueba evacuada en juicio se
establece que ocurrieron dos delitos de robo agravado de vehículos
contra los Testigos A1 y A2 y un delito de homicidio simple contra
Martínez Ávila, dijo la jueza. La
jueza pidió al hermano de Martínez Ávila, Luis Fernando Martínez, y a
los únicos cinco amigos de él que estuvieron en todo del debate, que
comprendiera que el Tribunal debía tener pruebas para condenar.
Deficiente investigación del crimen
La sentencia establece que “el
Ministerio Público no logró presentar prueba para acreditar asesinato,
el lugar, la dinámica de los hechos, el número de participantes, debemos
explicar a la audiencia que si decimos que fue homicidio es porque no
se pudo especificar cómo ocurrieron los hechos, esto implica que hay
desventaja de su parte para defenderse (de parte de Martínez Ávila) y se
produce asesinato, tampoco se acreditó robo (contra la víctima
mortal)”.
De las pruebas evacuadas 1108-2012
(peritaje) se relacionan cabellos de Erick Martínez en camioneta, pero
sólo es un indicio para acreditar que estuvo en la camioneta plateada.
Aunque el Testigo A2 dice que lo vio en la camioneta, estos medios de
prueba no son definitivamente confiables. La vestimenta que dicha
testigo describe no corresponde a la que llevaba Erick Alexander
Martínez. Tampoco es confiable el reconocimiento de Aguilar Sánchez, por
parte del Testigo A1, porque ya había visto fotos que le enseñó el
detective de la Dirección Nacional de Investigación Criminal.
La Fiscalía probó delitos de robo
agravado de vehículo, robo agravado y homicidio simple, pero no fue
posible acreditar la participación de Gustavo Adolfo Aguilar Sánchez.
Este Tribunal de Sentencia debe tener certeza.
“Por unanimidad, decidimos absolver al
señor Gustavo Adolfo Aguilar Sánchez de tres delitos de robo agravado,
dos delitos de robo de vehículo y un delito de homicidio simple. Por lo
que se ordena la inmediata libertad”.
La lectura de sentencia absolutoria
fue señalada para el 6 de agosto. La presidenta del Tribunal indicó que
según la prueba evacuada, la muerte de Martínez Ávila fue entre 11 y 2
de la noche y a esa hora, Aguilar Sánchez ya estaba detenido por la
policía porque fue retenido en la morgue del hospital Escuela.
El debate
En el último día de debate, este
miércoles, a partir de las 11 de la mañana la Fiscalía presentó al
Testigo A1, él reconoció a Aguilar Sánchez como el hombre que la noche
del robo de vehículo, le puso un arma en el rostro y lo obligó a bajar
del vehículo. La audiencia inició tarde porque llevaron tarde al
imputado desde la Penitenciaría Nacional. La
audiencia fue suspendida a eso de la 11:45 y reanudada a las 1:30 de la
tarde con el testimonio de la perito que hizo el análisis de las
muestras levantadas de la camioneta para acreditar que era sangre,
levantada de la puerta del conductor, la palanca de emergencia y la
alfombra. A la 1:47 de la tarde finalizó el debate e iniciaron las
conclusiones de la partes.
Conclusiones de la Fiscalía:
La Fiscalía concluyó que el ente
acusador ha logrado acreditar robo y asesinato, era miembro de la
Asociación Kukulcán y de la Resistencia Popular, posteriormente llamado
Partido Libre, el 6 de mayo a las 9:00 de la mañana, mediante mensaje
desde su celular tuvo comunicación con su hermano Luis Fernando
Martínez.
A las 12:00 del día llamó al 9906-8661
(el número del mecánico que le estaba reparando el vehículo), solamente
timbró y después no tuvo comunicación con familiares o amigos, siendo
las 8:00 ó 9:00 de la noche, el testigo A1 iba por la Quinta Avenida de
Comayagüela, detrás del Banco Central, en ese momento de un Honda
Turismo, ocre, salieron sujetos que andaban armas largas, una Ak 47, el
Testigo A1 identifica a tres, una persona alta delgada, con camisa de
rayas, otro con short y camiseta blanca y una persona con una sudadera,
lo amenazan y empiezan a disparar, el Testigo A1 repelió dicho ataque.
A1 reconoce que la persona que le apuntó con arma en la cabeza es
Gustavo Adolfo Aguilar Sánchez por lo que al hacer esto huyen. El
testigo va a la DGIC (Dirección General de Investigación Criminal) a
interponer la denuncia y reconoce a Gustavo Adolfo Aguilar Sánchez,
Wilmer Javier Aguilar y al menor Eduardo José López Gutiérrez (ya mayor
de edad).
La testigo A2 es interceptada desde camioneta plateada y reconoce a Martínez Ávila, con las manos atadas y los ojos vendados. En
sus conclusiones la Fiscalía hizo relación de hechos de peritajes como
la autopsia de Martínez Ávila, la prueba de los elementos pilosos del
periodista, encontrados en la camioneta, la prueba de ADN que demuestra
que Wilmer Javier estuvo en la camioneta porque dejó rastros de sangre
cuando fue herido. La Fiscalía explicó que la Testigo A2 no reconoció a
Aguilar Sánchez durante el juicio porque estaba muy nerviosa y ya había
recibido amenazas. La Fiscalía cuestionó los testimonios de la defensa
por considerar que eran incoherentes y que solamente llegaron a declarar
dos personas de la iglesia (Ministerio Tú Eres Digno).
Conclusiones de la Defensa Pública:
La declaración de Gustavo Adolfo
Aguilar Sánchez fue clara y congruente al momento de decir que fue
capturado en la morgue en virtud que fue avisado que habían herido a su
pariente. En cuanto al vaciado telefónico, no hay ningún nexo de
vinculación con mi representado. La calificación penal de robo agravado
continuado, nos oponemos, en virtud de que la pena es de gravedad y la
Fiscalía no ha presentado indicio racional. En cuanto a declaración de
Testigo A2, cuando estuvo en el baúl, identifica después de tres veces y
reconoce sólo a gente del público.
El perito que hizo comparación
tricológica no encontró semejanzas entre el cabello que comparó. El
reconocimiento fotográfico no se hizo ante un tribunal como lo establece
la ley, dijo el defensor público y fue describiendo las deficiencias
que encontró en cada una de las evidencias presentadas en juicio.
Daños colaterales
Se desconoce cuánto es el costo
económico que tuvo este juicio, la Fiscalía tuvo tres fiscales, unas
cinco personas de seguridad y unos tres alguaciles judiciales, tres
jueces, dos defensores públicos y un secretario que por tres días
estuvieron concentrados en el juicio. A eso se suman todos los peritos,
detectives, fiscales, jueces que han conocido este juicio en el
transcurso del 7 de mayo de 2012 al 30 de julio de 2014 para concluir
con una sentencia absolutoria.
A
eso hay que sumar la expectativa y sed de justicia de los amigos y
familiares del periodista y primer precandidato gay a diputado por el
partido Libre, electo en una asamblea del movimiento LGTBI (Lesbianas,
gais, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales); las amenazas contra los
testigos que se arriesgaron a participar en este caso que la Fiscalía
decidió llevar a juicio aunque carecían de pruebas contundentes.
Del otro lado, está la familia de
Gustavo Adolfo Aguilar Sánchez que estaba en un proceso de
resocialización, dejando la adicción a la marihuana y asistiendo a la
iglesia cuando lo detuvieron, su esposa tenía un niño de un año y cuando
él cayó presó, ella se fue con otro hombre, lo abandonó y dejó a su
pequeño que ahora ya tiene tres años, contó la madre del encausado,
María Antonieta Sánchez. “Me
acababan de operar de la cabeza porque me pegó derrame cerebral hace
nueve meses y por nada me muero cuando decían que había hecho tanto y no
es justo porque él ni animales mata”, dijo la madre con su voz
quebrantada.
“Yo sufría porque yo le estoy criando a
su hijo y yo decía algún día Dios se va a acordar de mi hijo. Sufrimos
mucho, el niño sufrió, su madre lo abandonó y eso para nosotros es muy
difícil”.
“Cada periodista que muere a nosotros
nos duele porque ellos son personas que los quieren detener porque
hablan yo vivo orando por los periodistas, yo ni sabía que era
periodista el muchacho. En la Popular se reían porque le decían Gustavo
vos no (fuiste) y me decían, Toña ahí hay mano más criminal”.
Según su madre ella se dejó con su
esposo Gustavo Aguilar Blanco y su hijo nada tenía que ver con Wilmer
porque están alejados de la familia, pero ese día de los hechos quiso
apoyar a su tía en acompañarla al hospital a ver a su primo herido.
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