Agencias / EL LIBERTADOR
Washington. El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama,
pedirá al Congreso un presupuesto de emergencia de dos mil
millones de dólares para repatriar y lidiar con el éxodo de los
miles de niños migrantes sin acompañantes, de acuerdo con
funcionarios de la Casa Blanca.
Obama notificará al Congreso sobre su petición mañana lunes e incluirá una propuesta para hacer los cambios legales necesarios para facilitar la repatriación de los menores a sus países de origen, la mayoría procedentes de Centroamérica.
El número de menores migrantes no acompañados que buscó ingresar ilegalmente a Estados Unidos aumentó en 92 por ciento este año fiscal en relación con el anterior, lo que llevó a la administración Obama a declararla una "crisis humanitaria".
Aunque la Casa Blanca tiene previsto notificar al Congreso mañana lunes, los detalles se conocerán una vez que los legisladores regresen a Washington el 7 de julio, luego del receso por el Día de Independencia.
Obama exhortó la semana pasada a padres de familia en países de Centroamérica a no enviar a sus hijos menores de edad de forma ilegal a Estados Unidos con la expectativa que podrán quedarse en el país y advirtió que éstos serán deportados.
Bajo una ley aprobada por el Congreso y promulgada por el entonces Presidente George W. Bush en 2008, los menores migrantes que no son mexicanos y viajan solos y son detenidos por la patrulla fronteriza, son objetos de un trato especial.
La crisis generada por el incremento en las detenciones de menores inmigrantes que viajan solos forzó al gobierno a abrir tres albergues temporales a donde estos menores son transferidos después de su procesamiento en instalaciones de la Patrulla Fronteriza.
Los albergues fueron habilitados en las bases militares del Fuerte Sill en Oklahoma, la Base Lackland, en San Antonio, Texas y en la Base Naval en Ventura, California.
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Interna (DHS) desde octubre de 2013 hasta mayo pasado un total de 52,000 menores de edad han sido detenidos en la frontera con México, además de 39,000 adultos -la mayoría mujeres- con niños.
Obama notificará al Congreso sobre su petición mañana lunes e incluirá una propuesta para hacer los cambios legales necesarios para facilitar la repatriación de los menores a sus países de origen, la mayoría procedentes de Centroamérica.
El número de menores migrantes no acompañados que buscó ingresar ilegalmente a Estados Unidos aumentó en 92 por ciento este año fiscal en relación con el anterior, lo que llevó a la administración Obama a declararla una "crisis humanitaria".
Aunque la Casa Blanca tiene previsto notificar al Congreso mañana lunes, los detalles se conocerán una vez que los legisladores regresen a Washington el 7 de julio, luego del receso por el Día de Independencia.
Obama exhortó la semana pasada a padres de familia en países de Centroamérica a no enviar a sus hijos menores de edad de forma ilegal a Estados Unidos con la expectativa que podrán quedarse en el país y advirtió que éstos serán deportados.
Bajo una ley aprobada por el Congreso y promulgada por el entonces Presidente George W. Bush en 2008, los menores migrantes que no son mexicanos y viajan solos y son detenidos por la patrulla fronteriza, son objetos de un trato especial.
La crisis generada por el incremento en las detenciones de menores inmigrantes que viajan solos forzó al gobierno a abrir tres albergues temporales a donde estos menores son transferidos después de su procesamiento en instalaciones de la Patrulla Fronteriza.
Los albergues fueron habilitados en las bases militares del Fuerte Sill en Oklahoma, la Base Lackland, en San Antonio, Texas y en la Base Naval en Ventura, California.
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Interna (DHS) desde octubre de 2013 hasta mayo pasado un total de 52,000 menores de edad han sido detenidos en la frontera con México, además de 39,000 adultos -la mayoría mujeres- con niños.
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