Las celebraciones de la independencia de Brasil, el pasado el 7 de septiembre demostraron que las protestas continúan y tienen que enfrentar el estado de excepción policial en el país. Esta conclusión puede inferirse de la entrevista ofrecida por Francisco Santiago, activista organizador del tradicional Grito de los Excluidos y también miembro del Comité Popular de Copa, a los reporteros Gabriel Brito y Valéria Nader, publicada hoy en el diario brasileño ‘Correio da Cidadania’, que Adital presenta aquí editada y traducida para sus lectores latinoamericanos.
Los Periodistas analizaron los enfrentamientos ocurridos en la fecha oficial de la independencia, eventos sin precedentes para una efeméride marcada por desfiles militares ajenos al sentimiento popular.
Como tampoco podía dejar de ser, la represión estatal a través de su brazo armado, fue fuerte en todos los estados, bajo todos los gobiernos y partidos. Un nuevo proceso político se está iniciando con tales acontecimientos, y este tipo de eventos, junto con las acciones parlamentarias, nos muestran que aún tenemos un largo camino por recorrer en la construcción de una democracia mínimamente respetable.
Para el activista, "el 7 de septiembre fue importante mostrar que el proceso está vivo, independientemente de haber tenido movilizaciones en 200 ciudades o 500 ciudades, de 200.000 o 5 mil personas. Pienso que se mantuvo el impulso y la disposición de la población para enfrentar los aparatos de represión cada vez más fuertes, lo que también fue fundamental”.
Con esta óptica, Santiago analiza positivamente las manifestaciones, que a su juicio siguen en sintonía con las movilizaciones masivas de junio, elevando la conciencia popular. Esto se vería reforzado, tras dos semanas de lo que él considera "terrorismo psicológico", llevado adelante por la vieja colusión del poder, es decir, los gobiernos (y sus intentos por profundizar el estado de excepción) y los medios corporativos, desde hace tres meses se dedican a descalificar y ablandar el impulso de población con sus insistentes acusaciones de violencia en las protestas (omitiendo las incontables barbaries policiales).
"Las fuerzas de policía fueron extremadamente autoritarias, extremadamente abusivas, tenemos un montón de informes y vamos a construir un dossier en Brasilia. Inclusive en otras ciudades. Sabemos que todo fue el resultado del clima de guerra que los gobiernos han preparado, con el objetivo de contener las movilizaciones. Afortunadamente, no pudieron", subrayó, sin olvidar a los medios de comunicación porque, como dijo, "la lucha por la democratización de las comunicaciones está en el conjunto de todo este proceso político".
Para él, el proceso político no se cerró después de las manifestaciones de junio, más bien ganó nuevas formas, como las ocupaciones de las cámaras legislativas y las protestas que continuaron en Rio, en la lucha por la búsqueda del albañil Amarildo, contra los des-mandos del gobernador Amaral. En referencia al grito de los Excluidos, Santiago considera lo "una dinámica extremadamente acertada a ser enraizada en Brasil” y aun llama a presionar políticamente por la independencia, tomando en cuenta que el conjunto de afiches, materiales y luchas es libre.
Santiago percibe que existen algunas dificultades de interpretación, porque las movilizaciones llevaron a muchos a las calles, una población que se mueve a partir del sentido común. "Una parte piensa que la corrupción es el único mal, piensa que, al mismo tiempo que se lucha contra la corrupción, puede ser incluidos objetivos conservadores, tales como la reducción de la mayoridad penal y hasta el aumento de las fuerzas represivas (...) y, es lógico, junto a esa parte de la población de sentido común que se levanta, hay siempre el intento de la derecha y las fuerzas conservadoras de actuar”. Sin embargo señala que los actos de mayor atractivo e interés son extremadamente progresistas, y, en este espacio, las fuerzas de la derecha y las fuerzas reaccionarias no pueden penetrar.
Coincide también en que hay un fuerte proceso de militarización de la sociedad, la construcción de un Estado de Excepción, asociando la seguridad pública a represión social. Y de este planteamiento surge la criminalización de la pobreza, de la juventud y de los movimientos sociales. "Lo que vimos en las dos semanas previas al 7 de septiembre fue un conjunto de iniciativas, en varias ciudades, de terrorismo psicológico". Destaca que la confrontación solo está siendo construida por las fuerzas policiales, de tal forma que esas fuerzas se sintieron libres, para golpear cada vez más.
Y denuncia: "Aquí en Brasilia, tanto el día 6, cuando celebramos el pre-Grito de los Excluidos, como el propio día 7, vimos el Estado de Excepción realmente instalado... El Delegado mandando orden de prisión en base a falsas pruebas, sin dar derecho defensa, el juez decidiendo que sólo juzga los casos después que el juego. de la selección termine… Así, algunas personas quedaron presas durante más de 40 horas, sin haber cometido ningún delito, sólo protestado de manera pacífica, con el cierre de carreteras, como se ha hecho varias veces."
Santiago afirma que debería ser preocupación del Estado minimizar posibles actos de violencia y no reprimir toda manifestación. "Los gobernantes no entendieron que la lógica de represión no resuelve los problemas sociales". El activista sugirió la construcción de un nuevo concepto de seguridad, que garantice el fortalecimiento de la democracia desde las calles.
Ver la entrevista completa en portugués aquí.
Traducción: ricazuga51@yahoo.com
.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=77564
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Brasil: Presión del movimiento sindical evita votación de
ley de tercerización
INDUSTRIALL GLOBAL UNION / Web
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18/09/13
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Dicho jornada quedó agendada para el 18 de septiembre próximo. Y las centrales sindicales continuarán presionando y manifestándose en contra de este proyecto de Ley. Así como lo han hecho en todo este periodo de tramitación y de negociación. Para CONACCOVEST, y demás afiliadas a Industriall en Brasil, la lucha del movimiento sindical ha sido preponderante para esta primera victoria, “pero no podemos perder la vigilancia y el contacto con los diputados de nuestras de nuestras bases para tener éxitos”, señalaron. Cabe recordar que para las organizaciones afiliadas a IndustriALL en Brasil el proyecto original del diputado Sandro Mabel, es un retroceso para los trabajadores, ya que posibilita la contratación de servicios en condiciones inferiores. Los sindicatos defienden que haya una ley que regule la tercerización, pero con el objetivo de establecer la igualdad de derechos y salarios entre contratados directos y tercerizados e impedir la tercerización en la actividad principal de la empresa. | |||||
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