http://youtu.be/y8n5r3zdyHE
"Hoy, yo les digo a las madres que nos unamos todas, no solo las que han perdido hijos o hijas sino las que aun por gracia de Dios los tenemos vivos. No se puede vivir en esa angustia, en este tormento de saber que nuestros, hijos puede que no regresen de su trabajo, de su colegio, de su universidad..."
LA VIDA DE DOLOR DE LAS MADRES EN HONDURAS
"Durante varios meses he leído en los diferentes periódicos que
circulan en nuestro país el número imparable de muertes de jóvenes. Sus cuerpos
son encontrados en diferentes zonas del país, asesinados con indicios de haber
sido torturados de las formas más crueles, macabras e inhumadas que una madre
pueda imaginarse.
El miércoles 25 de Abril del año en curso, en menos de 30 horas se
produjeron más de 20 asesinatos. Las edades oscilan desde los 17 hasta los 25
años. Los periodistas han mostrados cuerpos mutilados, quemados, en bolsas,
decapitados, ensangrentados… etc. Pareciera que fuese un concurso de
presentación de personas asesinadas con técnicas avanzadas de maldad, de la más
absurda y fina crueldad, de lo más alejado del concepto y pensamiento humano,
sin que hasta la fecha haya investigaciones exhaustivas que den con los
responsables de estos hechos que enlutan a las familias hondureñas o haya una
posición del regimen de Pepe Lobo para detener esta macabra
situación.
La mayoría de personas las leen, las comentan, al inicio se
horrorizaban, después se sorprendían, luego la inercia se apoderó de las y los
hondureños. Al final, los jovenes asesinados terminan en un vago
recuerdo.
El lunes 23 de Abril iba saliendo del Metro Mall, cuando dos policías
metían a empellones a un joven a la paila de una patrulla, me acerqué porque vi
que lo golpeaban y que le quitaron el celular y lo tiraron al piso
destruyéndoselo. Me acerqué y les dije que el joven tenia derecho hacer una
llamada para indicar que lo detenían, más aun si no tenían orden de captura
contra él. Irrespetuosamente y con gran prepotencia uno de los policías me dijo
que no lo iban a dejar llamar y le pregunté al joven a quien quería llamar,
todo golpeado y con la mirada angustiada, me dijo: A mi mamá, !A mi mamá por
favor!. Deme el número le dije. Hice la llamada: me contestó una voz cansada de
una persona de edad avanzada, con un nudo en la garganta por la voz que
escuchaba le dije: “su hijo acaba de ser detenido en el Metro Mall” escuché
con una angustia infinita las siguientes palabras: "Sangre de Cristo" ,luego,
un golpe como un cuerpo que caía. Intenté nuevamente la llamada, ya no
respondieron.
Volvieron a mi mente imágenes recién pasadas, nítidas, frescas, como
un video nuevo, cuando a principios de Septiembre de 2011, mi hijo mayor quien
se conducía hacia su casa después de asistir al sepelio de un familiar, con su
hijo de apenas 5 añitos y su esposa, fue interceptado por policías: 8
motorizadas y 2 vehiculares en total 22 elementos de seguridad y que lo
llevaban detenido con toda su familia y su carro. Solamente pudo marcar mi
número en su celular y así pude escuchar lo que pasaba. Me trasladé tan pronto
como mis nervios me lo permitieron al lugar de los hechos y mi oportuna
intervencion evitó que lo detuvieran ilegalmente. Vi en ese joven detenido
ilegalmente en Metro Mall, los ojos de mi hijo, lleno de terror al saber que
una detencion de la ignominiosa policia o el ejercito de Honduras es la
proximidad de una muerte dolorosa.
Ese despliegue de poder, de prepotencia, de fuerza ¿por qué no
es utilizado para investigar los cientos de asesinatos, de tanto joven que
ocurre a diario en el país, para poner a los verdaderos delincuentes a la
orden de los juzgados respectivos?
Ante estos hechos, el dolor de madre me hace escribir, porque me
siento avergonzada conmigo misma por quedarme callada, por tener tanto miedo a
denunciar, a manifestarme en contra de un Estado que Pepe Lobo, Juan Orlando
Hernandez y la oligarquia han convertido en un Estado fallido, que no funciona,
donde los poderes del Estado están coludidos para destruir al país. En Honduras
impera la vil y descarada impunidad, donde la corrupción corroe los cimientos de
la mayoría de las instituciones públicas a vista y paciencia de todos y todas.
Un país donde la policia y el ejercito no solo, no realiza el
trabajo para el que fue creada, sino que íntegra y está al servicio de la
criminalidad, el narcotráfico y la delincuencia en todas sus formas.
Lo que lacera mi consciencia es que para evitar que el pueblo se
pronuncie se ha implementado una época de terror que nosotras debemos superar.
Lo que ha conducido a la gran mayoría de madres que han perdido a sus hijos a
sufrir estoicamente el dolor de haberlos enterrados, sin saber porque fueron
asesinados. Madres, amigas, compañeras, conocidas y no conocidas ¿no creen que
con nuestro silencio nos convertimos en cómplices del actual estado de
cosas?
Un periódico que informó sobre lo cadáveres de tres jóvenes que
venían de SPS y que fueron asesinados a golpes y supuestamente arrastrados por
un caballo en uno de sus párrafos de leía uno de los jóvenes tenían un
“tatuaje”, pareciera que ese hecho manejado de manera maliciosa fuese para
justificar el vil y cruel asesinato que cercenó la vida de estos muchachos
trayendo dolor y luto a toda la familia hondureña. Ese mismo periódico al día
siguiente informó que eran jóvenes que estudiaban y trabajaban y que uno de
ellos era hijo de un Pastor de una iglesia protestante.
Hoy,
yo les digo a las madres que nos unamos todas, no solo las que han perdido
hijos o hijas sino las que aun por gracia de Dios los tenemos vivos. No se
puede vivir en esa angustia, en este tormento de saber que nuestros, hijos puede
que no regresen de su trabajo, de su colegio, de su universidad. Cada vez que se
tardan un poco más de lo normal nuestra cordura se pierde y empezamos a
llamarlos, a buscarlos tanto así que ellas y ellos han perdido su intimidad, su
oportunidad de compartir con sus compañeros de estudio o de trabajo. Organicemos
por barrios, por colonias, por comunidades y manifestémonos EXIGIENDO UN ALTO
A LA DETENCIÓN ILEGAL Y UN ALTO A LOS ASESINATOS DE JÓVENES.
Asimismo, exijamos Protección para nuestros hijos, sino Honduras se
quedará siendo una población de adultos y adultos mayores. ¡¡¡¡¡Recuerden las
madres podemos provocar un cambio¡¡¡¡¡¡ EL RESPETO A LA VIDA DE NUESTRAS HIJAS E
HIJOS.
Hedme Castro
Es
necesario que no nos acostumbremos a enterrar diariamente un número cada vez más
elevado de jóvenes. Hoy es el hijo del conocido, mañana será el del vecino, el
del pariente, luego puede ser el..."
Declaraciones de
la rectora sobre, la policia en honduras y el caso de su hijo
(video)
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