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Foto tomada de:Rebelión |
Por Ricardo Velásquez
En Honduras, en
estos 3 años y medio de gobierno de Lobo-Hernández, todo
se soluciona vía decreto en consejo de ministros o
mediante aprobación en el Congreso Nacional. En el área
educativa se deben cumplir las famosas metas EFA, que
incluyen cero reprobación y cero deserción, exigencia
que hacen los organismos internacionales de crédito y
cooperantes externos, que han inyectado a los gobiernos
de Honduras millonadas tras millonadas de dólares,
condición que se debe cumplir para el 2015.
Ante el paso
del tiempo y las metas incumplidas, los ridículos
decretos ejecutivos no se han dejado esperar, y le ha
correspondido al ministro de educación Marlon Escoto
cumplir con tal proeza.
Decretos
ejecutivos y oficios para reprimir al magisterio
A inicios del
presente año, Escoto envió diferentes oficios a los
centros educativos del país, donde implícitamente
ordenaba que no deberían haber reprobados en el presente
año lectivo. Para lograr tal propósito se le darían más
oportunidades a los educandos para cumplir con sus
obligaciones, se implementaría la evaluación continua y
se eliminaba la semana de exámenes. Cuando se propagó
tal noticia y llegó al conocimiento de los educandos,
tuvo un efecto inmediato: la desidia de los alumnos y
alumnas se manifestó inmediatamente, al final da igual
si todos deben pasar al culminar el año lectivo.
Pero las
hazañas del quijotesco ministro no se quedaron ahí. Ante
la incapacidad económica del Estado y en su afán de
contribuir en ahorrarle los gastos al gobierno de turno,
emitió decretos ejecutivos, aprobados en Consejo de
Ministros, ordenando que no se nombraran maestros en
plazas vacantes y que no se convocara a concursos para
optar a plaza, sino hasta segunda orden. También emitió
oficios ordenando que los docentes asignados en centros
que no les correspondían regresaran inmediatamente a los
lugares donde habían sido nombrados y que en cada
sección o aula de clase deberían encontrarse
matriculados al menos 40 alumnos.
El caos
generado en educación fue palpable inmediatamente; aulas
con alumnos que quedaron sin docentes durante varias
semanas, centros atiborrados con personal que regresaba
sin necesitársele, secciones fusionadas con más de 40
alumnos y sin aulas acondicionadas para tal cantidad,
mobiliario insuficiente. Los problemas que se dieron
fueron múltiples, y lo único que logró el ministro con
sus salomónicos oficios fue generar caos, terror,
anarquía y sobre todo empeorar la calidad educativa.
Cualquier persona con un dedo de frente podría haberlo
visualizado.
La
última hazaña del flamante ministro Escoto
En noticia
difundida el día lunes de la presente semana, se ha
informado que cerca de 55,000 docentes serán sometidos a
pruebas de conocimiento en las áreas de matemática,
español y pedagogía, el proceso se llama “Evaluación del
desempeño docente” y se hará del 24 al 29 de junio.
El director de
Evaluación y Calidad Académica, Denis Cáceres, manifestó
“…la prueba se aplicará hasta 3 veces consecutivas y si
el educador sale mal en las 3 veces podrá ser objeto de
sanciones”. www.elheraldo.hn (21/05/2013).
El gobierno
anunció además la implementación de un nuevo sistema de
evaluación en las aulas de clases que contempla subir
del 60 al 70 por ciento el índice de aprobación en los
centros educativos públicos y privados del país.
Carlos
Sabillón, presidente de la Federación de Instituciones
Educativas Privadas (Feniep), dijo sobre el sistema de
evaluación propuesto: “hará que decaiga aún más la
calidad escolar... Tal y como lo ha planteado Educación,
los alumnos tendrán el 70 por ciento solo con asistir a
clases, portarse bien, hacer tareas y tener buena
presentación…pasar con 60, con 65, con 70 o con 80 es
irrelevante…”. www.elheraldo.hn (22/05/2013).
Unidad
y lucha para revertir las políticas nefastas de Marlon
Escoto y Lobo-Hernández
La evaluación a
los docentes solo tiene el propósito de que estos
pierdan la estabilidad laboral y la segunda medida sobre
elevar el índice de aprobación –que se contradice con
las pautas para evaluar- solo tiene el propósito de
justificar que los índices de aprobación se aumentaron
con un mejor nivel de calidad, argumentando que un 70 %
es mejor que un 60 %.
Es el momento
de unificar la lucha en el magisterio y proponer un plan
estratégico que involucre a las instituciones privadas,
en contra de las nefastas decisiones educativas de
Marlon Escoto y Lobo-Hernández.
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