La ocupación sionista en ocasiones ofrece "acuerdos de
deportación" a prisioneros políticos palestinos, "permitiéndoles" aceptar un
temporal o permanente destrierro a cambio de su libertad.
Ayer, tal oferta de
acuerdo extorsivo fue aceptada -bajo violentas presiones- por el prisionero en
huelga de hambre Ayman Sharawna, que fue deportado a Gaza y desterrado de su
ciudad natal por un período de al menos 10 años.
El abogado de Samer
al-Issawi, Fawwaz Shludy, publicó en su perfil de Facebook la siguiente
declaración del resistente prisionero en huelga de hambre, en árabe, y fue
traducida al inglés por la artista y activista palestina Shahd Abu
Salama.
Declaración de Samer al-Issawi sobre “acuerdos de
deportación”
“Respecto a la oferta de la ocupación israelí de
deportarme a Gaza, afirmo que Gaza es parte inseparable de mi patria y su pueblo
es mi pueblo. Y que iré a vistar Gaza cuando sea, cuando yo quiera o me de la
gana, ya que está dentro de mi patria, Palestina, por lo que tengo el derecho de
recorrerla cuando quiera desde el extremo norte al extremo sur. Rechazo
firmemente ser deportado a Gaza ya que esta práctica no hará más que traer
amargos recuerdos del proceso de expulsión al que nuestro pueblo palestino fue
sometido en 1948 y 1967.
Estamos luchando por la libertad de nuestra
tierra y por el retorno de nuestros refugiados, en Palestina y en el exilio, no
para agregar más deportados. Esta práctica sistemática con la que Israel
pretende vaciar Palestina de palestinos y traer extranjeros para ocupar su lugar
es un crimen en sí misma. Me niego a ser deportado a cualquier lugar y sólo
acordaré ser liberado para ir a Jerusalén, pues la ocupación israelí está
trabajando para vaciar Jerusalén de su pueblo y convertir a los árabes en un
grupo minoritario de su población. El asunto de la deportación ya no es una
decisión personal, es más bien un principio nacional. Si cada prisionero acepta
bajo presión ser deportado fuera de Jerusalén, finalmente Jerusalén será vaciada
de su pueblo.
Preferiría morir en mi cama de hospital a ser deportado de
Jerusalén. Jerusalén es mi alma y mi vida. Si me arrancaran de allí, mi alma
sería arrancada de mi cuerpo. Mi vida no tiene sentido fuera de Jerusalén. No
hay otra tierra en la Tierra que pueda abrazarme que no sea Jerusalén. Por lo
tanto, mi regreso será sólo a Jerusalén y no a otro lugar. Recomiendo a todos
los palestinos que abracen su tierra y sus pueblos y jamás sucumban a los deseos
de la ocupación. Yo no considero este asunto como una causa personal relacionada
con Samer Issawi. Es un asunto nacional, una convicción y un principio que cada
palestino que ama el suelo sagrado de su patria debería
defender.
Finalmente, reitero por milésima vez que continúo mi huelga de
hambre hasta la libertad y el retorno a Jerusalén o el martirio!”
Samer
Al-Issawi Lunes, 18 de marzo de 2013
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