martes, 1 de enero de 2013

Hondureños despidieron el 2012 quemando las figuras que les recuerdan su crisis

Autor del articulo: Proceso Digital
Tegucigalpa - Los hondureños despidieron un año duro en la parte social, económica, y política. La quema de monigotes, una costumbre arraigada a la cultura del país, fue el principal acontecimiento que se vivió en diferentes barrios y colonias del territorio nacional, pese a la prohibición de la quema de pólvora.

- Juan Orlando Hernández, Héctor Guillén los personajes preferidos que fueron quemados en las fiestas de año viejo.

El Distrito Central retumbó desde las primeras horas de la noche del 31 de diciembre y se acentuó más pasadas las 12:00 de la noche con la quema de los tradicionales monigotes.
Populosas colonias y barrios de la capital despidieron el 2012 con luces pirotécnicas, pero lo que más prevaleció fue la quema de los llamados “pichingos”.
El común denominador de esta práctica fue retratar a dirigentes públicos, incluido el presidente Porfirio Lobo y quemarlos la medianoche del 31 de diciembre, junto a las penas, sinsabores y malos recuerdos que dejó el año que recién terminó.
Entre los personajes preferidos por los capitalinos también estuvo el del jefe del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández, así como el del ex ministro de Finanzas, Héctor “Tito” Guillén, implicado en el escándalo del millón de lempiras.
En el sector de Germania, al sur de la capital, quemaron a un monigote que representaba al gobernante Lobo. También en el populoso barrio Bellavista se incineró la figura del primer ciudadano del país.
Mientras en otros lugares se continuó con la tradición de la quema de monigotes con mensajes y pancartas de protesta contra la administración pública.

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