Reporteros
sin Fronteras envió el 22 de noviembre de 2012 una carta al señor Miguel
Edilberto Vélez Núñez, Presidente de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones
(Conatel) con el propósito de denunciar los hostigamientos de esta comisión
hacia distintas radios comunitarias asociadas al Consejo cívico de las
Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH).
Señor
Miguel Edilberto Vélez Núñez,
Presidente de la Comisión Nacional de
Telecomunicaciones (Conatel)
Tegucigalpa, Honduras
Señor
Miguel Edilberto Vélez Núñez,
El
13 de noviembre de 2012, los representantes de la Comisión Nacional de
Telecomunicaciones (Conatel) acudieron a la sede del Consejo cívico de las
Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) de Intibucá, para
llevar a cabo una acción que Reporteros sin Fronteras califica de represiva en
contra de tres radios comunitarias pertenecientes a dicha organización. La
Conatel había ordenado la reducción de espectro de radiofrecuencias basándose
en una queja que data de 2007 y que había sido varias veces rechazada por su
propio departamento jurídico. Así, ordenó la reducción de la potencia de emisión
de la radio Guarajambala FM y un cambio de frecuencia (Radio
Guarajambala viene difundiendo sus ondas desde su creación en 2002 en la
misma radiofrecuencia). Los representantes de la Conatel informaron a los
miembros del COPINH que contaban con 10 días para realizar los cambios exigidos
o sino su material de radiotransmisión les sería decomisado y deberían pagar
una multa de por lo menos un millón de lempiras (40 000€).
El
COPINH posee tres radios comunitarias: Radio Guarajambala FM, La Voz
Lenca FM y La Voz Lenca AM. Estas radios, pertenecientes a la Red
Mesoamericanas de Radios Comunitarias e Indígenas Garifunas y a la
AMARC-Honduras, obtuvieron las licencias de la Conatel pero eran inutilizables
ya que ellas habían sido atribuídas también a otras estaciones, evangélicas o
comerciales, lo que provocó saturaciones e interferencias radiales. En
respuesta a estos incidentes el COPINH notificó a la Conatel, pero frente a su
inmovilismo, y a pesar de haber prometido una inspección de terreno, el COPINH
se organizó por su cuenta para transmitir desde otras frecuencias. El derecho
del COPINH, en su calidad de asociación indígena de disponer de sus propios
medios de comunicación le es garantizado no sólo por el artículo 169 de la
convención de la OIT sino también por la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los derechos de los pueblos indígenas.
Desde
el año 2007, la Conatel ha venido acusando a las radios del COPINH de
transmitir desde una frecuencia que interfiere con la de Radio Metrópolis.
Los miembros del COPINH han ido ya varias veces al departamento jurídico de la
Conatel para solucionar este asunto, y cada vez han probado que esta acusación
no tiene fundamento ya que Radio Metrópolis transmite desde Comayagua,
en otro departamento. El pasado miércoles 13 de noviembre de 2012 la Conatel
volvió a la carga acusándolos, por una enésima vez, de interferencia a pesar
que ella haya sido varias veces desmentida.
Es
indispensable que la Conatel de una respuesta coherente y clara cuanto antes.
Reporteros sin Fronteras, organización internacional de la defensa de la
libertad de información le pide que acepte la propuesta reunión con los
miembros del COPINH esta semana para que sus derechos a la comunicación, a la
información y a la radiodifusión comunitaria sean regularizados y así mismo
para que los distintos acuerdos concluidos, en lo que concierne la atribución
de cinco nuevas frecuencias, sean efectivos.
Los
medios comunitarios y sociales han sido creados con la intención de transmitir
acerca de temas que tocan directamente a las comunidades indígenas. Las radios
del COPINH atribuyen las amenazas, los intentos de censura e incluso los
ataques directos de los que han sido víctimas, a la cobertura que ellos han
dado a las políticas represivas, sobretodo en contra de los campesinos de la
región del Aguán, a la privación de las tierras indígenas Lencas o a la
corrupción en el departamento de Intibucá y en su capital, La Esperanza. La
estigmatización que padecen aquellos que se expresan o que tienen una opinión
crítica debe cesar desde hoy mismo.
El
5 de enero de
2011 individuos que llevaban el uniforme de los técnicos de los
servicios de la electricidad incursionaron en las oficinas del COPINH donde se
encuentran también los estudios de Radio Guarajambala FM y de La Voz
Lenca AM. Allí procedieron a cortar súbitamente la corriente eléctrica con
el fin de acallar a las radiodifusoras. Según el COPINH,
los dos empleados habrían sido enviados por Arturo Corrales Álvarez, ministro
de relaciones internacionales y accionario de la empresa SEMEH (Servicios de
Medición Eléctrica de Honduras). Ellos amenazaron de muerte a los miembros del
COPINH y agredieron físicamente a uno de ellos. El 3 de febrero de
2011, un proyecto legislativo pretendía suspender la atribución de
frecuencias a las radios de baja potencia. Inmediatamente el COPINH denunció
este atropello. Con esa ley se sienta una base legal para censurar y limitar
indirectamente a los medios comunitarios. Esta vez, el COPINH sospecha que las
medidas represivas del 13 de noviembre hayan sido tomadas en represalia frente
a sus posturas críticas sobre de la campaña electoral y sobre la alcaldesa de
Intibucá.
Ya
es hora de que el presidente Porfirio Lobo Sosa cumpla con el compromiso que
tomó en el 2010 en Ginebra al asegurar que Honduras sería un país en donde la
libertad de expresión, según los lineamientos establecidos y recomendados por
la ONU, se respetaría sin falta. Las amenazas y las presiones constantes que
aquejan a las radios comunitarias tienen que parar. El reestablecimiento de una
información plural es más que necesario. La impunidad de los crímenes y de las
agresiones en contra de los periodistas, medios de comunicación y de los
defensores de los derechos humanos debe acabarse. Durante los últimos diez años
31 periodistas han sido asesinados, y 26 de ellos desde 2009. El ambiente de
inseguridad y de represión hacia quienes ejercen su libertad de expresión
contradice la credibilidad de las elecciones primarias en los partidos políticos
que apenas empiezan. Señor Vélez Núñez, la respuesta del gobierno al que usted
pertenece, será un símbolo clave de la voluntad política de garantía de la
libertad de expresión.
Señor
Vélez Núñez, me suscribo a usted agradeciéndole de antemano su atención a esta
carta.
Atentamente,
Christophe
Deloire, Secretario general de Reporteros sin Fronteras
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Honduras
Reporters
Without Borders wrote today to Miguel Edilberto Vélez Núñez, the head of the
National Telecommunications Commission (CONATEL), deploring its persecution of
community radio stations affiliated to the Honduran Council of Popular and
Indigenous Civic Organizations (COPINH).
Mr.
Miguel Edilberto Vélez Núñez, President of CONATEL
Tegucigalpa, Honduras
Tegucigalpa, Honduras
Dear
Mr. Vélez Núñez,
Representatives
of the National Telecommunications Commission (CONATEL) went to the
headquarters of the Honduran Council of Popular and Indigenous Civic
Organizations (COPINH) in Intibucá on 13 November and behaved in a manner
towards three COPINH community radio stations that Reporters Without Borders
regards as dictatorial.
On
the basis of a complaint dating back to 2007, which its own legal department
repeatedly rejected, CONATEL ordered Radio Guarajambala FM to reduce the
strength of its broadcasts and switch to another frequency (although it has
been broadcasting on the same frequency since its creation in 2002).
CONATEL’s
representatives also told COPINH’s members that if they did not carry out the
required changes within 10 days, their broadcast material would be confiscated
and they would be fined at least 1 million lempiras (40,000 euros).
COPINH
has three community radio stations – Radio Guarajambala FM, La Voz
Lenca FM and La Voz Lenca AM. Members of the Mesoamerican Network of
Indigenous and Garifuna Community Radio Stations and of AMARC-Honduras, these
three radio stations received licences from CONATEL that proved to be unusable.
The
frequencies assigned to them were already used by evangelical or commercial
radio stations, which resulted in frequency saturation and interference. COPINH
complained about these irregularities but CONATEL took no action although it
had promised to carry out a field inspection. As a result, COPINH began
broadcasting on other frequencies on its own initiative.
COPINH’s
right as an indigenous organization to have its own means of communication is
guaranteed by the International Labour Organization’s Convention No. 169 and
the United Nations Declaration on the Rights of Indigenous Peoples.
CONATEL
has since 2007 been accusing COPINH’s radio stations of broadcasting on a
frequency that interferes with Radio Metropolis. COPINH’s members have
already gone to CONATEL’s legal department several times to sort out the
problem, and each time it has been proved that the complaint is baseless
because Radio Metropolis broadcast on the FM waveband from Comayagua, in
another department.
Nonetheless,
it was on the basis of the same, repeatedly-disproved accusation that CONATEL
returned to the attack on 13 November.
It
is time for CONATEL to act in a clear and rational manner. Reporters Without
Borders, an international organization that defends freedom of information,
urges you to agree to the meeting that COPINH’s members proposed this week in
order to try to establish norms for the communication, information and
broadcasting rights of community radio stations and effectively apply the
various agreements reached in recent talks about assigning five new
frequencies.
Community
and civil society media were created with the aim of providing alternative news
and information about subjects that affect indigenous communities.
The
COPINH radio stations blame the threats, censorship attempts and direct attacks
they often receive on their coverage of repressive policies including the
murders of peasants in the Aguán region and the seizure of land from the
indigenous Lenca, and corruption in the Intibucá region. Those who express or
repeat a critical opinion must stop being criminalized.
On
5 January 2011,
personnel wearing the uniforms of technicians and power service employees burst
into the COPINH offices housing the Radio Guarajambala FM and La Voz Lenca AM
studios and disconnected the power supply, forcing the stations off the air and
leaving them unable to broadcast.
According to
COPINH, the two employees were sent by foreign minister Arturo
Corrales Álvarez, who is a shareholder in the Honduran Power Measurement
Service (SEMEH). They threatened to kill COPINH’s members and physically
attacked one of them.
On
3 February 2011,
CONATEL announced a draft resolution designed to suspend the granting of
frequencies to low broadcast-strength radio stations, eliciting an immediate
response from COPINH condemning
the measure as indirect censorship and as way to limit community media.
As
regards 13 November’s repressive measures, COPINH suspects that they were a
reprisal for its criticism of the mayor of Intibucá’s election campaign.
It
is time that President Porfirio Lobo Sosa respected the undertaking he gave in
Geneva in 2010 when he said that Honduras would be the country that respected
and implemented the freedom of expression criteria established and recommended
by the United Nations.
Community
radio stations must cease to be the constant targets of threats and harassment.
Real media pluralism must be restored and impunity for crimes of violence
against journalists, media and human rights defenders must stop. A total of 31
journalists have been killed in the past decade, 26 of them since 2009.
At
a time when Honduras’ political parties are beginning to hold primaries, this
climate of violence and persecution of those who exercise the freedom to inform
others is undermining the credibility of the democratic process. Your response
will be a strong indicator of the political intentions of the government of
which you are a representative.
I
thank you in advance for the attention you give to this letter.
Sincerely,
Christophe
Deloire Reporters Without Borders secretary-general
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Honduras
Reporters
sans frontières a adressé une lettre, le 22 novembre 2012, à M. Miguel
Edilberto Vélez Núñez, Président de la Commission nationale des télécommunications
(Conatel), afin de dénoncer les persécutions que cette commission fait subir à
plusieurs radios communautaires liées au COPINH (Conseil Civique d’Organisations
Populaires et Indigènes du Honduras).
A
l’attention de M. Miguel Edilberto Vélez Núñez, Président de la Conatel
Tegucigalpa,
Honduras
Monsieur
Vélez Núñez,
Le
13 novembre 2012, des représentants de la Commission nationale des télécommunications
(Conatel) se sont présentés au siège du COPINH (Conseil Civique d’Organisations
Populaires et Indigènes du Honduras) à Intibucá, afin de mener une action que
Reporters sans frontières considère comme répressive à l’encontre des trois
radios communautaires de l’organisation. La Conatel, se basant sur une plainte
datant de 2007 et maintes fois rejetée depuis par son propre département
juridique, a ordonné la réduction de la puissance d’émission de la radio Guarajambala
FM et un changement de fréquence (radio Guarajambala émet sur la même fréquence
depuis sa création en 2002). Les représentants de la Conatel ont informé les
membres du COPINH qu’ils disposaient d’un délai de 10 jours pour effectuer les
changements exigés, faute de quoi ils se verraient confisquer leur matériel de
transmission et devraient s’acquitter d’une amende d’un million de lempiras
minimum (40 000 euros).
Le
COPINH dispose de trois radios communautaires : Radio Guarajambala FM,
La Voz Lenca FM et La Voz Lenca AM. Membres du Réseau Mésoaméricain
de Radios Communautaires Indigènes et Garifunas, ainsi que d’AMARC-Honduras,
ces trois radios avaient obtenu des licences délivrées par la Conatel, mais
celles-ci s’étaient révélées inutilisables. Les fréquences attribuées étaient déjà
utilisées par d’autres radios évangéliques ou commerciales, ce qui provoquait
des saturations et des interférences. En réaction, le COPINH avait dénoncé ces
irrégularités, mais face à l’inaction de la Conatel qui avait pourtant promis
une inspection de terrain, le COPINH s’est organisé seul afin de transmettre
sur d’autres fréquences. Le droit du COPINH à disposer de ses propres moyens de
communication en tant qu’organisation indigène est garanti par l’article 169 de
la convention de l’OIT ainsi que par la Déclaration universelle des droits des
peuples indigènes.
Depuis
2007, la Conatel accuse les radios du COPINH de transmettre sur une fréquence
qui ferait interférence avec Radio Metropolis. Les membres du COPINH se
sont déjà rendus à plusieurs reprises au département juridique de la Conatel
afin de régler cette affaire, et il a été prouvé à chaque fois que la dénonciation
n’avait pas lieu d’être, Radio Metropolis émettant en FM depuis
Comayagua dans un autre département. Ce mercredi 13 novembre 2012, la Conatel
est revenue à la charge en brandissant la même accusation maintes fois démentie.
Il
est aujourd’hui nécessaire que la Conatel fasse montre de cohérence et de clarté.
Reporters sans frontières, organisation internationale de défense de la liberté
de l’information, vous demande d’accepter la proposition de rencontre formulée
par les membres du COPINH cette semaine, afin d’œuvrer à la normalisation des
droits de communication, d’information et de diffusion des radios
communautaires et à l’application effective des différents accords déjà passés
suite aux discussions engagées récemment, dont l’attribution de cinq nouvelles
fréquences.
Les
médias communautaires et sociaux ont été créés dans le but de transmettre une
information alternative sur les thèmes qui affectent les communautés indigènes.
Les radios du COPINH attribuent les menaces, les tentatives de censure, voire
les attaques directes dont elles font régulièrement l’objet à la couverture
donnée aux politiques répressives, notamment l’assassinat de paysans dans la région
de l’Aguán, la privation de terres des indigènes Lencas, ou encore la
corruption qui sévit dans le département d’Intibucá. La criminalisation dont
sont victimes ceux qui expriment ou se font l’écho d’une opinion critique, doit
aujourd’hui cesser.
Le
5 janvier 2011,
des employés portant les uniformes de techniciens et de services d’électricité
avaient fait irruption dans les bureaux du COPINH dans lesquels sont situés les
studios de Radio Guarajambala FM et La Voz Lenca AM et avaient
brusquement coupé le courant électrique, afin de faire taire les radios qui se
sont retrouvées hors d’état de transmettre. Selon le COPINH,
les deux employés avaient été envoyés par Arturo Corrales Álvarez, Ministre des
affaires étrangères et actionnaire de l’entreprise SEMEH (Service de Mesure
Electrique du Honduras). Ils avaient également menacé de mort les membres du
COPINH et agressé physiquement l’un d’entre eux. Le 3 février 2011,
un projet de résolution de la Conatel visait à suspendre l’octroi de fréquences
aux radios de base puissance. A l’époque, le COPINH avait immédiatement dénoncé
cette nouvelle base légale comme de la censure indirecte et un moyen de
limitation des médias communautaires. Cette fois-ci, le COPINH suspecte que les
mesures répressives du 13 novembre 2012 constituent des représailles en raison
de leurs positions critiques sur la campagne électorale et la maire d’Intibucá.
Il
est temps aujourd’hui que le président Porfirio Lobo Sosa respecte ses
engagements pris à Genève en 2010 lorsqu’il avait affirmé que le Honduras
serait le pays qui respecterait et mettrait en place les critères de droit à la
liberté d’expression établis et recommandés par l’ONU. Un terme doit être mis
aux menaces et pressions constantes subies par les radios communautaires. La
restauration d’un véritable pluralisme de l’information est nécessaire, ainsi
que la fin de l’impunité dans les crimes et agressions commis contre les
journalistes, médias et défenseurs des droits de l’homme. En une décennie, 31
journalistes ont été tués, dont 26 depuis 2009. A l’heure où débutent les
primaires au sein des partis politiques, ce climat d’insécurité et de répression
envers ceux qui exercent leur liberté d’informer entache la crédibilité du
processus démocratique. Monsieur Vélez Núñez, votre réponse sera un symbole
fort de la volonté politique du gouvernement dont vous êtes un des représentants.
En
vous remerciant d’avance de l’attention que vous porterez à cette lettre, je
vous prie d’agréer, Monsieur Vélez Núñez, l’expression de ma haute considération.
Christophe
Deloire, Secrétaire général de Reporters sans frontières
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REPORTERS
SANS FRONTIÈRES
Benoît Hervieu
Despacho Américas / Americas Desk, Reporteros sin Fronteras
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