AVN / 12 de octubre de 2012
El Cacique Guaicaipuro, de la familia Caribe, es
emblemático ejemplo de la resistencia indígena en Venezuela, al liderar
una coalición en contra de la "conquista" española en territorio
venezolano y valga el 12 de octubre para que en la nación, así como en
otros rincones del mundo indoamericano, se rinda tributo a la
sublevación y a las luchas, constancia, arrojo, tenacidad, fuerza y
valentía contra la violencia, la explotación y el genocidio del que
fueron víctimas los originarios en manos de los “colonizadores” de
España.
Guaicaipuro fue el gran líder de los Mariches, Caracas, Teques, Chacao
y lugares aledaños. Se cree que nació para 1530 y murió quemado junto a
su familia y 25 de sus compañeros en 1568, en un lugar llamado Suruapo
o Suruapay, hoy San José de los Altos, estado Miranda. Vivió unos 38
años y a los 18 años ya se involucraba en las luchas por la
emancipación de su territorio y de su pueblo aborígen del imperio
español.
Para enfrentar con coraje y vehemencia a los españoles por el control
del valle de Caracas logró unificar en una poderosa confederación de
tribus no sólo a los de su filiación étnica, sino a grupos arawakos,
entre otros pueblos originarios que habitaron la región central del
país para mediados del siglo XVI.
Diversas fuentes bibliográficas, y crónicas orales, coinciden en que
durante su gran periplo o peregrinaje guerrero tuvo que enfrentar a
grandes rivales españoles como: Don Juan Rodríguez Suárez, Alonso
Bernáldez de Quiroz, Diego de Lozada, Francisco Fajardo, Garci González
de Silva, éste último dueño de Macarao, Antímano, El Valle, La Vega y
otros territorios ubicados al norte, noreste, sureste de lo que es hoy
Caracas y que ellos llamaron el Collado de San Francisco, entre otros.
Nada logró apagar el grito de guerra en territorio nacional: "¡Ana
Karina rote, aunicon paparoto mantoro itoto manto!", que en castellano
significa: "¡Sólo nosotros somos gente, aquí no hay cobardes, ni nadie
se rinde, esta tierra es nuestra!".
La resistencia indígena abrió su capítulo en la historia después de que
en 1492, tras aquel grito de “¡Tierra!”, del marinero Rodrigo de
Triana, y de que los “conquistadores” pisaran suelo americano después
de navegar por más de dos meses al mando de Cristóbal Colón.
El primer nombre de la efeméride como Día de la Raza fue decretado en
1921, cuando Venezuela era gobernada por el dictador Juan Vicente
Gómez. Décadas más tarde, esta denominación fue considerada
discriminatoria, racista y peyorativa, por lo que se determinó, durante
el gobierno del presidente Hugo Chávez Frías, conmemorar el Día de la
Resistencia Indígena.
Coalición contra la conquista
La valoración de esta rebeldía se ha traducido en Venezuela en el
reconocimiento en la Constitución de los derechos de los indígenas a la
organización social, política y económica; sus culturas, usos y
costumbres, idiomas y religiones, “así como su hábitat y derechos
originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan y
que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida”.
Tras la discusión y aprobación popular de la Constitución venezolana en
diciembre 1.999, uno de los elementos más destacados fue el capítulo
VIII del Título III referido única y especialmente al reconocimiento de
los derechos de los pueblos indígenas.
El articulado de la Carta Magna venezolana reconoce los derechos de los
pueblos originarios a la participación política; a mantener y
desarrollar su identidad étnica y cultural, cosmovisión, valores,
espiritualidad y sus lugares sagrados y de culto; a una salud integral
que considere sus prácticas y culturas; a la protección de la propiedad
intelectual colectiva de sus conocimientos, tecnologías e innovaciones.
"El Estado garantizará la representación indígena en la Asamblea
Nacional y en los cuerpos deliberantes de las entidades federales y
locales con población indígena, conforme a la ley".
Además, por primera vez se incorporaron a estas poblaciones en un censo
nacional, realizado en 2011, el cual contabilizó 725 mil 128 personas
que se reconocen como indígenas, además de 51 pueblos ancestrales en
todo el país, de los cuales la etnia Wayuu representa 58% del total de
originarios.
La lucha irrenunciable por la libertad e independencia y “la alianza de
sangre entre los habitantes de todos aquellos pueblos o territorios
invadidos para enfrentar toda forma de dominación o penetración
colonialista” son algunas de las propuestas del ideario revolucionario
de Guaicaipuro que continúan teniendo vigencia histórica y animando el
espíritu guerrero ancestral que este 12 de octubre conmemora 520 años
de resistencia.
|
No hay comentarios :
Publicar un comentario