Vierrnes 21 September 2012 / 16:57
Administrador defensoresenlinea.com/
Ha comenzado a circular la invitación para participar en la
presentación del informe de la Comisión de Verdad, que fue conformada en
junio de 2010 por varias organizaciones hondureñas de derechos humanos y
personalidades del mundo jurídico y académico de Europa y América.
El informe de esta Comisión debió ser difundido en octubre del año
pasado, pero hubo problemas técnicos y gerenciales en el Equipo
Ejecutivo, que retrasaron el propósito de las Comisionadas y
Comisionados en el tiempo previsto.
Sin embargo, las víctimas – a quienes se debe en definitiva el informe –
han sido pacientes, tolerantes y maduras hasta nuestros días,
considerando que la estructura institucional que dio el golpe de Estado
sigue intacta y el golpismo como doctrina de fuerza nos amenaza todavía.
“Las víctimas han aguardado este momento con esperanza” dice el
encabezado de la invitación para el acto de presentación el próximo 3 de
octubre en la Plaza Colprosumah, en Tegucigalpa.
Sí, vaya que la esperanza es un activo poderoso en la identidad de
Honduras, pues a pesar de todas las adversidades y brutalidades, aún las
víctimas esperan reconocimiento con verdad, justicia y reparación.
El carácter histórico de este documento es de fuerza innegable, porque
contiene – sin agotar siquiera la mayoría de los casos de horror a nivel
nacional – un retrato de la barbarie vivida por la sociedad hondureña
frente a militares y policías déspotas, convertidos en sicarios
uniformados, violentos, torturadores y criminales. Y asociados con otras
fuerzas de la oscuridad.
El informe viene bajo el título “la voz más autorizada es la de las
víctimas” y consta de una introducción general sobre los impactos del
golpe en los derechos humanos.
Destaca también el documento los principales patrones de las
violaciones a derechos humanos cometidas en casos tipo, que fueron
analizados por la Comisión en varias regiones del país y refleja,
además, un análisis de la base de datos levantada entre junio 2009 y
agosto 2011.
Los ejemplos de Comayagua, Choloma, Tegucigalpa, Alauca, Choluteca y
Copán, entre otros, son casos que reflejan un proceder institucional por
parte de la maquinaria del horror aún vigente entre nosotros.
Un aporte importante de este informe, además de sus conclusiones y
recomendaciones, es el impacto psicosocial de las violaciones a los
derechos humanos en las personas a nivel individual, familiar y grupal,
que demanda un abordaje integral para detener sus efectos en la sociedad
del futuro.
No es un informe ideal pero deberá ser un informe digno, que obligue a
realizar una mirada desde las víctimas, hasta ahora invisibilizadas,
ninguneadas y revictimizadas.
El gran desafío es que toda la información que confirmará, revelará o
reafirmará “la voz más autorizada de las víctimas” sirva, efectivamente,
a la comunidad internacional, al Frente Nacional de Resistencia y a los
partidos políticos para implementar en un posible nuevo escenario de
poder en 2013-2014 las recomendaciones sugeridas.
No sería posible ninguna propuesta de reconstrucción democrática de
Honduras, si las bandas organizadas que suplantan el poder continúan
protagonizando la solución de violencia, terror y odio sobre la faz del
país.
Basta ver la suerte que han corrido las 130 recomendaciones de la
Comisión oficialista que presidió el guatemalteco Eduardo Stain, más de
la mitad ni siquiera han sido tratadas en términos formales por el
aparato golpista. Es decir, a los actuales inquilinos del poder no les
interesa ni la memoria de los hechos ni la sanación de las violentas
heridas. No es su agenda la justicia. Su negocio es la impunidad y la
violencia.
En este caso la voz de las víctimas es potente y viva, pero está
amenazada por una indefensión institucional casi permanente y la
incertidumbre de los nuevos escenarios en proceso de conformación es muy
grande.
Justamente el informe llega en la víspera de las elecciones primarias
del 18 de noviembre y en una fecha altamente simbólica: el nacimiento de
Francisco Morazán, que dirigió un proceso regional de unidad y lucha
frente al saqueo de los filibusteros, que de todos modos lo mataron.
Un gran reto para las mujeres como Esly Monje, Nora Cortiñas, Mirna
Perla y Helen Umaña, junto a los hombres comisionados de España, Costa
Rica y Honduras, es poder colocar en el imaginario nacional este derecho
de las víctimas a ser oídas, reconocidas y reparadas.
Sea bienvenida, pues, la voz más autorizada de las víctimas... este 3 de octubre!
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