voselsoberano.com |
Viernes 08 de Junio de 2012 / 11:53
Tegucigalpa
- “¿Qué se imagina en su cabeza cuando alguien no atiende un llamado a
detenerse?”, la pregunta fue lanzada por el más alto jefe militar de
Honduras, René Osorio Canales, en medio de un debate público que vuelve
a poner en perspectiva el papel de las Fuerzas Armadas en tareas
policiales.
En Honduras, un
proceso de involución empieza a gestarse en torno al papel militar. La
muerte violenta de un niño de 15 años, presuntamente a manos del
Ejército, vuelve a poner en tela de dudas el papel de los militares en
tareas de seguridad ciudadana.
Pero la presión
ciudadana ha obligado a las autoridades a poner a disposición de la
Fiscalía a siete elementos de las Fuerzas Armadas.
El lamentable
suceso da cuenta que el niño Eved Yasiel Yanes Cáceres, quien según
testimonio de su padre Wilfredo Yanes fue asesinado a manos de
militares, el 29 este mayo. Versiones de testigos aseguran que el joven
no obedeció una orden de parada efectuada por los militares y el hecho
propició que le dispararan.
Todo ocurrió en un retén en el sector de Villa Vieja, salida al oriente de la capital hondureña.
La muerte del
joven ha conmocionado a la sociedad hondureña, que ha saltado de
apreciar como los policías están enmarañados en una bola de mafias y
corrupción que atrapa a una parte de sus mandos, así como de sus
cuadros bases, según se ha reconocido desde el poder, para girar a la
esfera verde olivo, donde la muerte de Eved Yasiel alerta sobre la
preponderancia que el Ejército ha tomado en tareas de seguridad
ciudadana.
El ministro Marlon Pascua se reunió con el Fiscal General, Luis Alberto Rubí y puso a
disposición del Ministerio Público a los siete militares que ese día
realizaban el retén, así como el vehículo y las armas que portaban los
uniformados.
Añadió que los
siete militares se presentarán ante el Ministerio Público para que
rindan su declaración y serán los fiscales los que determinen las
acciones necesarias al respecto.
“Esto es parte
de la colaboración que la institución está realizando para el
esclarecimiento de los hechos, para que realicen las investigaciones del
caso”, manifestó el ministro.
Un par de días
antes, el máximo jerarca militar, René Osorio Canales, dijo a la radio
Globo que “las Fuerzas Armadas están abiertas para averiguar si se ha
cometido algún delito. Nosotros no tenemos ninguna información sobre
este incidente, desconozco los detalles, pero ya están averiguando al
interior de la institución”.
¿Qué pasa por la cabeza de un militar?
A renglón seguido afirmó que “el incidente de ese joven fue el sábado a la 1:30 de la
madrugada y una de las preguntas es, -¿qué anda haciendo un joven a esa
altura de la noche, sin control de la familia?- pero bueno, son cosas
particulares, pero sí estamos investigando todo eso. Lógicamente, si
hay gente culpable hay que proceder con apego a la ley”.
En su
perspectiva, el alto mando castrense reflexionó “recuerde que si usted
es soldado y hay un retén y ya hicimos una parada y un ciudadano no
atiende el llamado a detenerse, -¿qué se imagina en su cabeza?- , que
es un delincuente, porque no está atendiendo a las autoridades. Alguna
gente, por la situación que está pasando el país, tiene miedo, pero en
todos los retenes que hacemos ponemos los conos, a la gente se le pone
el chaleco. Los ciudadanos tienen que respetar, lo que pasa es que este
es un país en donde nadie quiere respetar las leyes y después de los
incidentes es que vienen los reclamos, pero si somos disciplinados y
atendemos a lo que manda la autoridad no habrá incidentes. Y ese es el
problema que está pasando en este país”, justificó Osorio.
A las puertas de una fuerza “reactiva, represiva e inefectiva”
Para la experta
investigadora Mirna Flores, el problema a nivel de la región es el
crecimiento del delito y las fuerzas policiales, especialmente las de
Honduras que no han podido dar respuesta y frente a ello se ha
recurrido a la vieja práctica de sacar los militares a las calles, un
hecho en el que la ciudadanía busca ampararse frente a la ausencia de
respuestas.
Consternada la
investigadora comentó que “ese muchacho (Eved Yasiel Yanes Cáceres), fue
compañero de mis hijas y como madre uno ve la vulnerabilidad de sus
hijos”.
En tono
preocupante advirtió, “todos los jóvenes del país están en riesgo
frente y frente al delito y frente a la instituciones de seguridad. Este
hecho demuestra que si siguen saliendo a las calles se pueden seguir
cometiendo más violaciones a los derechos humanos.
En torno a la
propuesta del Congreso Nacional de crear una Policía Intermedia dijo es
una idea “muy ambigua que podría derivar en volver a una estructura
reactiva, represiva e inefectiva”.
Caminar en círculo
Entre tanto, la periodista experta investigadora, Thelma Mejía, expresó que la creación
de una Policía Intermedia es una medida desesperada. Es caminar en
círculos para llegar al mismo lugar, nos quieren dar más de lo mismo.
“Lo que urgimos
-prosiguió- es una Policía que prevenga el delito y no que los cometa.
Un cuerpo de seguridad con formación profesional que respete los
derechos humanos”.
Una Policía con
formación militar no es la solución, debe ser con espíritu civil y con
características basadas en una profesionalización de la misma, propuso
Mejía.
Sobre el
incidente donde un joven de quince años perdió la vida presuntamente a
manos de efectivos militares, manifestó que “era una barbaridad” y que
tenía que investigarse hasta las últimas consecuencias.
“Hoy me vino a
buscar el papá del muchacho y lastimosamente no lo pude atender porque
estaban en otra reunión. Creo que es algo delicado que tiene de
profundizarse en la investigación y lamentamos de todo corazón lo
sucedido”, explicó Castellanos.
La regresión
La inseguridad y
la imparable violencia que sacude Honduras no han encontrado
respuestas tangibles. Si bien la voz de la ciudadanía ha tomado una
dimensión que se escucha en las tribunas públicas, las acciones
gubernamentales han girado en torno a la creación de comisiones y
organismos que hasta el momento no ha mostrado resultado alguno.
Al par, propuestas como la creación
de una fuerza “intermedia” que combina militares y policías es
propuesta desde el Congreso Nacional, lo que para expertos representa
un retroceso en una sociedad que recién superó una dura época de poder
castrense, en la que prevaleció la violación a los derechos humanos y
la doctrina de la seguridad nacional.
Tomado de:
http://www.proceso.hn/2012/06/07/Pol%C3%ADtica/Polic.C.ADa/52934.html
No hay comentarios :
Publicar un comentario