Tribuna Popular TP – OPINIÓN.- Una
de las debilidades para el avance revolucionario de las últimas décadas
en Venezuela ha sido la atomización, poca consistencia ideológica y
bajo nivel de organización de la Clase Obrera.
Sin embargo, desde hace
algunos años y especialmente en el año 2011 y lo que va de 2012, se
viene haciendo evidente un significativo fortalecimiento político,
organizativo y de movilización en los sectores más conscientes y más
consecuentes de la clase obrera venezolana y eso es un signo positivo
para la consecución de los objetivos tácticos y estratégicos de la
revolución.
Escapa
al fin de este artículo hundirnos en la profundidad del debate relativo
al término clase, si apuntaremos de pasada que a la “clase” se le puede
abordar desde lo objetivo y desde lo subjetivo; pero, en este caso
cuando decimos clase obrera nos referimos a los sectores más claros y
más activos de la masa de trabajadores y trabajadoras.
La
clase obrera venezolana, junto a sus organizaciones de vanguardia,
viene jugando un papel fundamental desde hace muchos años en la
consolidación del proceso bolivariano, no olvidemos que fue por la
conciencia y decidida acción de los trabajadores y trabajadoras de la
industria petrolera y de las empresas básicas que se pudo quebrar el
paro-boicot patronal del año 2002-2003 y más recientemente han sido los
sectores clasistas, con la participación imposible de ser invisibilizada
del Partido Comunista, quienes han planteando con mucha fuerza y
seriedad el debate de fondo en el marco del proceso bolivariano
intentando construir un consenso que facilite la transición
revolucionaria en nuestro país: liberación nacional, socialismo, control
obrero, consejos de trabajadores y trabajadoras, división internacional
del trabajo, imperialismo, liquidación de las relaciones de producción
capitalista, entre otros temas trascendentales para el avance
revolucionario y para la profundización del proceso liderado por el
Presidente Hugo Chávez.
Este
nivel de debate no se realiza desde la teorización paralizante sino
desde la más dinámica construcción práctica revolucionaria, porque ha
sido precisamente este debate el que ha permitido realizar importantes
eventos como el Primer Encuentro por el Control Obrero en mayo del año
pasado en el estado Bolívar, gigantescas movilizaciones en apoyo
autónomo al proceso bolivariano y en exigencia a justas reivindicaciones
políticas y económicas y una de ellas ha sido la exigencia, desde hace
unos cuantos años, de una nueva y revolucionaria Ley Orgánica del
Trabajo y de una Ley Especial para los Consejos de Trabajadores y
Trabajadoras.
La
LOT se ha convertido en un canal de fortalecimiento, encuentro,
articulación y movilización de la clase, luego de años de trabajo y de
arduos meses de debate se ha conseguido ensamblar una propuesta unitaria
de los sectores clasistas revolucionarios que será entrega este jueves
22 de marzo a la Comisión Presidencial encargada de la redacción del
documento que aprobará, vía habilitante, el Presidente Chávez el próximo
primero de mayo; este hecho marcará sin lugar a dudas un antes y un
después al lograr que más allá de diferencias de enfoques y de métodos
los trabajadores y trabajadoras venezolanos con conciencia de clase
junto al PCV, la UNETE, el Movimiento Nacional por el Control Obrero, la
Plataforma de los Consejos de Trabajadores y Trabajadoras de Caracas,
la Conasat y un innumerable grupo de colectivos y movimientos marchen
este jueves 22 de marzo en la capital de la República para hacer entrega
de tan trascendental documento unitario.
Por
eso decimos con optimismo pero sin triunfalismo que el fortaleciiento
cuantitativo y cualitativo de la clase obrera venezolana es innegable.
Señales muy claras de avance revolucionario.
(*) Militante del PCV
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