La Esperanza, Intibucá, Honduras, 4-12-2011
El COPINH manifiesta su preocupación y denuncia por el agravamiento
de la violación de los derechos
individuales y colectivos del Pueblo Lenca y reitera su compromiso de lucha.
El
COPINH manifiesta su preocupación por el
agravamiento de la violación de los
derechos individuales y colectivos del
Pueblo Lenca. Esta realidad es el efecto directo de las agresivas políticas, a
cargo del régimen encabezado por Pepe Lobo y Juan Orlando Hernández, propias de
la perversidad capitalista: transnacionalización, privatización, crisis
climática y alimentaria.
Estas
políticas se expresan con claridad en nuestros territorios, de esta manera:
1.- La persistente amenaza de privatización de ríos
como el Gualcarque, a través de un complejo
de varias represas que incluye desde el municipio de San Francisco de Opalaca y
la parte norte de Intibucá, hasta San Francisco de Ojuera, en Santa Bárbara. Amenazados
también están los ríos Guarajambala, Chinacla, Togola, San Juan, Uluita y otros más.
Muchas
de estas iniciativas, ahora llamadas en el lenguaje tramposo neoliberal “proyectos
limpios, alternativos y verdes”, mantienen su propósito de generar energía
desde la lógica capitalista depredadora y de saqueo, que implica pérdida de
autonomías, soberanías, territorios,
culturas y biodiversidad.
Nuevamente
denunciamos el inconsulto proyecto hidroeléctrico de San José, en La Paz, de donde
también se extrae en altas horas de la noche, gran cantidad de material con
fines desconocidos.
Alertamos
a la zona suroccidental, particularmente la zona fronteriza con la república de
El Salvador, de que se cierne nuevamente la amenaza de la represa
hidroeléctrica El Tigre, contra la
cual hemos luchado por más de 16 años.
2.- Sumamos
a estos proyectos los de explotación minera, categóricamente rechazados por las
comunidades, pero que cuentan con la complicidad de varias alcaldías de las
zonas y funcionarios del gobierno central.
3.- Denunciamos
el concesionamiento, que es lo mismo que privatización, que se ha iniciado ya a
través de la instalación de contadores, del servicio de agua potable en el
municipio de Jesús de Otoro, que pretenden entregar a consorcios europeos y empresarios nacionales, con
las presiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del diputado
Miguel Gámez, que se ensaña con su condenable racismo contra el Pueblo Lenca, como
en su momento lo hizo en contra del Pueblo Garífuna, hasta llegar al extremo de
llamar “idiotas” a quienes nos oponemos a esta humillación, y a manifestar
abiertamente que él, el tristemente célebre diputado, es el representante de
las trasnacionales. Celebramos y acompañamos la ardua lucha del pueblo de Jesús
de Otoro, especialmente de las mujeres, en contra de esta privatización.
4.- Denunciamos
que comunidades del Municipio de Piraera, están siendo obligadas a la
aplicación de un catastro municipal que implica el cobro de más impuestos, sin
tomar en cuenta la profunda situación de empobrecimiento y exclusión de estas
zonas; con la intervención colonialista de la llamada Cooperación Europea a través de las municipalidades.
5.-
Condenamos la criminalización contra nuestra organización por parte de
autoridades públicas, como el diputado Gámez y el alcalde de San Francisco de Opalaca,
Socorro Sánchez, que junto a sus regidores, ejerciendo abuso de autoridad, amenazan
a habitantes indígenas de este municipio que son militantes del COPINH, y a
quienes desean participar en nuestra organización. Han manifestado públicamente
su pretensión de prohibir la organización comunitaria y municipal del COPINH, desconociendo
que la creación de ese municipio es producto de nuestras movilizaciones y
acciones. Este alcalde, con un pensamiento retorcido propio de fascistas y
dictadorzuelos, amenaza con que procederá de diferentes formas para evitar la
presencia del COPINH.
6.-
Denunciamos a la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente –SERNA-, que descaradamente
se atrevió a manifestar, ante las audiencias de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos en Washington, que el gobierno está cumpliendo con el respeto a
las consultas comunitarias y a los derechos de los pueblos indígenas establecidos
en el Convenio 169 de la OIT, a raíz del acuerdo suscrito en julio del presente
año, producto de nuestra movilización “En Defensa de Nuestros Territorios,
Autonomías y Vidas”. Desmentimos tal aseveración. Condenamos el incumplimiento
de sus obligaciones en el marco de los compromisos asumidos, su servilismo como
siempre hacia los politiqueros, empresarios explotadores y ladrones de nuestras
riquezas. Igualmente denunciamos que integrantes de algunos sectores han usado
estas acciones, descalificando nuestro derecho a luchar para mejorar nuestras
condiciones de vida, en una verdadera campaña en contra nuestra. Reiteramos que
nuestras luchas inmediatas no están reñidas con la legitimidad de nuestras
propuestas políticas radicales, y que no renunciamos a ninguna de las dos.
7.-
Advertimos a SERNA, al Congreso Nacional y a demás instancias gubernamentales,
que no aceptaremos ningún proyecto de implementación de mecanismos y/o legislación sobre consultas
previas, libres e informadas a nombre de los pueblos indígenas. Las mismas sólo
pueden venir de los pueblos indígenas y negros bajo sus propios conceptos, definiciones,
cosmovisiones y decisiones como pueblos
y en sus propios tiempos.
8-El
COPINH hace un llamado a que luchemos contra el femicidio y otras formas de
violencia que se ejercen contra las mujeres. Esta situación, que ha aumentado
en municipios como La Esperanza, Intibucá, San Miguelito, Masaguara y otros, son
parte de la indefensión total que aqueja a las mujeres triplemente agredidas
por el hecho de ser mujeres, indígenas, y por ser impactadas por la exclusión
económica y social.
9.-
Rechazamos y condenamos una vez más el racismo oprobioso que destina a los y
las jóvenes indígenas Lencas, en condiciones de agudización de miseria en las
comunidades y la nula existencia de otras opciones, al ejercicio obligatorio del
servicio militar, para usarlos como carne de cañón y enfrentarlos a su propio
pueblo. Llamamos al pueblo hondureño a reflexionar sobre lo que significa
condenar a sus hijos indígenas y pobres a ser víctimas de esta detestable
iniciativas.
10.- Rechazamos
la profundización de la militarización de la sociedad hondureña, con la
asignación a las Fuerza Armadas de funciones de seguridad ciudadana. No
olvidemos que esa institución sólo ha servido para entregar la soberanía
nacional, para asesinar, reprimir, torturar, dar golpes de estado, cuidar a los
empresarios y trasnacionales, agredir a pueblos hermanos. Las Fuerzas Armadas
son indignas y criminales, y por lo tanto deben desaparecer. Ante la crisis en las
fuerzas policiales, manifestamos que no sólo deben de ser intervenidas por
instancias legítimas, con capacidad y ética, sino también deben ser realmente depuradas y deben ser juzgados
quienes están comprometidos con la represión o la corrupción. Dicho proceso sólo
será posible y efectivo, si se logra que desaparezcan los grupos que se turnan
en la hegemonía y control para el servicio de los poderes facticos, reales y
perversos que desangran el país y fortalecen el narco-estado. Saludamos la
lucha y decisión de diversos sectores de la sociedad hondureña como
estudiantes, mujeres, académicos, artistas, transportistas, de derechos humanos,
medios de comunicación alternativos y otros, que intensifican sus acciones para
intentar “adecentar” a la policía.
Los
planes de incrementar la ocupación y la militarización con deuda externa, a
través de préstamos otorgados por organismos financieros internacionales y
bilaterales como será en el caso de la CARSI
(Iniciativa de Seguridad Regional para Centroamérica) -una extensión de la
Iniciativa Mérida y Plan Colombia-, y la decisión de instalar más bases
militares gringas en territorios indígenas y negros, son inaceptables para las comunidades, pueblos y organizaciones. Los rechazamos y
exigimos que salgan de Honduras.
11.- Nos
solidarizamos con todos los procesos de resistencia, en defensa de los bienes
comunes de la naturaleza, de vidas, derechos y construcciones sociales y
políticas. Les animamos a profundizar la lucha social tan necesaria y
fundamental para caminar a la emancipación y la refundación de una Honduras más
justa y digna.
12.-
Reiteramos nuestro compromiso de continuar en la lucha contra la dictadura
capitalista, patriarcal y racista, desde la defensa de territorios, soberanías,
autodeterminación, culturas y vidas; de continuar en el camino de construcción
del proceso constituyente originario, pluricultural, laico, incluyente, democrático,
amplio, justo, descolonizador y refundacional que emprendimos como organización
desde antes del golpe de estado.
Nos
llamamos a todas y todos a vivir por
adelantado y en este ahora, la Honduras Refundada que soñamos, desde las individualidades,
prácticas organizativas y demás colectividades.
Vivamos
con profunda convicción nuestras vidas, y construyamos juntos y juntas desde
abajo la utopía hoy.
¡Con la fuerza
ancestral de Iselaca, Lempira, Mota, Etempica, se levantan nuestras voces
llenas de vida, justicia, libertad, dignidad y paz!
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