Pese a que Aguilar junto al colectivo de Radio Uno son beneficiarios de
Medidas Cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, CIDH, la radio y sus integrantes han sido asediados
constantemente por los cuerpos represivos del Estado y paramilitares que
tratan de sembrar el temor en este medio de comunicación por mantener
una posición beligerante contra el golpe de Estado.
El comunicador social denunció en las últimas horas que recibió
llamadas telefónica a su celular en las que le dicen “perro, hoy sí te
vas a morir, si de la primera te salvaste hoy de esta ni la madre te va a
salvar, para que dejés de hablar mierd..”.
Cabe recordar que el 27 de abril pasado, entre ocho y 10 hombres
armados que llevaban el rostro cubierto por pasamontañas, atacaron a
Aguilar, enfrente de su casa en Chamelecón, en el Norte de Honduras, al
llegar de la radio en la noche. Los desconocidos lo esperaban. Vea más detalles.
Amnistía Internacional cree que ese ataque se debió a que Aguilar había
criticado públicamente a las fuerzas armadas, por lo que consideró que
su vida corre peligro.
Pero la amenaza se extiende a su familia, pues en otra comunicación le
expresan que “Vos y tu hija se van a morir y todos los que tengas cerca
tal vez así dejas de hablar mierd..” le reiteran.
Aguilar junto a sus colegas, desde el golpe de Estado han sido presa de
persecución, hostigamiento, amenazas, asedio y las instalaciones de
Radio Uno objeto de sabotaje e intento de cierre, pues desde allí se
ha alzado la voz del pueblo que repudió el rompimiento del orden
constitucional y la represión a nivel nacional.
El atentado que Aguilar sufrió hace seis meses, fue justo después que
en la radioemisora se abordó el tema del involucramiento de las Fuerzas
Armadas en el tráfico de armas a grupos criminales, según información
aparecida en WikiLeaks.
En un cable WikiLeaks cita un informe de la Agencia de Inteligencia
de Defensa, titulado "Honduras: Armas Militares alimentan el Mercado
Negro Armamentístico", que señaló que los números de serie de armas
ligeras antitanque recuperados en Ciudad Juárez, México y la Isla de San
Andrés, Colombia, coincidían con los números de las armas que habían
sido vendidas con anterioridad a Honduras. Además de las armas, las
autoridades de EE.UU. confiscaron un número de granadas M433 de grupos
criminales en México, que también fueron trazadas al ejército hondureño.
Días posteriores al ataque se informó de la realización de disparos en las cercanías de la casa de Arnulfo Aguilar.
En los últimos meses varios miembros y miembras del colectivo de la
radio han sido objeto de secuestros, amenazas, intimidaciones y
hostigamientos y el periodista Medardo Flores, perdió la vida a manos de
desconocidos hace dos meses, sumándose a la larga lista de periodistas
asesinados en Honduras después del golpe de Estado del 28 de junio de
2009.
Algunos hechos de represión contra Radio Uno
A pocas horas de cumplirse un año del golpe de Estado, un contingente
militar policial llegó a inmediaciones de Radio Uno, en la ciudad de
San Pedro Sula, en momentos en que la oscuridad cubría la zona donde se
encuentra esta radioemisora, con la in tención de militarizarla, según
denunció el periodista Oswaldo Martínez, del Colectivo de la radio.
El 17 de marzo Arnulfo Aguilar, Director de Radio Uno, denunció ante
una delegación del COFADEH que la represión está en cada esquina de este
medio de comunicación y que va desde la planificación de su asesinato
hasta amenazas a analistas de la emisora, intervención de las
llamadas de los oyentes para después amenazarlos, así como los cortes
constantes de energía eléctrica y los registros permanentes de vehículos
y documentos personales del personal de la radio, indican un acoso
permanente para desestabilizar este medio de comunicación y obligarlos
al cierre.
El 30 de agosto de 2010 después de que hacía el director de la
emisora, Arnulfo Aguilar, iniciara el programa con el tema del
magisterio, constituyendo éste un nuevo ataque contra este medio de
comunicación que ha mantenido una posición inclaudicable contra el golpe
de Estado, la radio fue obligada a salir del aire después de que sus
transmisores fueron saboteados por hombres desconocidos.
El 15 de septiembre del año pasado la policía irrumpió violentamente a
la radio lanzando bombas lacrimógenas y golpeando salvajemente a varias
personas que están en este medio de comunicación huyendo de la represión
que implementaron los cuerpos represivos contra una manifestación
pacífica de la resistencia. El profesor Ruy Díaz, que forma parte
también del colectivo de la radio fue una de las víctimas de los
policías.
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