Este no es el primer hecho violento contra el pariente de Castro sino
que viene registrando varias acciones de hostigamiento policial como la
ocurrida el 25 de mayo de este año al salir de las oficinas del COFADEH,
a las 11.30 de la mañana, fue interceptado por dos patrullas
motorizadas y detenido por agentes que decomisaron su moto,
manteniéndolo detenido durante unas dos horas.
En esta ocasión el hecho ocurrió cuando el joven que reservamos su
nombre por razones obvias, iba pasando por un centro comercial a la
salida del Sur yfue interceptado por una patrulla motorizada donde iban
los policías Pagoada y Cáceres, que a bordo de la misma colisionaron
con el vehículo destruyéndole una parte del bomper, la vía derecha e
inutilizándole una de las llantas.
“Misteriosamente” ocho patrullas y dos carros patrullas que
transportaban unos 20 policías fuertemente armados la mayoría con sus
gafetes escondidos a excepción de los agentes Pagoada, Juárez, Cáceres
y el oficial Molina que se identificó como Martínez, intentaron
detenerlo y decomisar el carro.
La patrulla número T44 llegó después al lugar que estaba muy oscuro,
le dijo al hijo de Castro que estaba detenido y que lo llevaban para las
oficinas de Tránsito, que siguiera en su carro a la patrulla.
La esposa del afectado y el niño estaban afectados por el impacto
físico hecho a su carro y el temor por el despliegue de policías que les
rodeaban armados y amenazantes.
Después de insistir en detenerlo y como no funcionaba el vehículo de la
víctima, los policías le dejaron una citación para comparecer a
Tránsito este 20 de Septiembre a la 1:00 de la tarde, la cita se llevó a
cabo y ahora los policías pretenden cobrarle “daños ocasionados” a una
de las motorizadas.
En un testimonio ante el COFADEH Castro solicitó que esta organización
solicite la investigación del hecho y se realicen gestiones para
proteger la vida de sus hijos debido al hostigamiento de que son
víctimas.
Castro , quien funge como directora de una escuela que desde el golpe
de Estado estaba siendo vigilada, hostigada y amenazada por policías,
agentes encubiertos y activistas del partido Nacional.Vea más detalles
A finales de octubre del año 2009, Castro fue golpeada por policías
cuando trataba de evitar que agentes golpearan a manifestantes frente a
un hotel capitalino donde se encontraban los cancilleres delegados por
la Organización de los Estados Americanos para que el gobierno golpista
firmara un acuerdo para restituir la institucionalidad en el país.
Castro relató que mostró su carnet de procuración de derechos humanos y
un policía la golpeó con un tolete, ante esta agresión le gritó a un
oficial de la policía de apellido Pérez que hiciera algo, pero a cambio
recibió una sonrisa de satisfacción aprobando la agresión de la que fue
víctima, a sabiendas que goza de medidas cautelares.
La defensora de derechos humanos cree que este nuevo acto contra sus
parientes tiene relación directa con el trabajo que ella realiza y de lo
que se trata es de atemorizarla para que no siga defendiendo los
derechos humanos en Honduras.
Según el artículo nueve de la Declaración sobre el derecho y el deber
de los individuos, los grupos y las instituciones de promover y proteger
los derechos humanos.
y las libertades fundamentales universalmente reconocidos, “toda
persona tiene derecho, individual o colectivamente, entre otras cosas,
a: a) Denunciar las políticas y acciones de los funcionarios y órganos
gubernamentales en relación con violaciones de los derechos humanos y
las libertades fundamentales mediante peticiones u otros medios
adecuados ante las autoridades judiciales, administrativas o
legislativas internas o ante cualquier otra autoridad competente
prevista en el sistema jurídico del Estado, las cuales deben emitir su
decisión sobre la denuncia sin demora indebida.
No obstante a pesar de este y otros convenios internacionales
suscritos, desde el golpe de Estado el hostigamiento contra los y las
defensoras de los derechos humanos se ha convertido en un obstáculo
peligroso que ha llevado a varios a la tumba.
En una audiencia en el año 2010, la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos le manifestó al Estado de Honduras a través de varios
funcionarios que llegaron a la misma, que se abstuvieran de emitir
comentarios que conllevaran la deslegitimación de la labor de defensores
y defensoras de derechos humanos.
Eso refiriéndose a declaraciones del ahora ex ministro de Seguridad,
Oscar Álvarez y al presidente del régimen Porfirio Lobo Sosa, quienes
han manifestado en varias ocasiones que las denuncias sobre violaciones a
los derechos humanos no tienen fundamento y que lo que tratan es de
“agenciarse más dólares”.
Las hostilidades han traspasado el límite para pasar a los familiares
de los y las defensoras en un afán con evitar su labor por los derechos
humanos.
Solo para citar dos ejemplos e l 17 de febrero de 2010, Dara Gudiel, de
17 años fue encontrada ahorcada en la ciudad de Danlí, Paraíso. Ella
era la hija del comunicador social Enrique Gudiel, que conduce un
programa de radio llamado Siempre al Frente con el Frente que emite
información sobre la Resistencia. Días antes de su muerte, Dara Gudiel
había sido liberada de un secuestro.
El 24 de febrero, Claudia Maritza Brizuela, fue asesinada en su casa en
San Pedro Sula. Era la hija de Pedro Brizuela, dirigente sindical y
comunitario que ha participado activamente en la Resistencia.
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